GREATEST HITS 306: ... WILCO

Ocurre a veces que un grupo de hombres, o mujeres, crean algo superlativo cuando se juntan en torno a la música. Los discos donde aparecen las canciones que hemos publicado en los últimos posts son para este blog lo mejor del año que termina. La elección de 2022 tiene en la cumbre Cruel country, el trabajo más reciente de Wilco, ese placer superlativo.

¡Feliz año nuevo a todo el mundo!

GREATEST HITS 305: ... KEVIN MORBY

Bittersweet, TN (feat. Erin Rae), en This is a photograph, de Kevin Morby.

GREATEST HITS 304: ... THE DELINES

Little Earl, en The sea drift, de The Delines.

GREATEST HITS 303: ... BETH ORTON

Weather alive, en Weather alive, de Beth Orton.

GREATEST HITS 302: ... ERIN RAE

Can't see stars (feat. Kevin Morby), en Lighten up, de Erin Rae.

GREATEST HITS 301: ... SPOON

My babe, en Lucipher on the sofa, de Spoon.

GREATEST HITS 300: ... IAN NOE

Burning down the prairie, en River fools & mountain saints, de Ian Noe.

GREATEST HITS 299: ... PLAINS

Abilene, en I walked with you a ways, de Plains.

GREATEST HITS 298: ... DAWES

Comes in waves, en Midadventures of Doomscroller, de Dawes.

GREATEST HITS 297: ... LAURA VEIRS

Winter windows, en Found light, de Laura Veirs.

 

BIEEEEEN

A falta de estímulos nuevos, sigue el juego. Busco más chispazos pero nada se enciende. Las luces ya brillan, unas más que otras pero todas dejan ver su brillo.

Estos son producciones muy dignas de 2022 que pasaron por mi reproductor; no son lo mejor de lo mejor, pero están muy bieeeeen. La buena música es motivo de celebración.

Los álbumes de versiones de Cat Power y Cowboy Junkies. Ellas: Aoife O'Donovan, Gaby Moreno, Joan Shelley. Ellos: Calexico, Jonathan Jeremiah, Marcus King, The Black Keys, Van Morrison. 

PUUUUUF

El tiempo de repaso que llega cada año prepara sus selecciones, lo mejor de entre lo bueno. La excelencia debe ser acotada. Me cuesta creer que haya publicaciones que se van al medio centenar y más allá de lo excelso, cuando el tiempo que nos consume la vida demanda hoy una decena o poco más de aquello que debemos recordar, conservar y volver a escuchar con placer cuando el reloj no aprieta. No tengo muchas excelencias este año, pero las que están en esa decena lo son en grado algo. En unos días aparecerán por aquí... Pero en este juego anual de elecciones y placeres compartidos me permito ahora esta variante, este otro juego: unos cuantos álbumes que veo por ahí en las posiciones altas y a los que no soy capaz de encontrarle atractivo alguno. Pocos, que me enfado...

Big time (Angel Olsen) / Chloe and the next 20 century (Father John Misty) / Renaissance (Beyonce) / The Car (Arctic Monkeys) / Skinty Fia (Fontaines DC) / Ethel Cain (Preacher's daughter) / Motomami (Rosalía)

SOUNDTRACK 271: BOWIE SOBRECARGADO

Retratar a un gigante a través de un documental, desnudarlo desde diversos ángulos y en multitud de escenarios... ¿Cómo? La fórmula que adopta Brett Morgen en Moonage daydream para abrir y mostrar a David Bowie en su universo musical y audiovisual descarta lo convencional, el relato periodístico al uso en forma de reportaje, y se entrega a la derrama excesiva de sonidos, imágenes, recortes, palabras, actuaciones... Los enfoques confluyen en una lisergia abrumadora, un ponche agotador de material exclusivo que los herederos de Bowie han servido envuelto en oro al documentalista. La saturación se impone, despiadada, sin apenas reposo, al servicio de un retrato que pretende ser fascinante y en el fondo, hasta se antoja grotesco. ¿Qué quieren que opine? Que hoy, cuando se extingue 2022, el Bowie que radiografía este documental a mí no me seduce. Será que la capacidad de sorpresa y admiración responde hoy a otros estímulos. Me quedo con las canciones, con los discos. No todos.

BONUS TRACK 271: THE ROD STEWART ALBUM (ROD STEWART)

Lo que este hombre ha hecho en los últimos cuarenta años me interesa poco, si acaso algún destello esporádico llega a gustarme. Pero desde finales de los setenta hacia atrás, ahí amigo, ahí, eso es otro cantar, eso es artesanía de lujo. Eso, pese a la prolongada mediocridad, lo mantiene en las cimas. Allá por 1969, el bueno de Rod se baja del barco pilotado por Jeff Beck y firma su propio disco (The Rod Stewart Album en su título americano y con cubierta sobria y plana; An old raincoat won't ever let you down titulado en Inglaterra y con portada inquietante). 

Los Faces estaban brotando y el amigo Ronnie Wood ya se arrimaba a Stewart como escudero de confianza, afanado en el bajo y el cuello de botella para acariciar su guitarra. En las teclas, MacLagan ya había fichado y hasta Keith Emerson se dejaba invitar en este primer álbum. Es el arranque de una serie de discos magistrales de Rod con y sin Faces. Aunque escaso, poco más de media hora para ocho temas, The Rod Stewart Album es perenne reliquia de explosiva alianza entre folk, blues y rock.