Si hace poco nos preguntábamos, entre el pesar y la nostalgia, quién compraba hoy discos, nos tememos también (y más) que haya caído incluso más bajo la cifra de quienes compran reediciones con material extra, esas ediciones deluxe con uno, dos o tres discos más que muestran su anzuelo a los fanáticos o a algún cliente despistado. El caso es que hay lanzamientos frescos para conmemorar aniversarios redondos o especiales. Por alguno me dejo engatusar, más que nada para descubrir piezas inéditas en el relleno o para repasar un álbum original que tengo olvidado. Por ejemplo All that you can't leave behind, disco de U2 que cumple 20 años ni más ni menos.
Pues hace dos décadas escribía yo (en ese papel que mancha los dedos y que los niños de hoy ya no tendrán entre sus manos en el futuro más cercano) que aquel álbum recuperaba al U2 que muchos deseábamos oír, un grupo que dejaba atrás la parfernalia escénica y las lentejuelas y desvaríos mediáticos de la década anterior. Hoy me retracto de alguna de las lejanas impresiones que me dejó este trabajo, que en 2020 se escucha con la pereza que la propia banda se ha ganado a pulso y que ya no pasa del correcto, del bien como nota, siendo algo más generosos.
Ocurre, como le pasa a tantos otros grupos longevos y estables, que el tiempo castiga su música más reciente y mantiene intocables los destellos de sus mejores episodios, que son los más antiguos. Porque de Boy (1980) a Pop (1997) Bono & Co. son prácticamente intocables y de este All that you... en adelante son un grupo desgastado. Todo admite matices, desde luego, que merecerían posts más largos. De este disco, veinte años después conservan mejor tipo canciones menos explotadas como Kite, In a little while, Wild honey y New York que piezas recurrentes y cansinas como Beautiful day, Elevation o Walk on. Ay, ay. Y a Bono ya le empezaba a fallar la voz, convenientemente maquillada en estudio. Algunos aún tenemos fe en que U2, quizá pronto, consigan despedirse con un álbum realmente memorable, digno de la grandeza que una vez tuvieron y que debería hacerse merecedora de altos honores.
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