Todo parecía tan bonito. En su cabeza saltaban demonios, en su música jugaban ángeles. Las genialidades inaprehensibles viven en el misterio, son desbordantes o inadvertidas. Todavía sigo sin atraparlas en Brian Wilson, son una magia esquiva. Pero en sus canciones se ha ido. O queda para siempre.
miércoles, junio 11, 2025
SOUNDTRACK 290: LA PASIÓN
De las mejores películas que hemos visto en nuestra vida se nos borran algunos recuerdos, detalles de la trama menores, escenas de transición... Pero son muchos elementos los que conservamos para siempre, son los que engrandecen el agrado máximo con el que las disfrutamos. He vuelto a ver El secreto de sus ojos. La primera vez me gustó mucho, la segunda me entusiasmó. Quizá porque desde 2009 Ricardo Darín se ha convertido para mí en la cima de la interpretación y allí donde esté alcanza la excelencia. Tenía aspectos olvidados de la película, pero es imposible no recordar dos secuencias juntas absolutamente magistrales.
El modo en que Sandoval a Expósito explicó por qué detalles de unas cartas pueden saber en dónde encontrar al asesino y la búsqueda y posterior persecución al sospechoso en las gradas, los pasillos y el terreno de juego de un campo de fútbol abarrotado, toda ella resuelta en un asfixiante plano secuencia. Puedes cambiar de todo en la vida, pero la pasión por algo te acompaña siempre: por coleccionar, por leer y conocer, por amar, por el cine, por el fútbol. Por Darín.
lunes, junio 09, 2025
BOOTLEG SERIES 133: TASH SULTANA
Llegan corrientes inesperadas de música vibrante y sugerente. La invitada de hoy suena desde lejos, en Melbourne, embarcada en los entresijos de varios instrumentos, con los que fue grabando vídeos desde la intimidad de sus refugios, piezas que se fueron propagando y conociendo y llegando a la condición de viralidad. Háztelo tú misma, ponle empeño y ve encontrando, quizá, un público que incluso te haga objeto de modesto culto. A Tash Sultana le ha dado tiempo en 30 años a superar adicciones y dejarse llevar por la magia del multiinstrumentalismo en estudio y en giras.
La descubrimos por recomendación con un Ep que sucede a un manojo de álbumes. Return to the roots se abre a variedad de ritmos, se inclina hacia distintos estilos, con las cuerdas como conductoras y la intensidad como sello de interpretación. Este trabajo de media hora, de este año, se cierra con una sobrecogedora alianza con los canadienses City and Colour, sociedad de cruce en las antípodas que fusiona a la perfección en este vídeo.
viernes, junio 06, 2025
VOLUME ONE 690: MORE (PULP)
Las viejas bandas vuelven a la carretera o al estudio, a facturar o a entregar, a bañarse en masas o a recogerse en la grabación de nuevas canciones. Pulp, que en los últimos años se había reencontrado en un par de giras de conciertos, ahora despacha un nuevo disco, el primero en 24 años. Evitaré comparar épocas, dejaré lejos el pasado porque Pulp y Jarvis Cocker nunca me sedujeron y de sus álbumes antiguos no conservo recuerdo bueno, ni siquiera de sus éxitos para la posteridad. En el presente, digo que More (Rough Trade, 2025) sí me gusta.
Más, quiere Pulp. Más son once temas que ensombrecen la fusión glamurosa de entonces, cuando salieron de sus largos comienzos oscuros, y se dispersan hacia parajes más contenidos y envolventes. Puede que no sintonizase con ellos en el pasado porque sus contemporáneos del brit pop me ofrecieron golosinas más sabrosas y a Pulp no conseguí encontrarle el gusto de su sofisticación. Un cuarto de siglo después todos somos algo diferentes y nos encontramos más cómodos en la tranquilidad. En More no hallo vestigios de aquellos Pulp queridos y consagrados, quizá por eso me guste un disco tan controlado como este, de los que nos revelan con muy buenas canciones (Spike Island, My sex, Farmers market) la sabiduría de saber envejecer bien, ellos y nosotros.
Nota: 7,5/10
sábado, mayo 31, 2025
VOLUME ONE 689: GET SUNK (MATT BERNINGER)
Cuando escuchas a The National tienes la sensación de que la mayor parte del tiempo Matt Berninger canta desganado, con la desgana de los sobrados, la que da seguridad en el desempeño. No es reproche, es así la fórmula, y su resultado ofrece sosiego en atmósferas flotantes. Ocurría en Serpentine prison (2020), se repite en Get sunk (Concord, 2025), segundo capítulo en solitario. Y de nuevo se traduce en canciones notables, algunas sobresalientes (Bonnet of pins, Nowhere special), que despiertan hipnóticas y progresan subyugantes en doble dirección: hacia el éxtasis y hacia la relajación. Berninger se acompaña de personal de The National y The Walkmen, y el adorno de voces femeninas convierte sus canciones, su música, en algo misteriosamente acogedor, una vez más.
