martes, abril 19, 2016

VOLUME TWO 77: PJ HARVEY

Crujen guitarras, chirría un saxofón, inquietan percusiones, raspa un violín, arañan teclados y alerta y se expande una voz que deja en suspenso su eco. Gran parte de los discos de PJ Harvey mezclan sonidos y sentimientos de esta manera, en una misma canción o en el conjunto del álbum. Ocurre en su último trabajo, The hope six demolition project (2016), o en el anterior Let England shake (2011), disco demoledor con el que su nueva muestra comparte radiografías críticas y peregrinajes por la denuncia y el sonrojo. Así, es difícil que PJ siembre la indiferencia. Todo lo contrario. Un extraño y adictivo encanto transmite su música, su discurso y la propia trayectoria que la británica ha moldeado desde que a finales de los ochenta saliera de la granja para colgarse una guitarra y gritar unas cuantas crudas verdades.

Su obra expulsa suciedad y virulencia en dosis calculadas, aunque también se suaviza para recogerse en incómodas reflexiones. Por eso conviven el punk, el rock, el pop y un blues un tanto bizarro en una propuesta que alumbra discos brillantes (Dry, To bring you my love, Stories from the city, stories from the sea) y también frustrantes (White chalk, A woman a man walked by). Como ocurrió hace cinco años, ahora con su nuevo proyecto, Polly Jean Harvey me seducirá durante unas semanas.

2 comentarios:

Luis Moro dijo...

falta la nota?

rubén darío dijo...

Aludo al último disco al hacer una reflexión sobre la figura de PJ Harvey, el post no se trata de una reseña del álbum. Pero si tuviera que puntuarlo le daría un 7. Saludos