En los últimos tres días he escuchado los nuevos discos de estudio de Lynyrd Skynyrd, Kiss y Alice in Chains, grupos que hacía tiempo que no se reunían para producir material nuevo. No esperaba más que con la justa curiosidad estos nuevos trabajos, la verdad es que con un interés bastante escaso. En otro tiempo tendría algo más de impaciencia. Dicen que en el fondo las personas no cambian, pero a mí sí que me parece que vamos cambiando con el curso de los años por el peso de las circunstancias, de nuestro entorno o de los caminos y decisiones que vamos tomando. En el tema del rock and roll y del gusto que por esta música sentimos me voy convenciendo de que los ecos del entusiasmo juvenil también se van perdiendo.
El caso es que God & Guns (Lynyrd Skynyrd), Sonic Boom (Kiss) y Black gives way to blue (Alice in Chains) no son malos discos, tienen momentos bastante disfrutables, especialmente el primero, pero… me queda después una huella que fácilmente se borra en la arena. El sonido gana contundencia y la interpretación es irreprochable, aunque más allá de estas virtudes técnicas sólo se conserva la sensación de haber escuchado nuevas canciones con espíritu viejo sin driblar o dejar atrás una fórmula o estilo musical demasiado tiempo explotado. Sí, los Skynyrd siguen siendo buenos, Kiss tienen aún cierta gracia, y AIC continúan deprimidos e invitando a sus oyentes a acompañarles en la caída a las profundidades. Esta vez, sin nada de emoción.