sábado, enero 30, 2021

BONUS TRACK 233: HONESTIDAD BRUTAL (ANDRÉS CALAMARO)


Ando de ruta histórica por el rock latinoamericano. Rompan todo me conduce. Es una magnífica serie documental que emite una plataforma audiovisual, y que, de forma apasionada, ágil, con acertados testimonios de protagonistas directos y oportuno material de archivo, explora las raíces, los primeros acordes, el impacto inicial, la respuesta social e institucional y la evolución del rock en los países de América Latina, principalmente Argentina y México, también Chile, Uruguay, Perú. Muy recomendable. Estoy descubriendo a bandas y músicos que fueron semilla o que hicieron crecer el árbol rockero de esas latitudes (Manal, Almendra, Los Abuelos de la Nada, Billy Bond y la Pesada del Rock and Roll, Soda Stereo, El Tri, Café Tacvba...). En ese camino que sigo doy unos pasos adelante y me recreo un par de horas largas en un disco que hacía mucho tiempo que no escuchaba y que ahora, intacta su huella, considero aún formidable: Honestidad brutal, de Andrés Calamaro en 1999.

El músico argentino, nunca tan brillante como en este trabajo en mi opinión, adoptó una actitud catárquica para afrontar las angustias que le perseguían: una agotadora gira y la ruptura con su pareja. Tenía cientos de canciones en su libreta e hizo malabarismos y conjuros con ellas para acabar seleccionando las 37 que conforman este álbum doble, tantas como los años que cumplía aquel año. La experiencia, también asfixiante, dio como resultado un álbum grabado en tres países (Estados Unidos, España y Argentina), carísimo, versátil, de variable geometría, polémico, gamberro, nostálgico, que suda dylanismo por casi todos sus poros (la voz raspada, la entonación estirada, esa portada teñida en rojo y negro que remite al Blood on the tracks con que Dylan quemaba espíritus). Solo cojea el Calamaro abrazado al tango, pero deslumbra el que se empaña de rock, de blues, reggae y funk. Canciones hay muchas que sobresalen, mas quédense con Negrita, El día de la mujer mundial, Veneno, No tan Buenos Aires o esta obra maestra: Con Abuelo. Calamaro nunca más llegó a esta grandeza.

miércoles, enero 27, 2021

SOUNDTRACK 255: ALTA FIDELIDAD, LA SERIE

¿Sabíais que Alta Fidelidad tiene versión televisiva? Veinte años después de su entrañable adaptación al cine de la mano de Stephen Frears, la sensacional novela de Nick Hornby, de obligada lectura para todo melómano, adopta formato de diez capítulos de media hora. Vamos al grano: no, High Fidelity, la serie, no está tan bien como la película. Le encuentro un problema evidente: la existencia de una magnífica versión anterior, que para todo aquel que la admire supondrá un lastre con el que cargue el modelo televisivo. No está mal el producto, en realidad, pero el peso del film, del que no se puede desprender, no juega a su favor.

Estamos en Nueva York. Volvemos a tener una tienda de discos (vinilos en concreto), que parece que se siguen consumiendo. Y al frente, Rob, a quien le gusta hacer sus top five y repasa las relaciones afectivas de su vida para hacer frente a la ruptura con la última de ellas hace un año. Esta vez Rob es Robyn, una mujer, una más que aceptable Zoë Kravitz, cuya madre fuera de la ficción, Lisa Bonet, era una de las novias de Rob, John Cusack, en la película de Frears. La también hija de Lenny Kravitz salva el tipo distanciada de los rasgos de Cusack, pletórico como afligido despechado, pero como compañeros de tienda no están a la altura los principales sencundarios, un friki sensible blanco y una alborotadora negra; sobre todo por la falta del carisma que sí les sobraban a Todd Louiso y a Jack Black en la versión cinematográfica. 

En fin, la serie es un complemento intrascendente del libro y de la película del que merece salvarse el atractivo de Kravitz. Se ve y se olvida, aunque te vuelvan a entrar las ganas de grabar una cinta... o, puestos al día, confeccionar un play list.

domingo, enero 24, 2021

GREATEST HITS 262: LITTLE GIRL BLUE (JANIS JOPLIN)

Pueden pasar muchos años sin escuchar una canción y cuando vuelves a ella, o vuelve ella a ti, sientes por un momento que nada ha cambiado. Nada destruye la belleza escalofriante de Little girl blue, nada apaga la llama sobrecogedora que enciende la voz y la entrega de Janis Joplin con esta canción. "Oh, sé que eres infeliz".

jueves, enero 21, 2021

VOLUME ONE 557: WEDNESDAYS (RYAN ADAMS)

El regreso, brillante regreso, de Ryan Adams trae una nota de advertencia. A comienzos de 2019 varias mujeres utilizaron la prensa para acusar al músico de abusos. Aquel año preveía publicar Wednesdays, álbum que finalmente guardó y retrasó hasta darlo a conocer en diciembre de 2020, aunque hasta dentro de unos pocos meses no estará disponible en formato físico. Tras el largo silencio de casi dos años, cabe preguntarse qué diferencia este Wednesdays (Pax Americana) al que no me decido a poner fecha del que prevía ser el lanzamiento original, cuánto de lo ocurrido empapa los surcos de este disco. Se intuyen vínculos, quizá certezas. La obra se funde en su contexto. Pero yo prefiero aislarla de su entorno y recibir las canciones de este álbum tal como vienen, una por una o todas juntas, porque de cualquier manera construyen un trabajo magnífico de Ryan Adams.

