jueves, agosto 14, 2008

VOLUME ONE 152: THE HARD WAY (JAMES HUNTER)

En el fondo, aunque caminemos hacia adelante de algún modo no dejamos de mirar hacia atrás, de buscar ciertas inspiraciones en hechos de otros tiempos. En la música no cesa esta tendencia, en ocasiones con rachas fuertes y otras veces más tenues. En lo que va de año algunas novedades discográficas han bebido de fuentes pasadas, como (artistas aludidos en entradas anteriores) demuestran los últimos discos de Vetiver, en el folk americano de los años sesenta y setenta, o Sharon Jones & The Dap-Kings en el soul callejero de la primera de estas décadas. Otro ejemplo es James Hunter, un autor secundario con hechuras de actor principal, una rara avis en los tiempos que corren, un británico blanco con delicada voz de negro que reinterpreta con cariñosa naturalidad soul y rock and roll que hace cuarenta y cincuenta años entusiasmaban a las audiencias.

Yo lo he conocido a través de su último álbum, el cuarto suyo en doce años, The hard way (Hear Music, 2008), con el que de un modo magistral rinde admiración y revive la figura de Sam Cooke, principalmente. Su forma de cantar es casi idéntica, aunque sin el grado de genialidad innata y énfasis emocional que sí tenía la voz de Cooke. Otras veces parece brotar de alguna de sus canciones el fantasma de Otis Redding o sentirse la fiebre de un Little Richard más moderado. Hunter es sencillo y sincero, además de un excelente guitarrista que con su vocación retro le da una bofetada a la música del futuro (sea cual sea).

Nota: 8/10

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amén.