miércoles, abril 29, 2020

SOUNDTRACK 249: COUNTRY MUSIC, PASIÓN POR EL COUNTRY

No es obligatorio que te guste la música country para disfrutar, y sobre todo aprender, con Country Music, una magnífica serie documental que emite Movistar. Me reitero en ello, disfrutar, aprender (yo, que no tengo al country entre mis debilidades), porque mientras veía cada uno de sus nueve capítulos, de menos de una hora de duración, me sentí transportado a las esencias de este género musical, a los escenarios donde surgió y creció, entre sus artistas más sobresalientes. Culpa de ello la tiene la excelente narración de la historia y la evolución del country, con apuntes claves, precisos, bien explicados, acompañados de los testimonios e impresiones acertados de decenas de hombres y mujeres importantes en el género. Desde la cuna, más allá de los 'tres acordes y una verdad', hasta finales del siglo pasado (ahí se detiene esta serie dirigida por Ken Burns), explicando muy bien sus vínculos con otros géneros y repasando la huella fundamental que han dejado Hank Williams, la familia Carter, Johnny Cash, Dolly Parton, George Jones, Patsy Cline, Merle Haggard, Loretta Lynn, Waylon Jennings, Kris Kristofferson, Willie Nelson... Al terminar cada capítulo no podía evitar marcharme a la cama con alguna de sus canciones.

viernes, abril 24, 2020

GREATEST HITS 241: CARAVAN (VAN MORRISON & THE BAND)

Nos hemos acostumbrado a ver a este señor agazapado tras la sombra de sus gafas, bajo el ala de su sombrero, encajado en trajes impecables, estático casi siempre y con el gesto frío, las emociones apagadas y la apariencia de no querer hacer amigos, que resulta asombroso y difícil de creer que alguna vez se desatase sobre un escenario y se sintiera pletórico y feliz. Pues sí, era ya Van the Man y The Band lo reclutó para su despedida en el El último vals. En Caravan, un tema que estaba en Moondance, Van Morrison (no sabemos con cuántas rayas dentro) se siente poseído por la euforia de la canción y de tanto subidón golpea el aire como si diera patadas a un balón. Pocas veces lo hemos visto así, rugiendo como el auténtico león que es.

martes, abril 21, 2020

LIBRE

Hoy esta palabra, esta idea, este concepto, adquiere una amplitud y una necesidad que nos parecen mayores de lo que creíamos. Libres somos, aún más libres nos sentiremos, al encontrarnos con quienes necesitamos tener cerca, al sentirnos en la multitud o al correr junto a los árboles y sobre la carretera. El nombre de este grupo es la puerta abierta a la esperanza, a las buenas noticias. Y su homenaje, su versión, su punto de vista, nos acercan hoy un poco más a la libertad.

 

domingo, abril 19, 2020

VOLUME ONE 533: FETCH THE BOLT CUTTERS (FIONA APPLE)

Apéndice libre, verso suelto. Esta forma de describir a alguien o a su obra sirve para tratar de definir a quien escapa de definiciones y categorías, a quien en su propia esfera da forma a un estilo o a un mundo que difícilmente se ajusta a clasificación. Fiona Apple encaja en estos términos. La Fiona Apple de Fetch the bolt cutters (2020), su quinto álbum en 24 años, una creación compleja y personal que surge de la más clarividente independencia, es ese anexo aislado, esa línea sin atar que no se parece a nada (o a casi nada) de lo que has escuchado antes, que no sabes hacia dónde va a girar en una misma canción, que construye y deconstruye con asombroso ingenio y hace del riesgo una irresistible arma para sorprender. ¿Pero qué está haciendo esta mujer?, te preguntas más de una vez. Dejarte con la boca abierta preguntándote si es un fenómeno de la naturaleza o una insensata, si tiene algún sentido lo que hace.

Escuchando este álbum, alejado de las atractivas atmósferas de sus primeros tres discos, accesibles y a la vez osadas, y más próximo a la expetimentación turbadora de su anterior obra, de 2012, he emparentado más de una vez a Fiona con Tom Waits, otro verso libre de obra retorcida y desconcertante. Y no solo porque haya percusiones arcaicas en el desarrollo del disco o suenen los ladridos de unos perros, también porque Fiona estira y retuerce la voz, se enfada, se deshace en un torrente de versos y voces que cambian y se cruzan, rompe las canciones, pasa de la aspereza a la caricia en viaje de ida y vuelta y consigue, y esto es lo mejor, que no te dejes caer en la indiferencia. Con Waits te rindes a la belleza de lo extraño, lo que no puedes manejar; con esta Fiona Apple también.

