miércoles, septiembre 22, 2021

LA MÚSICA NO ES LO MÁS IMPORTANTE

Debería extenderme en hablar de este libro. O no, mejor que cada uno lo lea y se entregue a extensas reflexiones. Conviene extraer de su lectura muchas conclusiones sobre cómo somos o cómo la música nos hace y nos va cambiando. O quizá no, solo unas pocas verdades con las que nos sintamos plenamente convencidos. La música es importante, desde luego. O no, no lo es tanto. Depende, según. Contradicciones. Sí. Nuestra música querida nos ha llevado por un mar constante de síes y noes, de dudas y certezas, de adoración y rechazo a lo largo de los años que vamos cargando encima, incluso para el mismo concepto, el mismo grupo, un mismo disco, ese mismo género.

Uno siente un manguerazo de limpieza cuando lee La música no es lo más importante (Libros.com), aguda, certera y entrañable reflexión confesional que el periodista y compañero Javier Becerra hace de las contradicciones que en sus más de cuatro décadas de exploración han puesto molde a su pasión por la música, en tiempos enfermizos de fanatismo o en reposados años de tolerancia. Lo dicho, podría detenerme en muchas de sus ideas y planteamientos, que bien merecen como poco ser meditadas con la misma sensatez con que son expuestas, pero son tantas las dianas en las que Becerra da en el centro que animo a descubrirlas, y muy probablemente compartirlas, con la dedicación a estas páginas. Porque en sus capítulos, guiados por la estela de las experiencias personales con la música, el autor se cuestiona sobre el criterio, el nivel de exigencia, la actitud rockera, la autenticidad indie, las masas consumidoras, la devoción del fan y el poder maravilloso de las emociones que provoca la música... de Joy Division a Xoel López, de los Héroes del Silencio a Camela, de Los Planetas a Iron Maiden.

No son pocas las conclusiones que uno mismo puede guardarse tras leer esta abierta y a la vez íntima confesión. Quédense con esta como guía: disfruten de la música, no la hay buena ni mala, respeten los gustos de los demás y no se crean mejores; la música no es lo más importante de nuestras vidas, no, pero está siempre ahí y la necesitamos.

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