domingo, noviembre 29, 2020

GREATEST HITS 257: SLEDGEHAMMER (PETER GABRIEL)

El videoclip de esta canción lo tenía grabado en más de una cinta VHS. Era aquella época en la que la tele, los únicos dos canales que veíamos (tres, si nuestra comunidad autónoma presumía de cadena), emitía vídeos en programas musicales o en espacios entre programas de madrugada para rellenar. En la mitad de los ochenta algunos músicos que llegaban de una y dos décadas atrás se perdían o enredaban en discos olvidables o desconcertantes, pero otros como Peter Gabriel despejaban su música de los ropajes más estrafalarios para hacerse accesibles. En la fórmula era clave la efectividad, y el disco So (1986) era un trabajo inteligente que daba en el centro de la diana. Además de la hermosa canción Don't give up, con la voz compartida de Kate Bush, otros dos temas convertían el álbum en dinamita lujosa: Big time y Sledgehammer, ambos con inventivos vídeos de animación stop motion y el propio Gabriel pasándoselo en grande. Ya no tengo aquellas cintas de vídeo, pero sí Youtube a mano. Y este buen disco cerca.

jueves, noviembre 26, 2020

BOOTLEG SERIES 90: THE JADED HEARTS CLUB


Nunca viene mal una descarga de energía revitalizadora, un punto y aparte de conexión vigorosa. Aunque sea por casualidad, una anécdota, un margen curioso que en el futuro deje una sonrisa de gusto al recordarlo. En el fondo, The Jaded Hearts Club son un capricho británico anecdótico: unos amigos que dejan a un lado sus bandas, se juntan para tocar canciones de los Beatles primero y viejos clásicos del soul después, joyitas escondidas que guarda aquel soul británico del norte que dejaba a los jóvenes bailando hasta la extenuación. Pues eso. The Jaded Hearts Club reúne a miembros de Blur, Muse, Jet, The Last Shadow Puppets y The Zutons en una misma formación, un supergrupo probablemente fugaz, pero que se lo ha pasado bien grabando este año You've always been here, media hora de vigorosa reinterpretación soul (Reach out I'll be there, I put a spell on you, Money (That's what I want), Fever) que da ganas de bailar y sudar en una de esas pistas ahora vacías. Se visten de negro, cazadoras de cuero, pantalones ajustados, una imagen molona. Molan.

sábado, noviembre 21, 2020

GREATEST HITS 256: TRES MUJERES, TRES CANCIONES

Entre las tres suman 187 años y casi 50 álbumes en solitario. Por este blog han pasado mucho, algo y muy poco. Y hoy están invitadas porque siguen componiendo estupendas canciones. Aquí las admiramos, aquí queremos compartir la fuerza inagotable que Ani DiFranco, Rosanne Cash y Stevie Nicks conservan en su más reciente música.

 


BONUS TRACK 229: COSMO'S FACTORY (CCR)


El ensayo en familia durante el confinamiento que John Fogerty y sus tres hijos han grabado e ilustrado con una recreación de la portada del disco Cosmo's Factory (1970), un insulso experimento titulado Fogerty's Factory, me conduce de vuelta al álbum original, el primero de Creedence Clearwater Revival que adquirí en una tienda ya cerrada muy cerca de donde ahora trabajo, una 'factory' bien diferente a la musical. Habrán pasado casi 30 años desde aquella vez que pedí recomendación al empleado de la tienda. "Llévate este, es el mejor de la Creedence", me dijo entregándome el vinilo. Sí, es problable que sea el mejor disco de CCR.

Cosmos's Factory, con sus grasientas versiones de blues y rock and roll y un manojo de sus vibrantes temas originales (Ramble Tamble, Run through the jungle, Who'll stop the rain) se erige en un monumento quintaesencial del grupo californiano. En muy pocos años grabaron y giraron mucho y en su quinto trabajo dejaron para la posteridad una brutal 'cover' del clásico de Marvin Gaye I heard it through the grapevine que todavía hoy deja sin habla.

martes, noviembre 17, 2020

VOLUME ONE 553: NORTEAMERICANA AQUÍ (LUIS MORO)


¿Qué hilo enlaza a Joe Henry con Ani Difranco, a Calexico con Iron & Wine? ¿En dónde se encuentran Warpaint y Sharon Van Etten, Eilen Jewell y Devendra Banhart? ¿Hay algo en común entre Wilco y Kevin Morby? Las respuestas a estas preguntas coinciden en Norteamericana aquí (Laboratorio Azul, 2020), el octavo álbum de Luis Moro. Aquí y ahora. La banda sonora de su carrera paga peaje este año en la música de estos autores y autoras estadounidenses, inspiración y motor del nuevo disco de un artesano cuyo inconformismo creativo le ha llevado a rendir homenaje a una decena de sus fuentes musicales sin sacrificar en absoluto su propia identidad.

