Esta sí me gusta, Nick, y mucho. Contra la corriente, le di la espalda a Nick Cave cuando con The Bad Seeds cavó aún más hondo en su luto permanente con el doloroso (en todos los sentidos) álbum Ghosteen, del año pasado, empapado en elogios que en absoluto comparto. Pero ahora encuentro a Nick Cave, grave aún en su tono de profundidad, algo más próximo a la luz en una de esas bonitas canciones que tienden a parecer mejores de lo que son algunas décadas después. Cosmic dancer versión Cave pertenecerá al álbum tributo a Marc Bolan y T. Rex con el que el productor Hal Willner se despidió del mundo hace muy poco. Cave me emociona, está vez sí, con la reinterpretación del tema, ahí cuando los climáticos arreglos de viento sobre los que reposa animan a dejarse mecer cual bailarín cósmico que Bolan una vez inventó.
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