Le tengo ganas a un libro de Tito Lesende que edita Efe Eme para embarcarme en su particular repaso a los mejores cien discos de rock en directo (los firmados por músicos españoles los dejaría para otro volumen, explica). Coincidiría en buena parte con su selección, apuesto, y me apuntaría lagunas apetecibles para ponerme al día. No lo sé, pero intuyo que este Bring on the night con la firma de Sting en 1986 no figura en la lista de Lesende. Y no porque sea mal disco, o porque se quede lejos de transmitir la fuerza de la música en vivo. Me apetecía, tan carente de música a flor de piel, dejarme remover por el oleaje sonoro y emocional de intérpretes sobre un escenario y este álbum me refresca en gran medida.
Es curioso, no me queda nada de The Police entre mis posesiones, pero no guardo nada de Sting en solitario. Es un músico y una persona que respeto y que he disfrutado dos veces en directo, en cambio no siento la necesidad de tener su obra cerca. Bring on the night dejaba escuchar a un Sting algo soberbio presumiendo de banda tras haber alumbrado su primer álbum. Con sus músicos grabó el segundo en directo y en formato doble, para demostrar, en canciones intensas que se juntan y se separan, que el jazz que corría por las venas de su grupo (Brandford Marsalis, Kenny Kirkland, Darryl Jones y Omar Hakim entre ellos) se fundía elegantemente con ventiscas bluseras y brisas pop. No creo que merezca pasar a la historia o integrar un centenar de live albums especiales, pero es un digno secundario de los mejores.
1 comentario:
Siempre me gusto mucho este disco. Sting, puede que en pleno ego-trip si, se empeñaba en demostrar que el venia del jazz y que hacia allí quería ir. Con Kirkland, Marsalis, y compañía rodeándole era mucho mas fácil. Para mi The Dream of the Blue Turtles es su mejor disco de cualquiera de sus épocas ...
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