Diez versiones adaptadas al castellano. En el juego de las 'covers' hay quien apuesta por arrimarse demasiado a la canción original para evitar resbalones o salidas de tono, y quien, al contrario, se atreve a reconstruir las bases para crear diseños irreconocibles. Por una vía intermedia siempre intrigante conduce su propuesta Luis Moro, quien deja traslucir la pasión con que se aproxima a sus referentes para ofrecer una singular reinterpretación de sus canciones, grabadas a caballo entre Galicia y Andalucía a lo largo de este año con músicas gallegos, andaluces y de esa inspiradora Norteamérica.

¿A qué saben estas versiones? ¿A dónde nos llevan? A espacios abiertos a la luz mortecina del atardecer, a refugios sentimentales, bienestar en suspiros. Lucen con eco contagioso las 'covers' de Wilco (One wing), Banhart (Never seen such good things) y Calexico (Girl in the forest), que suenan libres y cercanas. Son absorbentes y desprenden un clima cautivador los temas reinventados de Henry (Flesh and blood) y Morby (Harlem river), con quien más se puede ahora comparar al músico coruñés. Luis, algo más comedido y monótono en su cadencia vocal pero de nuevo sugerente, llena su música de exquisitos matices sonoros ajustados en la sala de producción. Una lección de valentía devota bien aprendida.

Nota: 7,5/10

 


domingo, noviembre 15, 2020

BOOTLEG SERIES 89: LAS CANCIONES PERDIDAS DE GILLIAN


Gillian Welch no levanta la voz cuando canta, lo hace en un mismo tono cuidadoso y tranquilo que a veces parece desvelar desaliento o cansancio. Gran parte de sus temas reposan en superficies planas sobre los que se tuestan al calor de una hoguera encendida en lugares apartados de frondosos bosques. Estas cualidades crearían en mí más recelo que entrega, sin embargo, Gillian (y no olvidemos a su eteno acompañante David Rawlings) con su gentil sobriedad transmite una profunda expresividad que resulta aliviadora. En tiempo de encierros al abrigo del hogar, Welch y Rawlings han sacado de sus archivos 48 canciones que no entraron en sus grabaciones entre 2001 y 2003, fechas de sus dos álbumes más notables, Time (The Revelator) y Soul journey. La recopilación, repartida en tres volúmenes que han visto la luz en los últimos tres meses, lleva el nombre de Boots no.2. The lost songs, con sus correspondientes entregas 1, 2 y 3. En ellas Gillian y David, sin nada más que sus voces y guitarras, crean una hogareña receta para la evasión pacífica y contemplativa.

jueves, noviembre 12, 2020

VOLUME ONE 552: SERPENTINE PRISON (MATT BERNINGER)


No consigo sintonizar con The National. Su música se me ofrece con una arquitectura deslumbrante, con elegante diseño, pero no viviría en ese edificio, me sentiría extraño y fuera de lugar. Reconozco que posee un glamour inquietante, condición que en no pocas ocasiones da una lustrosa imagen a bandas acomodadas bajo el amplio, impreciso y generoso paraguas del indie rock. En una primera escucha de Serpentine prison (Book Records, 2020), el primer álbum en solitario del líder de The National, Matt Berninger, podría extraer sensaciones parecidas a las que tengo con su grupo, pero algo subyace bajo el humo hipnotizante que sale de su decena de canciones y se queda pegado en el paladar de estímulos musicales. No sé cuál es el factor clave que me mantiene cerca de este disco, que bien podría haber firmado The National en conjunto. ¿Quizá que un inesperado Booker T Jones ejerce de productor y deja que sus teclas se derritan sutilmente por el contenido como compañía de una estilizada propuesta sonora?

Otra pista explicativa es que este álbum contiene tres o cuatro temas brillantes, uno de ellas por encima de las demás: Love so little, una arrebatadora cima compositiva de este año. Pero no olvidemos Collar of your shirt o Serpentine prison para cerrar el repertorio. Berninger, con su voz adormecida, es un listo encantador de canciones, piezas que mima y entrega con cuidado, bien cantadas, bien arregladas. Bien este disco, mejor que los de The National.

Nota: 7,5/10

domingo, noviembre 08, 2020

BONUS TRACK 228: ALL THAT YOU CAN'T LEAVE BEHIND (U2)


Si hace poco nos preguntábamos, entre el pesar y la nostalgia, quién compraba hoy discos, nos tememos también (y más) que haya caído incluso más bajo la cifra de quienes compran reediciones con material extra, esas ediciones deluxe con uno, dos o tres discos más que muestran su anzuelo a los fanáticos o a algún cliente despistado. El caso es que hay lanzamientos frescos para conmemorar aniversarios redondos o especiales. Por alguno me dejo engatusar, más que nada para descubrir piezas inéditas en el relleno o para repasar un álbum original que tengo olvidado. Por ejemplo All that you can't leave behind, disco de U2 que cumple 20 años ni más ni menos.

