La
gente dice que los años pasan más deprisa cuanto más viejo te
haces, o
cuanto más atrás ves tu juventud.
Yo lo creía así hasta este año, y ya van… 2015 ha
sido largo e incierto, novedoso
y esperanzador. Hubo
angustia, fe. Hubo alegría, sacrificio. Vidas fuertes, nuevas vidas.
Cambios,
tremendos cambios.
Me
estoy acostumbrando a ellos. Lleva tiempo, eso creo. Depende de uno,
de cómo es uno. A
veces pienso que no he nacido para esto. Y a veces creo que la vida
me lo tenía reservado en algún momento, como tantas otras cosas que
han ido pasando ante mi vista y he sentido bajo la
piel
a distinta velocidad.
Ella
es
la mejor parte de mi vida. Sí. Después están los viajes (solo o
con ella), la música viva y sin caducidad, un largo paseo y poco
más. Mis placeres son sencillos. Ella
es
un placer sencillo, aunque se complique tanto y crea que aún
vivo en el pasado.
Se equivoca de pleno, ¡vamos si se equivoca! Me
pregunta si hay una canción que me define y luego me las canta
todas, al menos el estribillo para que las reconozca. Me pregunta si
lo está haciendo bien. Mejor no se puede. Si
la
amas, no
puedes amar a nadie más en la vida. Así que esto es lo que hay. Tú.