Unos amigos asistieron hace poco en Hyde Park a un festival de tres días en el que tuvieron cabida Crosby, Stills y Nash, un plena forma los tres, desde luego, cosiendo los sonidos del pasado con los achaques del presente en una gran actuación. Me gustaría verlos un día, con Neil Young redondeando el cuarteto, el fantástico supergrupo. CSNY. He rescatado a CN, asociación derivada con menos enjundia que las que forman otros componentes en dúo o trío, pero igualmente sólida y hermosa, también reconfortante a la hora de necesitar un poco de nostalgia en mis menús musicales. No se han prodigado mucho juntos Graham Nash y David Crosby. En 1975, eso sí, firmaron Wind on the water, un trabajo que bien podrían haber firmado los cuatro camaradas, aunque ni Stills ni Young asoman ni por los surcos que separan las canciones. Pero vaya, menudo personal el que se juntó en este precioso disco: Carole King, James Taylor, Tim Drummond, Levon Helm, Joel Bernstein, Jackson Browne, Ben Keith… colegas de música y drogas perfectamente sintonizados en piezas como Mama Lion, Take the money and run o Love work out.
Siempre que escucho a uno de estos cuatro tipos, solo o en grupo, soy consciente de que sus voces entrelazadas me trasladan a otras décadas, pero me acompañan muy bien siempre.
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