Las guerras
en las que no hemos estado necesitan el cine para ser mostradas, y sentidas. La
guerra, la barbarie y el horror contra la humanidad, contra el ser humano. Como
si el barro y el polvo entrasen en la garganta y asfixiasen los pulmones, como
si encima notásemos el peso del fusil y el armamento, como si el miedo nos
aplastase en la butaca, como si un instante de calma (una canción susurrada en
el bosque) fuera el umbral de una muerte de la que no escaparemos. El cine bélico
guarda cumbres donde fondo y forma congelan el alma. Apocalypse Now y Salvar al
soldado Ryan tienen rival en el podio de sus obras maestras, de las cimas extraordinarias
del cine: 1917.
domingo, enero 12, 2020
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1 comentario:
Muy buena si. Un acierto el no haber puesto a ningun estrellon a los mandos de una pelicula tan particular ....
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