Este post responde a la nostalgia, a un viaje de revisitación con la música como motor. Necesitamos a veces que algo o alguien nos quiten años y nos devuelvan a las épocas ligeras carentes de preocupaciones. Cuando conocimos a Skye, cuando supimos de alguien que se hacía llamar Skin. Aquel momento en que descubrimos a unas bandas que tenían por nombre Morcheeba y Skunk Anansie y nos aprendimos durante semanas alguno de sus discos y accedimos a sus atmósferas. Treinta años después nos reencontramos con Skin y Skye en la epidermis de sus grupos. El pasado fue... ni nos planteamos el presente.
Escape the chaos es el nuevo álbum de Morcheeba, The painful truth, el de Skunk Anansie, ambos de esta semana. Ni uno ni otro los consideraremos como los mejores de cada firma, pero treinta años después de aquel idilio pasajero los absorbemos de maravilla, sin exigencias ni ataduras, prestos a una evasión que recibe a sus vocalistas con los brazos abiertos y a cada grupo como merece un digno huésped dispuesto a dejar una agradable estancia. Hasta aquí han llegado con dignidad, cada uno y cada una a través de su propia ruta. Siguen haciendo las cosas bien, y eso es más que suficiente.