jueves, diciembre 30, 2021

LIVE IN 270: ME QUEDO CON ESTO TAN TAN BUENO

Hace poco un conocido al que hacía mucho tiempo que no veía me preguntó si aún seguía escribiendo en este blog. Aquí seguimos, o resistimos. Me dijo que se acordaba de los mejores discos que enumeraba al final de cada año, que él los apuntaba y escuchaba aquel o aquellos que no había escuchado los meses anteriores y que le inspiraban confianza. Yo también lo hacía, recuperar uno o dos trabajos que se me habían escapado de aquellas listas de otros blogs o medios afines que repasaban los mejores álbumes de un año. Sírvanse si quieren de mi receta. Destaco una veintena de muy buenos discos en 2021, que redondeo con estos diez sobresalientes. Feliz año nuevo a tod@s.

A Southern gothic (Adia Victoria)

What the flood leaves behind (Amy Helm)

Revolutionary love (Ani Difranco)

From dreams to dust (The Felice Brothers)

Quietly blowing it (Hiss Golden Messenger)

Sonora (Los Eternos)

Raise the roof (Robert Plant & Alison Krauss)

Good woman (The Staves

Surrounded by time (Tom Jones)

The moon and stars: Prescriptions for dreamers (Valerie June)


Completan la mejor selección del año 2021 los últimos trabajos publicados de Arlo Parks, Chris Eckman, Houndmouth, Israel Nash, Minor Moon, Morgan, Óscar Avendaño y Reposado, The Black Keys, Tony Joe White y Van Morrison.

sábado, diciembre 25, 2021

VOLUME ONE 587: GEORGIA BLUE (JASON ISBELL AND THE 400 UNIT)


De entre los varios discos de versiones que ha dado este año, este es uno de los que obtiene muy buena nota. La historia nace de una promesa, pero antes de contarles, empiezo a nombrar. Músicos de Georgia: Otis Redding, James Brown, REM, The Black Crowes, Allman Brothers, Cat Power, Drivin' N Cryin' Gladys Knight, Vic Chesnutt. A estos y a alguno más homenajea Jason Isbell y su banda, The 400 Unit, en Georgia Blue (Southeastern, 2021) para cumplir lo que prometió: que grabaría un disco benéfico de covers de temas compuestos por músicos de Georgia si el demócrata Joe Biden ganaba en ese estado las pasadas elecciones norteamericanas. Biden ganó más que en esta tierra sureña y apartó a Trump de la presidencia. Lo dicho, lo prometido, es un hecho. 

Georgia Blue es más que un tributo intenso y entrañable a los mejores talentos musicales que nacieron en Georgia y triunfaron más allá de sus fronteras. Por fin, después de varios intentos que se me resistían, puedo decir que Jason Isbell tiene su gran disco. El reparto de secundarios también pesa lo suyo: Steve Gorman, Amanda Shires, Adia Victoria, Bela Fleck, Chris Thile, Brandi Carlile... Con o sin ellos, Isbell cambia de registros balanceándose entre el rock y el soul sin apenas flaquezas. Alguna versión no pasa de la corrección, pero otras alcanzan una entrega y fuerza destacables: repitan por ejemplo Cross Bones Style de Cat Power con el refuerzo de Shires, The Truth con el protagonismo de Victoria y la inmortal In memory of Elizabeth Reed de los Allman.

Nota: 7,5/10

martes, diciembre 21, 2021

BONUS TRACK 255: THE SEEDS OF LOVE (TEARS FOR FEARS)


No hay que dar a nadie por olvidado. La música revive a veces a grupos de los que se pierde el rastro desde hace años, décadas. La resurrección es en carne y hueso, como la que saca ahora del olvido a Tears for Fears. ¡Tears for Fears, sí, 18 años después de su anterior disco! Tendrán nueva cosecha en 2022, los dos juntos, Roland Orzabal y Curt Smith, que en dos de sus seis álbumes anteriores habían separado sus caminos. Hoy, descabalgados de nuevas o viejas olas, parecen dos elegantes villanos de película; inquietante Smith con menos kilos, místico Orzabal con melena de gurú. Un adelanto musical parece ofrecer una actualización de su sonido, aquel pop espolvoreado de sintetizadores que alcanzaba instantes de grandilocuencia. 

Ya que ellos vuelven, yo vuelvo atrás para recrearme en su tercer álbum, The seeds of love (1989). El dúo se había tomado el doble de tiempo para encadenar trabajos y tras el éxito de The hurting y Songs from the big chair pulieron su música, la dejaron contagiarse de un pulso soulero con alguna improvisación jazzística. Quizá estaba todo calculado, el caso es que no querían parecerse al grupo de los dos primeros discos sin dejar tampoco de parecerse. Woman in chains es un precioso arranque que comparte voces con Oleta Adams, Sowing the seeds of love esconde arrugas en su aparente simpleza, y Year of the knife estalla en volcánica liberación. Curt y Roland, salidos de las calles de Bath, se cansaron pronto uno del otro, se reconciliaron y dejaron pasar mucho tiempo hasta no darse por perdidos.

viernes, diciembre 17, 2021

VOLUME ONE 586: GOOD FOR YOU (HOUNDMOUTH)


El año que se apaga, convaleciente aún, deja el recuerdo de buenos descubrimientos, de música que aparece de la nada y queda unos días por compañía, queda para ser tenida en cuenta, para nuevos encuentros. Minor Moon, Boy Golden, Nora Jane Struthers, Alex Dunn, Rachel Baiman, Carsie Blanton. Otro más: Houndmouth. Tres chicos de Indiana (alguna vez han sido cuatro) que reciben la brisa despejada del rock de corte country, con raíces que salen de la tradición folk por un lado y de la exploración más contemporánea por otro. Desde 2011 han grabado cuatro discos y el último, Good for you (Dualtone, 2021), con el que los descubro, me arrima a ellos con la calidez de las distancias cortas, como si ellos fueran primos de sangre de los Felice Brothers y yo un pariente lejano que añora su aliento. Este álbum con el que me uno a ellos guarda piezas delicadas (McKenzie, Jackson, Ohio) que en pequeños acordes, fraseos y entonaciones propagan aromas de nostalgia.