La neoyorkina lleva años alejada de las luces que tanto la apuntaron en la segunda mitad de los noventa, cuando los huesos de su palidez y un pasado traumático la convirtieron en un producto al que exprimir en los despachos y los escenarios. Enseguida se cansó de aquello, de falsedades y peligros. La música que llevaba dentro era demasiado compleja para ser popular o recibir la aprobación. Hoy, siempre a distancia y con el respeto ganado, es una artista única y triunfal.

Nota: 8,5/10

viernes, abril 17, 2020

GREATEST HITS 240: THE WHOLE OF THE MOON (FIONA APPLE)

Esta es una de mis canciones favoritas. De todos los tiempos, digamos con rotundidad. En esto que ando en busca de la esquiva Fiona Apple y me la encuentro quitándole las voces a Mike Scott para hacer suya The Whole of the Moon. Sumergida en los remolinos emocionales de sí misma y manteniendo intacta la viveza eufórica de la canción original. De quitarse el sombrero. La versión sonó en el cierre de la serie de televisión The Affair y el tema como tal no se comercializó. Me deleito en la totalidad de la luna mientras trato de descifrar los laberintos seductores de lo nuevo de Fiona.

 

martes, abril 14, 2020

GREATEST HITS 239: AND THEN HE KISSED ME (THE CRYSTALS)

Todos los días, dicen, hay un motivo de celebración, y el lunes la razón fue el beso. El Día del Beso, no sé si con la categoría de internacional o no. Un día, este año, en el que dar un beso puede ser algo dañino, y en el que más se necesita darlos. Quienes están solos o quienes añoran a alguien, o a algo, como el aire por ejemplo, o la brisa o la humedad de la lluvia. Como este blog se detiene casi siempre en parcelas musicales, hoy recuerdo una canción de un beso, que en este caso sirve de banda sonora para el arranque de una película. Andábamos por finales de los años ochenta y en una de mis incursiones de fin de semana en el videoclub aposté por un film familiar de aventuras: Aventuras en la gran ciudad, del que poco sabía. Una joven canguro que se ve metida en una odisea nocturna con un trío de mocosos revoltosos, decía la trama. Hasta un club de blues llegarían a parar los aventureros (donde cantaban con Albert Collins), perseguidos por delincuentes y policías por la gran ciudad. La película me gustó mucho entonces, la vi varias veces en un mismo año, y hoy tendría ganas de comprobar si aún consigue agradarme. Elizabeth Shue, ilusa y encantadora, era la protagonista, que bailaba esperando al novio que la besara mientras corrían los créditos iniciales de la película. Cantaban The Crystals sobre el muro sónico de Phil Spector. And then he kissed me. Besos a todos y todas.


sábado, abril 11, 2020

VOLUME ONE 532: SONG FOR OUR DAUGHTER (LAURA MARLING)

De entrada, este disco me ha ganado, y su autora también. En contra de los retrasos en los lanzamientos de sus álbumes que desde que estamos encerrados y aguardando un incierto futuro han hecho algunos artistas (Rufus Wainwright, Lady Gaga, Alicia Keys o Bunbury entre otros), Laura Marling justifica el adelanto de su nuevo trabajo (previsto para lanzarse en el verano) con un argumento para el que no encuentro reparos. "No veo razón para retener algo que, al final, debería entretener y, en el mejor de los casos, proveer un sentido de unión", ha dicho la británica. "Un disco, despojado de todo lo que la modernidad y la propiedad implican, es un pedazo de mí, y me gustaría que lo tuvierais". Bravo. Song for our daughter (Chrysalis, 2020) es un obsequio que se agradece. Su belleza no tiene precio.

Laura Marling, dueña de una voz y un tono de sutil sensibilidad, ha vuelto a juntarse con el productor Ethan Johns para dar forma a una colección de impresiones y enseñanzas para una hija imaginaria a través de canciones finas que parecen romperse, en las que arreglos de hermosa elegancia, guitarras silenciosas, contadas steel guitars lloronas y esa voz suya tan reconfortante empapan un álbum para guardar dentro del plástico y pinchar con esmero, el mismo con el que te deja cubrir por su música.

Nota: 8,5/10

miércoles, abril 08, 2020

VOLUME ONE 531: MIGRATION STORIES (M WARD)

¿Dónde está el gen diferencial de un disco o de un músico, esa cualidad nata o innata que hace sobresalir un disco o un músico por encima de los demás? ¿Cómo se explica la magia, podríamos llamarla? Destellos de esa magia intransferible se encuentran en M. Ward, un delicado espécimen de cinco estrellas en cualquier escena musical que orbite en torno al terreno de lo 'indie'. Digo 'indie' sin ánimo de establecer barreras o menosprecios, sino para encajar a Ward, por cuyas venas corre un gusto exquisito por las fragancias pop de corte vintage, en (digamos) el clima musical donde mejor se le identifica. Todo esto viene a introducir el nuevo trabajo de M. Ward, Migration stories (Anti-, 2020), un extraño viaje de esencias desconcertantes por escenarios de luminosidad nocturna que transmite con acierto la imagen de su cubierta.