Nota: 8,5/10
miércoles, mayo 28, 2025
GREATEST HITS 363: EVERYBODY WANTS TO RULE THE WORLD
Asombra escuchar cómo una canción cobra una vida nueva de forma tan diferente a su concepción original sin perder una gota de su fascinación. Siempre me sedujo de una manera pacífica, como aletargada, Everybody wants to rule the world. En la versión de Tears for Fears me lleva a la fiebre de las cintas recopilatorias que ocupaban las tardes. Shout era épica, Everybody... latía cercana y entrañable. Esta versión que aquí puedes escuchar se empapa de un exotismo vibrante cargada con nuevos ritmos, voces imberbes, percusiones variadas que se complementan. Jóvenes músicos anónimos manejan el tema a su antojo sin dejar que se les vaya de las manos. Y la fundación Playing for Change nos vuelve a regalar música transformada y maravillosa.
lunes, mayo 26, 2025
BONUS TRACK 308: DE STIJL (THE WHITE STRIPES)
Cambiar de opinión es legítimo cuando nos ponemos a escuchar música y hablamos de cómo nos produce emociones. Lo que un día no te convencía días después te fascinaba, el descrédito que una vez te enfadó más tarde se volvió crédito y satisfacción. Puede que primero no tuvieras tu día y luego te regocijases en un día fantástico. Pero a veces las barreras del rechazo no hay quien las derribe, no hay día extraordinario que las haga desaparecer. Y eso le pasa a este bloguero con The White Stripes.
Dedicar respeto nunca me faltará, otra cosa es ganárselo. Hoy que me ha dado por brindar una oportunidad de conciliación a un combinado minimalista que nunca me ha hecho gracia, mi atención se deja llevar por la aspereza de su música híbrida, y sigo sin reírme. Puede que De Stijl (2000) sea más llevadero y tolerable que lo que Meg y Jack White fabricaron y destrozaron antes y después, quizá no consigas caer del todo en el hastío cuando asoma un poco de aire tibio entre el óxido.
sábado, mayo 24, 2025
VOLUME TWO 134: SKYE & SKIN
Este post responde a la nostalgia, a un viaje de revisitación con la música como motor. Necesitamos a veces que algo o alguien nos quiten años y nos devuelvan a las épocas ligeras carentes de preocupaciones. Cuando conocimos a Skye, cuando supimos de alguien que se hacía llamar Skin. Aquel momento en que descubrimos a unas bandas que tenían por nombre Morcheeba y Skunk Anansie y nos aprendimos durante semanas alguno de sus discos y accedimos a sus atmósferas. Treinta años después nos reencontramos con Skin y Skye en la epidermis de sus grupos. El pasado fue... ni nos planteamos el presente.
Escape the chaos es el nuevo álbum de Morcheeba, The painful truth, el de Skunk Anansie, ambos de esta semana. Ni uno ni otro los consideraremos como los mejores de cada firma, pero treinta años después de aquel idilio pasajero los absorbemos de maravilla, sin exigencias ni ataduras, prestos a una evasión que recibe a sus vocalistas con los brazos abiertos y a cada grupo como merece un digno huésped dispuesto a dejar una agradable estancia. Hasta aquí han llegado con dignidad, cada uno y cada una a través de su propia ruta. Siguen haciendo las cosas bien, y eso es más que suficiente.
domingo, mayo 18, 2025
BOOTLEG SERIES 132: ALLMAN AND WOMAN
¿Cuál de ellas? ¿cuál de sus seis esposas? La tercera, tiene más sentido. Fue Cher. Sí, algo más que afinidades tuvieron en común Gregg Allman y Cher. En el tiempo en que compartieron lecho y convivencia, tuvieron la ocurrencia de grabar un disco juntos donde tratar de demostrar que no había tantas diferencias musicales. Cher podía adaptarse (y pudo después) a cualquier corriente, otra cosa es que no siempre lo hizo con acierto; y Gregg en realidad no se distanció mucho de sus cauces habituales cuando decidieron ambos ponerle nombre al proyecto Allman and Woman (¿por qué no Cher and Husband?). Bajo el título Two the hard way, en 1977, en mitad de su matrimonio, dieron forma a un álbum maltratado que en el fondo no es tan desastroso como pudiera temerse y la portada transmitir. Gregg había terminado cuatro años antes el estupendo Laid back y no caben las comparaciones, pero en esta experiencia conyugal, aunque algo frágil y liviana, su voz y su estilo prevalecen y la pareja consigue no quedar en evidencia.
