De retornos tardíos hemos hablado a ratos en estas páginas, unos son celebrados con más sorpresa que expectación, otros no alcanzan a comprenderse, como los de The Eagles o The Who, quienes pudieron haber permanecido en el asilo. Pero no volvamos a lo mismo. En otra esfera más modesta vamos a situar a Hot Tuna, por quienes mi aprecio y debilidad nunca ha decaído. Jorma Kaukonen y Jack Casady se han vuelto a reunir para grabar veintiún años después de su último disco de estudio. Y lo han hecho muy bien asociados, de la mano de Larry Campbell, productor también de los recientes trabajos de Levon Helm. Precisamente el último álbum de Hot Tuna, Steady as she goes (Red House, 2011) se ha grabado en el estudio del batería de The Band en New York.
Y menuda celebración la de esta vuelta a escena. Porque el grupo, completado por Barry Mitterhoff y Skoota Warner, además de Campbell en diversos instrumentos, se ha lanzado a la carretera. Por su America, claro. Pues eso, menuda frescura y jovialidad la que desprenden aún estos veteranos camioneros del rock y el blues, recuperando alguna pieza tradicional y componiendo nuevas canciones que ganan músculo y suenan tan cerca. Hay en el disco un poco de ese blues añejo y puntiagudo que tan bien se les ha dado siempre, sobre todo a Kaukonen por su cuenta. Y voces femeninas a cargo de Teresa Williams que por momentos parecen las de Grace Slick cuando se ponía por delante de Jorma y Jack en aquellos tiempos tan lejanos. Por fortuna, en los de hoy en día hay lugar para una muy sabrosa ración de Hot Tuna.
Nota: 8/10
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