martes, marzo 24, 2020

LIVE IN 243: EL ROCK CONTADO Y SENTIDO

Enfoquemos la música que más nos gusta a través de un par de libros. Uno, historia oral, cuenta en la voz de unos 250 testimonios el origen, el auge y el modo en que se fue consumiendo la movida musical de Seattle en las décadas de los ochenta y noventa, aquello que puso apellido (grunge) al rock duro surgido de una lluviosa y anodina ciudad del noroeste de los Estados Unidos. Otro, un híbrido de ensayo y memorias, ubica en la aridez apartada de Dakota del Norte, anclada en las monótonas tradiciones rurales, la pasión de su autor por el heavy metal de los ochenta. Historia y sentimiento al servicio de rock.


Todo el mundo adora nuestra ciudad es el laborioso resultado de recopilar entrevistas con recuerdos de aquello que dio forma y sentido al rock de Seattle bautizado como grunge. Aquí se explica por qué de allí creció una ola musical que captó la atención de todo el mundo hasta que la burbuja de su popularidad y la fiebre de su éxito estallaron para romperse en pedazos y causar daños irreparables a la mayoría de los miembros de su comunidad. El periodista Mark Yarm es su esmerado autor. Ante su grabadora hablan componentes de bandas, promotores musicales, managers, críticos musicales, amigos de músicos o novias para trazar una cronología meticulosa de la gloria y el declive de los diversos protagonistas de Seattle y de aquella movida en su conjunto, de Green River a Pearl Jam, de Mudhoney a Nirvana, de Tad a Screaming Trees... A casi todos aquellos tipos les costó digerir que los focos los apuntaran y que el desalmado circo del rock, con sus contratos tramposos, sus caprichos, sus manipuladores sin escrúpulos y sus drogas, les hiciera salir indemnes de la aventura.


Fargo Rock City es la reunión de entretenidísimas reflexiones de otro periodista, Chuck Klosterman, sobre su devoción por el heavy metal desde que estudiaba Secundaria en un pequeño pueblo donde la música era quizá la última de las distracciones. Pero el pequeño Chuck quedó fascinado por aquellas guitarras de fuego, el cuero apretado, los cardados imposibles, las chicas de vicio en los videoclips y el grito de chulería que un amplio puñado de bandas proferían para conquistar el mundo en los años ochenta. Del glam rock al heavy metal, de Mötley Crüe a Iron Maiden, de Lita Ford a Ozzy Osbourne, de 1984 a Appetite for destruction. Precisas y divertidas cada una de las reseñas, breves o largas, de los álbumes y artistas mencionados, textos que dan en el clavo sobre la huella que dejaron en el género músicos y álbumes y el peso (y la justicia) que tuvieron en los resortes de la cultura musical. Imprescindible libro para cualquier melómano, aunque no seas de los de agitar la melena y abrir las piernas para tirarte a tu guitarra.

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