No me he
atrevido a escuchar entero el directo que con fecha de este año firman CSN, con
clásicos y algunos cortes nuevos. Los primeros temas y alguno más escogido para
notar si el supergrupo envejece con decencia fueron suficientes para digerir la
decepción (¿el disgusto?), la ineludible realidad. Aquellas armonías perfectas
ahora parecen ensayos de gargantas oxidadas, perezosas, voces de ángeles en el
asilo. Algunas canciones inmortales suenan ralentizadas o empujadas cuesta
arriba, otras aún conservan vigores remotos. A las nuevas no he tenido ganas de
darles cinco minutos. Queda la nostalgia, porque el tiempo, maldita sea, nos
desgasta a todos.
domingo, septiembre 23, 2012
EL PRESENTE (II)
Aquí y
ahora, sin marcha atrás para recordar ni pasos adelante para imaginar. El sueño
entra antes y se interrumpe más veces, los esfuerzos se atreven a herniar
nuestro cuerpo, nos convencemos de la belleza de la arruga, las noches ven
escapar su hechizo y el hogar se ofrece un refugio. Pero seguimos resistiendo
los temporales.
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