En ocasiones me veo atrapado por unos minutos en una distopía musical, el desajuste espacio-temporal en el que me sitúa una canción a determinada hora del día. ¿Por qué suena esto ahora mismo? ¿Qué mecanismo aleatorio en el hilo musical ha programado esta música en este preciso momento? ¿Cómo te sentirías si mientras te tomas un café con leche y un cruasán a las diez de la mañana en una de estas cafeterías modernas con las consumiciones para tomar en tranquilos rincones o llevártelas al trabajo comienza a cantar Jim Morrison aquello de "This is the end, my only friend... the end"?Piensas en las escenas de aquella película y te acuerdas de Morrison de espaldas al público, montándolelo con el micrófono y restregándoselo por la entrepierna hasta el momento de gritarle a su madre que lo que quiere es tirársela. El público se escandaliza y la canción ya forma parte de las cimas únicas de la música rock y eleva al rey Lagarto al olimpo de la provocación y la leyenda.
Pero es por la mañana, la noche y la intimidad quedan aún lejos y no puedes sentirte más desorientado escuchando de nuevo, por accidente, a los Doors.
No hay comentarios:
Publicar un comentario