Cercano a 29 (2006) y Ashes & fire (2011) por la íntima sobriedad que traspira de su contenido, Wednesdays encierra a un autor apesadumbrado, que ama y pide perdón (o se disculpa y ama). Enseña un perfil reposado en forma de canciones tristes, compasivas, amargas, moldeadas con la enviadiable delicadeza de sus mejores composiciones, como parte de los que integraban sus dos espléndidos primeros álbumes. Yo encuentro un poco de Neil Young en la maravillosa I'm sorry and I love you, de los lamentos rotos de Dylan en Blood on the tracks en Wednesdays, del Adams de Gold en la única pieza que gana un poco de velocidad, Birmingham. Don Was interviene en la producción y al fondo, casi inadvertida, una voz que parece la de Emmylou Harris le da un aliento melancólico a un par de temas a este disco finalmente vivo.

Nota: 9/10

lunes, enero 18, 2021

VOLUME ONE 556: INTRODUCING... (AARON FRAZER)


La presentación de Aaron Frazer corre a cargo de Dan Auerbach. Todo o casi todo lo que este hombre toca a mí me cautiva de alguna manera, en su propio sello para dar a conocer a viejos desconocidos o alumbrar promesas o a nómina de peces más gordos, lo mismo da. Auerbach es garantía, y cerca de él orbitan nombres que da gusto descubrir. Introducing... (Easy Eye Sound, 2021) presenta a Aaron Frazer, baterista de Durand Jones & The Indications, arrebatador firmante ahora de una obra envuelta en ropajes vintage que abrigan un resplandeciente soul para no dejar de pinchar. Exacto, arrebata este chico con falsete que seduce con voz de chica. La música que guarda su estreno es cálida y precisa, nerviosa y sensual, combina la pureza del pasado con el lustre del presente que tan bien suele filtrar Auerbach en sus producciones (Yola, Valerie June, Dr. John, Marcus King, Robert Finley, él mismo). Te dejas llevar por ella con hechizos de otro tiempo.

Nota: 8/10

viernes, enero 15, 2021

LIVE IN 255: SILVIA Y VÍCTOR


Y entonces, se echa sobre ti una canción que te deja paralizado mientras suena (cuatro minutos bastan), que te enseña ese poder extraordinario que tiene la música para remover emociones y darte esperanza, para querer abrazar a un ser querido cuando lo tienes lejos. Eso lo consigue hoy, hoy que escucho esto por primera vez, Silvia Penide y Víctor Manuel. El efecto boomerang es el bonus track del Ep que la coruñesa ha grabado en los últimos meses, Los días de plomo. Uno de los temas de su álbum anterior cobra una vida nueva rescatado para su nuevo trabajo. Ella y Víctor se funden a distancia, separados por 600 kilómetros y unidos por la gracia de la tecnología, en una canción irresistiblemente hermosa. "Tú sabes que tú puedes". Siéntelo.

El efecto boomerang

miércoles, enero 13, 2021

GREATEST HITS 261: EL RÍO (MIGUEL RÍOS)

¿Qué tienen los ríos que son tan poéticos, que nos despiertan recuerdos y nos liberan en sus orillas, que en sus aguas vemos reflejados viejas alegrías o amores? Me gustan mucho unas cuantas canciones que hablan sobre ríos como escenarios de evasión y melancolía. The river (Springsteen), Ol' man river (Jerome Kern), Harlem River (Kevin Morby), Down by the river (Neil Young), Moon river (Henry Mancini)... son unas cuantas delicias fluviales. Pero quizá me acompaña siempre El río, de Miguel Ríos, y aún hoy permanecen indelebles sus versos sencillos, frescos y puros. "Yo recuerdo aquel día que nos fuimos a bañar. Aquel agua tan fría y tu forma de nadar. En el río aquel, tú y yo y el amor que nació de los dos".

