domingo, junio 08, 2014

LIVE IN 159: JOE HENRY, AVILÉS 2014

'The soul of a man', se llamaba el ciclo. Joe Henry y su alma. La abrió en la intimidad, compartió el sentimiento palpitante de sus canciones. No le hizo falta más que dos guitarras, un piano, el saxo y el clarinete de su hijo Levon y su voz. La música es tan sencilla… Así le puso el broche dorado a su gira acústica de cinco fechas en España, ayer en el Centro Niemeyer de Avilés.

Mi ciclo de los grandes, el de esos músicos que cada día me regalan razones para ser optimista y que me van a acompañar toda la vida, se va completando. Me quedan muy pocos para disfrutarlos en carne viva, cara a cara. Joe era uno de ellos. Joe está en una dimensión diferente, en la nave de quienes convierten la música en un sentimiento purificador, en una necesidad para la salud. Por cómo canta, por cómo transpira su interpretación, por cómo habla y emociona, por cómo suena.
Casi hora y media. Odetta, Like she was a hammer, God only knows, The man I keep hid y medio repertorio de su maravilloso último album, Invisible hour, sonaron celestiales. Me hubiera encantado tener delante a su banda al completo, pero su actuación fue excepcional. Apenas éramos 100 en un auditorio de más de 1.000 butacas. “Hay más intimidad en mi habitación del hotel”, dijo Joe al pisar las tablas, el eco del paso solitario de sus botas. Una pena. O una bendición.

Life is music. Muchas muchas muchas gracias por tu música, Joe Henry.

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