¿Dónde está el gen diferencial de un disco o de un músico, esa cualidad nata o innata que hace sobresalir un disco o un músico por encima de los demás? ¿Cómo se explica la magia, podríamos llamarla? Destellos de esa magia intransferible se encuentran en M. Ward, un delicado espécimen de cinco estrellas en cualquier escena musical que orbite en torno al terreno de lo 'indie'. Digo 'indie' sin ánimo de establecer barreras o menosprecios, sino para encajar a Ward, por cuyas venas corre un gusto exquisito por las fragancias pop de corte vintage, en (digamos) el clima musical donde mejor se le identifica. Todo esto viene a introducir el nuevo trabajo de M. Ward, Migration stories (Anti-, 2020), un extraño viaje de esencias desconcertantes por escenarios de luminosidad nocturna que transmite con acierto la imagen de su cubierta.
La música de este hombre, el responsable de que suene tan bien el dúo She & Him que ha formado con Zooey Deschanel, no es fácil, pero tampoco compleja. Suele ser agradable, aunque sin concesiones a la comercialidad. No sabes por dónde va a salir ni por dónde continuar. Tiene esa música una respiración pausada en los pulmones de dos elementos que explota Ward con delicia: su destreza invisible con las cuerdas y el eco cálido de una voz que parece flotar dentro de una burbuja. En Migration stories hay eso y más, sensuales estampas atmosféricas que forman buenas canciones.
Nota: 7,5/10
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