martes, octubre 19, 2010

MELODIAS PARA SIEMPRE

Eso que dicen, ya sabéis: que se puede cambiar de trabajo, de casa, de coche, de mujer, de hábitos… pero nunca se puede abandonar una pasión (a no ser que el trabajo, la casa, el coche y la mujer sean tus pasiones). Entre voces que desprenden calor con acentos que me suenan extraños, hay idiomas comunes. Sonidos fluyen de un lado a otros, flotan aromas distintos, el cuerpo se contagia de otro ritmo, adquiere un mecanismo más despierto y te obliga a no detenerte, a no bajar del vagón, pero siempre te deja unos segundos de calma para absorber una melodía, una música que te suena cercana e íntima en los altavoces de una tienda de música, o la llevas contigo en el bolsillo de la cazadora a todas partes. Y te acuerdas de tantas cosas que tampoco puedes abandonar.

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