La música de este hombre, el responsable de que suene tan bien el dúo She & Him que ha formado con Zooey Deschanel, no es fácil, pero tampoco compleja. Suele ser agradable, aunque sin concesiones a la comercialidad. No sabes por dónde va a salir ni por dónde continuar. Tiene esa música una respiración pausada en los pulmones de dos elementos que explota Ward con delicia: su destreza invisible con las cuerdas y el eco cálido de una voz que parece flotar dentro de una burbuja. En Migration stories hay eso y más, sensuales estampas atmosféricas que forman buenas canciones.

Nota: 7,5/10

domingo, abril 05, 2020

SOUNDTRACK 248: JAVIER GUTIÉRREZ

En la charla nos sale un puñado de buenos actores españoles, muy buenos: Eduard Fernández, Javier Cámara, Antonio de la Torre... y Javier Gutiérrez. Sí, el gran Javi Gutiérrez, en otro tiempo eficaz secundario para todo, últimamente estelar líder del reparto. La isla mínima lo premió con un merecidísimo Goya, honor para el que estaban llamados también sus papeles en películas como El autor o Campeones. La serie de Movistar Vergüenza me sirve de excusa para rendir un modesto espacio de aprecio a mi casi paisano Javier Gutiérrez, un pequeño gran actor como la copa de un pino. 

El personaje del ferrolano en esta serie, Jesús, es un pobre hombre, un tipejo engreído que se cree las mentiras en las que vive, incapaz de guardar las formas o de tener la boca cerrada cuando más  conviene, que provoca con sus acciones y palabras tanta vergüenza ajena como sentimiento de compasión. Él y su mujer, una estupenda Malena Alterio, van de mal en peor en su mediocridad, en sus autoengaños, con sus propias miserias. Cuesta digerir algunas escenas (por el ridículo en que caen sus personajes o la indecencia de sus actos) de esta comedia con la que me río mucho pero que en el fondo es un incómodo drama.

Y Javier Gutiérrez está bárbaro como ese hombre torpe e insignificante (como algunos con los que nos cruzamos en la vida), ciego de envidias, ajeno a una realidad que lo castiga. Con papeles como estos crecen los actores grandes de verdad.

jueves, abril 02, 2020

LIVE IN 244: HISS GOLDEN MESSENGER LIVE

No suelo escuchar álbumes de conciertos. En la intimidad de una escucha abierta en casa o más reservada a través de los auriculares pierdo la viveza del entorno y el contacto de los músicos con sus herramientas de trabajo y con el público que se entrega a ellos. Pero esta es una excepción merecida que quiero recomendar porque lo que ofrece está a la altura del diez. Así de claro. Me gusta mucho Hiss Golden Messenger, que el año pasado publicó otra apreciable álbum (Terms of surrender) y grabó un álbum benéfico para ayudar a las escuelas de una población de Carolina del Norte. El gesto quedó recogido con el nombre de Forward, children, muestra de esa elegancia vidriosa con que MC Taylor compone e interpreta. En los surcos de este directo sientes que quieres estar dentro, anhelando sentir cerca el sudor sutil de la música.

miércoles, abril 01, 2020

VOLUME ONE 530: FOREVER JUST BEYOND (CLEM SNIDE)

Pasan los años y has dejado de saber sobre un grupo que te gusta, que te gustaba mucho cuando comprabas sus discos. End of love y Hungry bird, sobre todo. ¿Se habrán disuelto para siempre? Y entonces te enteras de que su carrera aún no ha concluido, y que un nuevo trabajo no los ha enterrado. Ha pasado tiempo, sí, una década, y le has perdido la pista a Eef Barzelay y su banda, Clem Snide. Forever Just Beyond (Ramseur Records, 2020) pone fin a esa etapa nublada. Eef no ha pasado por buenos momentos en su vida, todo lo contrario en el plano financiero y sentimental; y la música, quizá, sigue aún ofreciendo para él su bálsamo para la salvación. Acudir a ella para hablar de la vida y la muerte, de los hechos del pasado que no se repiten en el futuro. A esa melancolía lírica le sienta bien, como siempre ha sido, la música nostálgica de Clem Snide, esta vez en clave más acústica, de lánguida y reflexiva atmósfera, con voces compartidas con Scott Avett (de los hermanos Avett), aliado al rescate de un músico, un grupo, al que seguiré deseándole mejor suerte y la misma emoción.

Nota: 7,5/10