De algunos grupos no te esperas ya que te entusiasmen como lo hicieron hace tiempo, en juventudes idílicas de vivencias añoradas. Pero… nunca es tarde y nada es definitivo. A The Jayhawks, adorados por un público apegado y recelados por una crítica exigente y reacia a los sentimentalismos, yo me he arrimado con retraso, después de una etapa de indiferencia y reconociendo ahora sus reconocibles virtudes. Hoy celebro la imprevista reaparición de la banda con el lanzamiento de su noveno disco, Paging Mr. Proust (2016). Bonito, muy bonito, y bueno, muy bueno.
¿A qué
Jayhawks nos encontramos? Mark Olson volvió en 2011 para el inadvertido pero
meritorio Mockingbird time, pero esta vez se baja de la nave, donde a Gary
Louris le acompañan Tim O’Reagan, Marc Perlman y Karen Grotberg. ¿Y por qué
suenan tan bien, tan irresistiblemente bien estos Jayhawks? Creo que en gran
parte por la producción equilibrada de Tucker Martine y Peter Buck, con la que
el grupo se balancea placenteramente entre la armoniosa calidez (Quiet corners
& empty spaces, Isabel’s daughter) y el músculo atmosférico (Ace, Comeback
kids). Hoy la banda luce un sonido más huesudo sin perder el delicioso sabor de
su carne.
Nota: 9/10
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