viernes, mayo 08, 2020

CIERRE (II)

Yo nunca estuve allí. De haber estado alguna vez, habría pasado todo el día en el lugar, removiendo y buceando entre discos para llevarme un cargamento. Se dijo que era la mejor tienda de discos del mundo, o la más grande, la más legendaria... puede ser, aunque quizá no la favorita, sin el encanto de la inmediatez y la cercanía. Solo viendo alguna imagen de su interior te ves empequeñecido en tu imaginación. Música sin fin, posters, memorabilia y actuaciones había allí. Ha estado casi veinte años en una esquina de Sunset Boulevard, y ahora sus dueños, sin clientes en estos días de alarma, dicen que preparan la mudanza unas calles más arriba, al bulevar de las estrellas de Hollywood, para abrir de nuevo en otoño... Me conformaría con una modesta tienda de barrio (bueno, esas ya van faltando o ya no quedan) para sentirme en mi propia Amoeba. No sabes cuántas ganas tengo de darme un paseo entre discos y comprarme unos cuantos para volver a creer en la normalidad.

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