Parecen los bastardos repudiados de una comuna, con ese aspecto siniestro y autocomplaciente. Me recuerdan a aquellos chicos del maíz de Stephen King. Un grupito de modernillos cool huidos de los bosques canadienses realmente inteligente, de ideas lucidas y resultados brillantes. No lo dudo porque lo he comprobado, primero con el fantástico Funeral (2007), después con el acertado Neon bible (2004) y ahora con el celebrado The suburbs (Merge, 2010), un disco agraciado por la crítica en un lado y en otro, en medios de una corriente y de otra. Quizá no es para tanto, que se hace largo, pero este álbum sí deja unas cuantas huellas, marca un territorio en el recuerdo de una música que acabas de escuchar y que te invita a acudir a ella pasado poco tiempo. Yo he dejado pasar un par de meses y me he vuelto a conectar a The suburbs, el último trabajo de Arcade Fire. Con su extraña teatralidad, su retorcida grandilocuencia, su desorden armonioso, sus desvíos retro, que esta vez recuperan a Blondie. Y sus pedazo canciones: The suburbs, Ready to start, Modern man, We use to wait, Sprawl II.
Nota: 7/10