Todo se tuerce y tú lo enderezas. Si pienso mal, no acertaré. A tu paso no hay lugar para el dolor. Así es inmejorable. You have no price. What would I do without you? Buena suerte
martes, agosto 30, 2011
NO PRICE
jueves, agosto 25, 2011
VOLUME ONE 244: I’M WITH YOU (RED HOT CHILI PEPPERS)
Los Peppers vuelven a escena sin John Frusciante en las guitarras, estelar protagonista del álbum anterior, Stadium Arcadium. Le suple en I’m with you (Warner, 2011) el joven Josh Klinghoffer, cuyas cuerdas, muy variadas, se esconden en una maraña de efectos de producción y bajo la dictadura rítmica del bajo revoltoso de Flea. De los 14 temas sobran dos. Aturde y enciende el arranque, Monarchy of roses, el single The adventures of Rain Dance Maggie es resultón, Look around resucita el Mother’s milk, y algunos trucos de sobreproducción, a cargo de nuevo de Rick Rubin, robustecen buenos temas como Brendan’s death song o Police station. Bien, pero no tanto.
Nota: 7/10
jueves, agosto 18, 2011
VOLUME ONE 243: DIRTY JEANS & MUDSLIDE HYMNS (JOHN HIATT)
Es de una raza a la que el tiempo no obliga a repararse, incorruptible. Se le venera con respeto máximo. Faltaría más. Lo tuve delante hace unos meses presentando The open road, su penúltimo trabajo, allá en Shepherd’s Bush. El último es Dirty jeans & mudslide hymns (New West, 2011), empaquetado tan deprisa y con tanta maestría como la que su veteranía lo recubre. John Hiatt luce esa madera de artesano sabio en su último disco, magnífico cofre de historias que huele y sabe a raíces, musgo y rocío. Entre lo mejor de sus joyas.
De cabo a rabo, con la aspereza ruda de Damn this town y la ternura crepuscular de When New York had her heart broke. Entre un tema y otro, hay donde escoger maravillas: Don’t wanna leave you now, Adios to California, Hold on for your love… Infalible.
Nota: 9/10
viernes, agosto 12, 2011
miércoles, agosto 10, 2011
VOLUME ONE 242: QUEEN OF THE MINOR KEY (EILEN JEWELL)
Ocurre que te separas de alguien un tiempo pero no dejas de estar enamorado. Y cuando te reencuentras constatas que cualquier paréntesis es incapaz de acabar con tu amor. Ya no podré desenamorame de Eilen Jewell, sobre todo si se empeña en levantarse como una reina pacífica del rockabilly contemporáneo. Queen of the minor key (Signature Sounds, 2011) es su quinto disco, la cara tan bonita con la que nos tropezamos después de ese tiempo de ausencia física y eterna presencia emocional.
Otra vez Eilen se entrega a su música con su parsimoniosa imagen y voz, sin golpear con sus botas en el suelo ni arrugar su rostro. Sus canciones siguen rindiendo tributo al rock and roll de los cincuenta, al blues, al country, con un poco de surf y de folk y esa banda tan pulcra y precisa que la acompaña. Santa Fe y Only one, tranquilas y tiernas, son el contrapunto del animado repertorio que componen I remember you, Warning signs o Bang Bang Bang. Queen… es tan fresco como Letters from sinners and strangers, está a un pelo de la divina hermosura de Sea of tears. Y es otro gozo.
Nota: 8/10
BEAUTIFUL
Una canción y sus voces entrelazadas. La sorpresa que nunca te esperas. Una lectura íntima. Una boca que no deja de reír. La noche en el campo. El silencio en la niebla. Los dibujos que adornan sus orejas. Las manos por los brazos. Lo que dices y lo que callas. Cuando estás a su lado y cuando estás lejos. Nada hay más bonito que puedas encontrar.
jueves, agosto 04, 2011
VOLUME TWO 55: SCREAMING TREES
Yo los encajo en la primera división del grunge (por llamarlo así, como se conoció en su día y perdura), pues la segunda línea de bandas de rock duro de Seattle son bastante mediocres (y malas), como pude comprobar en un reciente documental. He vuelto a Screaming Trees un par de días, no por tratar de resolver cuál de sus dos últimos álbumes es mejor, Sweet oblivion (1992) o Dust (1996) (la pelea se mantiene, uno no es superior al otro), sino al encontrarme con una colección de rarezas y un inédito álbum de ocho cortes que nunca vio la luz a finales de los noventa. Ambos archivos guardan tan buenos temas como los que contienen los discos oficiales, así como la esencia de la banda, su energía juvenil, las rugosas guitarras de Gary Lee Conner, la personalidad intrigante de Lanegan, la contundencia rítmica de Martin.
Duraron una década. Oscuros al principio, sin cuajar éxito. No interesaban a las compañías. Domesticaron su primitivismo sin perder agresividad. Se pelearon, trabajaron por separado y acabaron disolviéndose después de ese díptico glorioso de discos. Festejaría un reencuentro. Nos conformaremos con Last words, una grabación sin publicar con aquellos temas de finales de los noventa que aparece ahora en las tiendas.
martes, agosto 02, 2011
LIVE IN 111: PJ20 ADVANCE
Ya está completo, hay miles de horas en la sala de montaje, imágenes que nunca hemos visto, otras perspectivas, nuevas impresiones, las que traen los años, 20 nada menos. Han dejado atrás la adolescencia y yo quiero que sigan envejeciendo bien. Un buen amigo suyo, Cameron Crowe, ha hablado con ellos hasta cansarse, ha buceado en los archivos y nos ha transmitido ese espíritu de la juventud que hace respirar el rock and roll. Hasta septiembre no podremos verlo, quizá un poco antes. Enhorabuena. Siempre con vosotros, PJ.