Pues hace dos décadas escribía yo (en ese papel que mancha los dedos y que los niños de hoy ya no tendrán entre sus manos en el futuro más cercano) que aquel álbum recuperaba al U2 que muchos deseábamos oír, un grupo que dejaba atrás la parfernalia escénica y las lentejuelas y desvaríos mediáticos de la década anterior. Hoy me retracto de alguna de las lejanas impresiones que me dejó este trabajo, que en 2020 se escucha con la pereza que la propia banda se ha ganado a pulso y que ya no pasa del correcto, del bien como nota, siendo algo más generosos.

Ocurre, como le pasa a tantos otros grupos longevos y estables, que el tiempo castiga su música más reciente y mantiene intocables los destellos de sus mejores episodios, que son los más antiguos. Porque de Boy (1980) a Pop (1997) Bono & Co. son prácticamente intocables y de este All that you... en adelante son un grupo desgastado. Todo admite matices, desde luego, que merecerían posts más largos. De este disco, veinte años después conservan mejor tipo canciones menos explotadas como Kite, In a little while, Wild honey y New York que piezas recurrentes y cansinas como Beautiful day, Elevation o Walk on. Ay, ay. Y a Bono ya le empezaba a fallar la voz, convenientemente maquillada en estudio. Algunos aún tenemos fe en que U2, quizá pronto, consigan despedirse con un álbum realmente memorable, digno de la grandeza que una vez tuvieron y que debería hacerse merecedora de altos honores.

viernes, noviembre 06, 2020

VOLUME ONE 551: MISFIT'S JUBILEE (JIM WHITE)


Este hombre es una rareza. Un raro en el sentido de esquivo e imprevisible, un juguetón un poco marciano. Según diversas fuentes, parece que antes de dedicarse a componer música resbaladiza y cubierta de capas desconcertantes, Jim White fue surfista, predicador, comediante, boxeador, taxista y modelo... a saber cuánto tiempo de su vida dedicó a estas labores y de qué manera afectaron a su faceta creativa. Su hoja de méritos musicales contiene un par de álbumes excepcionales (Drill a hole in that substrate and tell me what you see y Transnormal skiperoo, los dos de la pasada década), pero también pastiches poco digestivos (Wrong-Eyed Jesus y Take it like a man). Así que afrontaba con incertidumbre Misfit's jubilee (Loose, 2020), un volumen más de su idiosincrasia artística en la que se compenetran lo bizarro y lo (algo más) convencional. No sabes muy bien cómo catalogar sus canciones, que ora se tiñen de rock psicodélico ora se salpican de gotas jazzísticas, ora adquieren tintes fronterizos ora retuercen esencias de folk y blues; un mismo tema toma varias direcciones pero sin perder el norte. Y eso, cuando se hace bien, es de agradecer en oídos inquietos. Esta vez, la rareza de Jim White se hace accesible y alentadora.

Nota: 7/10

miércoles, noviembre 04, 2020

VOLUME ONE 550: DESTINY HOTEL (CORDOVAS)


En aquel momento (estábamos en 2007), los Felice Brothers me parecieron lo más próximo a The Band. Venían de Woodstock, muy cerca de la Big Pink donde Robertson, Helm, Danko, Hudson y Manuel, encerrados, encontraron su identidad. Los años fueron haciendo caer matices a los Felice y el parecido se fue empañando. Ahora escucho a Cordovas y advierto otro espejo que me devuelve el reflejo de The Band, al menos en la mitad de las canciones de este álbum, Destiny Hotel (ATO, 2020), una obra que pone sus raíces en el mejor country rock de hace cinco décadas y por la que desfilan los fantasmas de Clapton con Delaney y Bonnie, los hermanos Allman y Little Feat.

Ojo, están claras las inspiraciones, pero Cordovas tienen entidad y género propios. Eso se aprecia en la firmeza con que Joe Firstman pilota una nave en la que resaltan su voz, el respaldo de coros femeninos y el alfombrado calor de un Hammond vibrante. El disco, que se queda a un suspiro de los 28 minutos, se mete dentro enseguida y sin rodeos por la facilidad con que revive lejanas páginas de la mejor música americana, por su empeño en no dejar que se muera.

Nota: 8/10

domingo, noviembre 01, 2020

GREATEST HITS 255: ATLANTIC CITY (BEN HARPER)

Noviembre ya. He aquí una de esas canciones infalibles que en la voz y el enfoque de cualquiera funcionan sin reproches. El mejor tema de Nebraska, que Springsteen convierte en una cumbre de sus conciertos cada vez que lo electrifica, adquiere raspados contornos en esta interpretación de Ben Harper, apoyado por su formación Relentless7. Harper, que en el otoño de su vida ha entregado un álbum invernal no apto para todas las paciencias, ensayaba hace ocho años esta versión magnífica de Atlantic City.