viernes, agosto 15, 2014

MÚSICA PERFECTA


Nos silencia el rumor turquesa de las olas y la belleza ardiente del horizonte. Unos apoyan solos sus codos en la balaustrada, otros rodean los hombros de su pareja, estos detienen su paseo con el perro, aquellos interrumpen su lectura. La vista al frente. El sol, testigo eterno y empequeñecido, allá insignificante, allá poderoso, desciende bostezante hasta que el mar lo esconde para el día siguiente. Son tres minutos de magia cotidiana sin precio. La música retiene el momento. Buena música, desde luego, aunque ahora me parece que estas canciones de Jonathan Wilson son lo más parecido a la perfección inalcanzable que tan lejos todos divisamos. Mañana es otro día. Mañana nacen otras vidas.

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