Hay una serena ternura que parece unir las canciones de este disco, algunas de ellas piezas de porcelana que se romperían si no las tratásemos con el debido cuidado. Joachim Cooder, percusionista de los últimos trabajos de su padre Ry y multinstrumentista por vocación, completa su segundo álbum con la base de la música hablada del banjista Uncle Dave Macon, de la que extrae interpretaciones reformadas con relajante delicadeza. Cooder canta con una suavidad que peca de timidez pero desprende el soplo de nostalgia que revive el antiguo blues. La música de Over that road I'm bound (Nonesuch, 2020) se desnuda con la inocencia de la tradición folk americana y se viste con los atuendos exóticos de África, evocada sobre todo con el uso del mbira eléctrica. La exploración en territorios ajenos se repite en la familia Cooder y el genial guitarrista Ry se une al plantel reunido por su hijo para dar forma a un disco que se disuelve en el paladar con el agrado de lo añejo.
Nota: 8/10
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