 


lunes, enero 11, 2021

GREATEST HITS 260: ONE OF US (LIAM GALLAGHER)

Cuando veo, escucho o leo algo sobre Liam y Noel juego a imaginarme que llegará un día, puede que no muy tarde, en que nos encontremos con un disco nuevo de Oasis. Y en ese juego escucho un álbum fantástico que enterrará años de fricciones y desprecios para, quién sabe, poco después volver a removerlos. Los dos álbumes que desde 2017 ha grabado Liam Gallagher están bien. De ahí no pasan. Contienen ambos tres o cuatro temas con inspiración y fuerza y el resto, más anodino, los difumina. Pero sueltos, libres, al volver a oírlos, dices: este tío aún sabe llenarte de euforia... quizá porque lo ves y esperas que de un momento a otro te insulte de nuevo mientras camina hacia ti. One of us, del disco Why me? Why not. (2019) es uno de esos buenos temas. En algún comentario a este vídeo es gracioso (¿es cierto?) leer que "Liam no quiere que vuelva Oasis, lo que quiere es que vuelva Noel".

 


viernes, enero 08, 2021

BONUS TRACK 232: IT'LL SHINE WHEN IT SHINES (OZARK MOUNTAIN DAREDEVILS)


Las enciclopedias de nuestro querido rock and roll con todas sus variantes y vertientes recogen en pocas páginas, si cabe en uno o dos párrafos, aquella banda o solista del que nadie se acuerda. Son nombres que en su tiempo de humilde esplendor fueron respetables actores de segunda o tercera fila hasta desvanecerse y quedar en la parte del fondo de la memoria de muy pocos. De alguna manera, con el enfoque del tiempo pasado, fueron poseedores de un peso que no por liviano deja de tener su importancia, aunque apenas sean citados muchos años después. ¿Qué se puede decir de The Ozark Mountain Daredevils? En su origen, allá en los terrenos más intrincados de Missouri, fueron un sexteto que emergió a la sombra de formaciones de country rock con más gloria y fortuna durante los primeros años setenta, léase los Eagles en primer plano, Little Feat o Doobie Brothers en segundo. Su puñado inicial de discos, de 1973 a 1978, no desmerece ante ninguno de los de aquellas bandas, aunque escuchándolos hoy se advierte una cauta modestia, un afán de contención que distingue a las buenas bandas de las que, igual de buenas, con más ruido y agallas van un paso por delante. It'll shine when it shines (1974), con el empuje en la producción de Glyn Johns, es buena muestra de la sencilla valía de los osados habitantes de las montañas Ozark.

martes, enero 05, 2021

BONUS TRACK 231: BRING ON THE NIGHT (STING)


Le tengo ganas a un libro de Tito Lesende que edita Efe Eme para embarcarme en su particular repaso a los mejores cien discos de rock en directo (los firmados por músicos españoles los dejaría para otro volumen, explica). Coincidiría en buena parte con su selección, apuesto, y me apuntaría lagunas apetecibles para ponerme al día. No lo sé, pero intuyo que este Bring on the night con la firma de Sting en 1986 no figura en la lista de Lesende. Y no porque sea mal disco, o porque se quede lejos de transmitir la fuerza de la música en vivo. Me apetecía, tan carente de música a flor de piel, dejarme remover por el oleaje sonoro y emocional de intérpretes sobre un escenario y este álbum me refresca en gran medida.

Es curioso, no me queda nada de The Police entre mis posesiones, pero no guardo nada de Sting en solitario. Es un músico y una persona que respeto y que he disfrutado dos veces en directo, en cambio no siento la necesidad de tener su obra cerca. Bring on the night dejaba escuchar a un Sting algo soberbio presumiendo de banda tras haber alumbrado su primer álbum. Con sus músicos grabó el segundo en directo y en formato doble, para demostrar, en canciones intensas que se juntan y se separan, que el jazz que corría por las venas de su grupo (Brandford Marsalis, Kenny Kirkland, Darryl Jones y Omar Hakim entre ellos) se fundía elegantemente con ventiscas bluseras y brisas pop. No creo que merezca pasar a la historia o integrar un centenar de live albums especiales, pero es un digno secundario de los mejores.

domingo, enero 03, 2021

VOLUME ONE 555: J. T. (STEVE EARLE & THE DUKES)


J. T. es Justin Townes. Era (es) el hijo de Steve Earle. En agosto pasado dejó de vivir a los 38 años; una mezcla peligrosa de sustancias desaconsejables, se supo tiempo después. Había tenido una infancia difícil y una juventud en el filo, y llevó consigo una herencia genética que le permitió grabar un puñado de discos, algunos más que estimables. Ahora su padre con su banda, The Dukes, ha grabado un disco que lo despide, que lo recuerda como epitafio con diez versiones de sus canciones y un último adiós salido de la pluma de Steve, otro forajido de la vida.

J. T. (New West, 2021) es además la mejor colección de temas (no importa propios o ajenos) que graba Steve Earle desde The low highway en 2013. En el homenaje a su hijo, el veterano cantautor descarta la despedida fúnebre y el discurso doliente de una música trascendente (como hizo Nick Cave con el intragable Ghosteen para honrar también a su vástago perdido) para cubrir sus versiones con esas sábanas arrugadas que salpican las gotas de blues, country y folk tan bien decoran las carreras de padre e hijo. Se advierte el dolor irreparable pero se celebra la música que permanece y nada estropea.

Nota: 7/10