LOS ÚLTIMOS EN VOLVER AL ESTADIO
En mi ciudad, su estadio de fútbol, en el que caben más de 35.000 espectadores, solo ha acogido dos conciertos de música en los últimos 30 años; en realidad fueron un macroconcierto de tres días plagado de estrellas (Chuck Berry, Wilson Picket, Robert Plant, Neil Young, por escoger cuatro) y un festival de dos días con artistas de otro perfil (Ozuna, Lola Índigo, Maluma, Xoel López, otros cuatro) tres décadas después. Es muy probable que nadie que fuera al primer espectáculo pagara por ir al segundo, y más posible que sus hijos o nietos estuvieran entre el público sin haber escuchado nada en su vida de quienes fueron a ver sus padres o abuelos.
Ahora el Ayuntamiento ha decidido reabrir el estadio para un nuevo concierto, tan próximo como el verano que viene, un anuncio que no le hecho ninguna gracia al usuario del campo, un equipo de fútbol que, si se aplica, hasta podría aspirar a ascender de categoría en las mismas fechas haciendo uso de su estadio. Uno podría preguntarse: ¿otro macroconcierto?, ¿nuevo cartel de pop, rumba, hip hop, latino, electrónica y rock?, ¿un artista o grupo de máxima categoría capaz de juntar a 35.000 personas en un estadio?
Pues no, la reapertura histórica del recinto para un concierto servirá para que Manolo y Quimi prosigan su gira de reaparición. Alguno soñaba con que Liam y Noel reventaran las gradas y el terreno, pero no, no se hagan ilusiones. Yo escuché la música de El Último de la Fila en sus discos y a Manolo lo vi en directo con agrado. Me gustaron en su momento. Pero ¿de verdad un estadio de esta capacidad se va a llenar con este programa? Que lo disfruten quienes vayan, desde luego. Y dense prisa, puede que 35.000 personas agoten las entradas en menos de dos horas cuando salgan a la venta.
miércoles, mayo 14, 2025
BONUS TRACK 307: SKY'S THE LIMIT (THE TEMPTATIONS)
El cielo es el límite, proclaman los ambiciosos. Los Temptations ya habían superado varias alturas con la entrada en la década de los setenta, a ritmo de casi una veintena de discos al amparo de la Motown. El grupo inclinaba su música a territorios psicodélicos y el discurso adquiría perfiles políticos. Las composiciones de Whitfield y Strong para Sky's the limit (1971) conservaban una armadura soul que se endurecía con vientos más contundentes y entraba en atmósferas turbulentas, como las que flotan en los cortes más extensos, Smiling faces sometimes y Love can be anything. El álbum, donde figura esa delicia luego fortalecida por los Stones, Just my imagination, y la portentosa Ball of confusion, se trastabilla por su inconsistencia pero define el periodo más retorcido y estimulante de una banda legendaria.
lunes, mayo 12, 2025
GREATEST HITS 362: WHAT'S GOING ON... AROUND THE WORLD
Las canciones perfectas no tropiezan con límites. Es un pecado estropearlas. Nacen bendecidas con la grandeza en sus diversas formas y expresiones. Invitan a entrar en ellas para extraerles todo su sentimiento y hacerlo propio. Este es un capítulo más de esa creación colectiva que es Playing for Change, música sin fronteras, unión íntima a través de una canción que allí donde suena atrapa a quien la escucha. Marvin Gaye sabía que estaba componiendo una obra maestra de cualquier momento, de todos, para todos, en Nueva York, Amsterdam, París, Londres, Rio, Novi Sad, cada rincón del mundo.
viernes, mayo 09, 2025
VOLUME ONE 688: PINK ELEPHANT (ARCADE FIRE)
Antes, durante y después de la escucha del nuevo álbum de Arcade Fire te puedes hacer preguntas como estas: ¿Esta banda conserva fans con el entusiasmo que manifestaron hace casi dos décadas? ¿Esta banda está ahora realmente entusiasmada con su último trabajo? ¿Quienes vimos disuelto en el aire la admiración que tuvimos en su momento seremos capaces de recuperarla? ¿Necesitaba el grupo presentar un nuevo disco tanto como el público reencontrarse con ellos? Vence la negativa por respuesta. Nos gustaron mucho; ahora, botón de apagado.
