Repito con Marianne en este jukebox. Es que hace un rato, después del trabajo en un encuentro de chicos y chicas que somos y hemos sido compañeros, uno de nosotros mencionó The ballad of Lucy Jordan. Hablábamos del Gran Cañón, de la sensación de estar allí abajo o allá arriba, insignificantes entre las rocas y el desierto, con nada más que el sonido de las águilas a lo lejos, solos con nuestros pensamientos y deseos, al volante de un Thunderbird descapotable con Marianne Faithful en la radio o en nuestra cabeza llorando con su voz rota la historia de Lucy Jordan. Y de noche. Thelma & Louise. Qué obra maestra.
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