jueves, marzo 10, 2016

VOLUME ONE 392: YOU CAN'T GO BACK IF THERE'S NOTHING TO GO BACK (RICHMOND FONTAINE)

A estas alturas, muy lejos de los días de adhesión, superada la fase del desencanto e instalado en la indiferencia y más bien la poca confianza hacia el alt-country, americana o como se quiera llamar y recordar, de un modo inesperado me sorprendo disfrutando con el último trabajo de Richmond Fontaine. Este grupo se me escapa, o yo escapo de él, o es que siempre estuvimos alejados y lo que había escuchado (no más de dos discos y alguna canción suelta) no conseguía acercarnos. Por alguna razón de explicación imprecisa me veo mirando más allá del burro solitario en mitad del desierto y averiguando si, como reza el título, no se puede volver atrás si no hay nada por lo que volver. Pues sí, merece la pena regresar. You can't go back if there's nothing to go back to (Fluff & Gravy, 2016) es un trabajo de una tristeza árida y hermosa (Wake up Ray, A night in the city), una colección de relatos que parecen salidos de las plumas de Raymond Carver o Richard Ford, musicalizados por una banda enraizada sin rigores en aquel country alternativo o lo que fuera que despierta a los primeros Wilco, Son Volt o Whiskeytown. Y me vuelve a gustar.

Nota: 8/10

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