Pink elephant (Columbia, 2025) es un álbum de desconcierto, insípido, difícil de agarrar y fácil de soltar, decepcionante sin que hacia él sintiésemos la mínima predisposición de confianza. Tocar la cima de The suburbs (2010) queda ahora más lejos que cuando de ella nos alejaron vacuidades como Everything now y WE. Desaparece esa tendencia a la épica por la que nos conducían Butler y Chassagne, el subidón escalofriante de estadio; prevalece la contención y la reserva, el temor a elevar la voz, a descarrilar... aunque las canciones no llevan a ninguna parte.
Nota: 4,5/10
lunes, mayo 05, 2025
GREATEST HITS 361: TONES OF HOME (BLIND MELON)
En cualquier momento te sorprende el regreso de una canción antigua, de esas que llevan muchos años a sus espaldas pero en realidad no te parecen tan lejanas. Será porque aún crees que sigues sin peinar canas pero las ves caer a chorros cuando vas al peluquero. Qué jóvenes éramos, te dices al ver cantar a Shannon Hoon, y cómo me gustaba su banda, Blind Melon. Nada fue igual cuando él se fue. En la cafetería, sobre nuestras conversaciones, flota No rain. Era una delicia pop en una banda con armadura rockera, un poco limpios para entrar en el club grunge, en el recuerdo... merecedores de no lucir etiquetas. Tones of home los vestía como un grupo vitalista, rockeros elásticos en la pista de despegue, sin señales de vértigo aún.
miércoles, abril 30, 2025
VOLUME TWO 133: BUNBURY, SIN SABER QUÉ DECIR
Tenía ganas de escribir algo sobre Bunbury, ahora que acaba de desvelar sus nuevas canciones en el disco Cuentas pendientes (2025). Pero me he quedado en blanco ante la blancura de la pantalla, los dedos paralizados sobre las teclas. Este blog contiene a Bunbury en algunos textos, y en ellos he expresado ya lo que ahora pensaba escribir: la adicción a los Héroes, la decepción con el artista en solitario, la indiferencia a su versatilidad, los puntuales reenganches a su música, el interés por la persona y sus inquietudes musicales, el hartazgo con el personaje y con esas inquietudes que he encontrado frustrantes, un documental, un libro, otro documental, canciones inspiradas, discos intragables.
Hay músicos de los que cuesta desprenderse, incluso aunque te causen más malos tragos que sensaciones refrescantes. Te queda con ellos la sensación de tratar de concederles el perdón permanente, la intuición de descubrir de una vez por todas por qué son tan admirados y por qué su parroquia es tan firme en su fidelidad: acabas comprendiendo esto último, pero te cuesta convencerte de lo primero. Es lo que a mí me ocurre con Bunbury, aunque hayan pasado más de tres décadas y media de aquel flechazo instantáneo, un latigazo que dejó de escocer con el tiempo. Alguna vez desde entonces, solo en algún relámpago, he creído recuperar cierta fe. El Bunbury de este 2025, el que rinde cuentas, la entierra por completo.
sábado, abril 26, 2025
VOLUME TWO 132: WILLIE NELSON
Nos lo creeremos un día de estos: "Willie Nelson muere después de grabar una canción". Willie está a punto de cumplir 92 años y desde 1965 ha publicado anualmente sin interrupción uno, dos o más discos cada año. En 2024 fueron dos, en 2023 tres, en 2022 y 2021 otros dos cada vez. Nuevos temas, viejos temas, versiones, duetos, lo que sea, lo que le apetezca. Un titán infatigable, una fábrica de canciones. Déjenlo así, cada uno a lo suyo mientras las fuerzas se lo permitan.
Oh, qué hermoso mundo, exclama Willie desde la cubierta de su último trabajo, una imagen irreal que parece real, con la vista de un vasto paisaje que un jinete contempla de espaldas al oyente. El mundo le ha dado muchos años al viejo cowboy. Quiero creer que allá lejos, habrá alguien, habrá algunos, no sé cuántos, que acuden fieles a cada cita musical con Willie y entran con los ojos cerrados en ese mundo bonito que el forajido ha contado con su música.
No estoy entre esos fieles. Nelson es alguien admirable que ha pasado por mi vida sin hacer ruido. Me gustan bastante algunos discos (The border, por ejemplo, el penúltimo hasta la aparición de ese mundo hermoso en el que toma prestados temas de otro veterano, Rodney Crowell), a muchos otros no les encuentro el sabor, y no, no he escuchado sus (como dicen las cuentas) 77 álbumes de estudio. Pero Willie, hay que admitirlo, es un fenómeno extraordinario de la naturaleza de la música.