Nota: 8/10

miércoles, diciembre 15, 2021

HASTA LOS... DE LOS BEATLES


Para qué negarlo. Los niños nacieron con sus canciones y los hombres murieron con ellas. Su música, de una forma u otra, de mil formas, siempre está a nuestro lado, y generalmente eso es bueno. Pero, me estoy cansando un poquito, cada vez más, de la invasión Beatle. Verán...

Quizá sea el puto algoritmo ese que se convierte en nuestra sombra incrustado en el móvil, o la conspiración de los poderes invisibles que nos quieren dominar los hábitos y la mente a través del teléfono. A mí me pasa esto: juro y prometo que no busco nada en Google que tenga que ver con The Beatles, pero en el último mes cada vez que veo las noticias de diferentes medios (algunos que no consulto nunca) que aleatoriamente me saltan en la pantalla, unas 20 ó 25 noticias cada día, siempre hay un mínimo de tres que tienen que ver con los p... Beatles. Hasta seis la otra noche: una reseña del documental Get Back, un artículo que compara la banda con Elvis Presley, la reflexión de un cronista musical, una opinión de McCartney sobre otro músico, otra opinión de George Harrison sobre no recuerdo qué, un texto sobre Lennon y Ono.

Otro día esa conjunción indescifrable de elementos tecnológicos que opera en el aparato que llevamos pegado a la mano todo el día escoge noticias del tipo "el artista que más admira McCartney", "cinco cosas que no sabes de Harrison", "Ringo habla así de Yoko Ono", "los tres lugares que hay que conocer sobre los Beatles si vas a Liverpool"... como si todo esto fuera del interés de quienes ya hemos leído mucho sobre el grupo o de quien hoy (ilusos que somos) lo descubre y queda atrapado por su magia inexplicable.

La tormenta de informaciones sobre los Beatles no cesa desde que la plataforma Disney + estrenó el documental de Peter Jackson sobre los últimos días de la banda juntos, preparando el disco Let it be en una nave vacía del sur de Londres cuando aquella unión tenía pinta de hacerse pedazos más que de reforzarse. Son más de seis horas de las que no aguanté ni media hora, empachado en poco tiempo de ensayos, notas y acordes sueltos de canciones y diálogos (coherentes o no) de cuatro músicos (con el pegote al ganchillo de Yoko Ono sobre la chepa de Lennon) que ya no disfrutan como cuando eran críos. No sé ustedes, pero a mí me aburre mucho ver incluso a mis bandas favoritas ensayando en el íntimo círculo de su unión, prefiero la adrenalina del disco resultante o del directo de una gira.

Y sí, además estoy hasta los huevos de los Beatles y su persistente mercadotecnia y exposición mediática que subraya, reiterando hasta la saciedad, lo buenos y majos que eran y lo mucho que nos han influido y conmovido a todos (a los músicos y a los que no lo somos). Los mayores lo sabemos de sobra. Y los menores, hoy, (me temo que muchos) ya no están a estas cosas, para ellos el rock ha muerto o nunca existió. 

PD: La serie, también en Disney +, con McCartney dialogando con Rick Rubin mientras escuchan las canciones de The Beatles es otro peñazo.

domingo, diciembre 12, 2021

VOLUME ONE 585: BARN (NEIL YOUNG & CRAZY HORSE)


Unas cuantas cosas a propósito de Barn (Reprise, 2021), ideas e impresiones así sueltas, improvisadas, puede que toscas, que entran y salen de mi cabeza al trote y al galope... nos dejamos de sutilezas... a tono con estos caballos locos.

Tenía recobrada esperanza en estos tipos ajados, de 70 para arriba, encerrados en un granero a dos mil y pico metros de altura. Sabía que no harían otro Zuma, otro Ragged glory, ni Everybody knows... ha pasado tanto tiempo.

Tampoco Psychedelic pill (2012), el último de Neil y su Banda que me pone por las nubes. Bueno, Barn se acerca un poco, sin hacer mucho ruido. Cuestión de nostalgia, o de edad. Está bien Barn, a su manera. O a la de quienes queremos a estos tíos tal como son...

Cuando se lucen y cuando se estrellan. ¿Por qué no descansas un poco, Neil? Sí, no sabes estarte quieto. Y subes el volumen para crujir las cuerdas y lo bajas para fundirte con el cielo y la tierra. Es tu forma de ser. Sois únicos estando juntos.

Diría que grabasteis una toma y ahí quedó, dos y ya basta. Y si falláis en algo, qué importa; lo que cuenta es lo que hay dentro, lo que ponéis en ello. Esta es vuestra música, y aún os salen temazos como Heading West, They might be lost y Welcome back.

Nota: 7/10


viernes, diciembre 10, 2021

GREATEST HITS 283: NOT DARK YET (TOM JONES)

Not dark yet suena en el retiro, en un crepúsculo que se apaga, en el repaso a una vida. Sale de la voz de un hombre (o mujer) viejo (vieja). Parece un testamento sin legado, una última voluntad. Adiós. La canción original de Dylan es sublime. He escuchado versiones dignas que conservan el mismo espíritu, mientras se consume el fuego de una chimenea. Tom Jones, fabricante de excelentes versiones en sus últimos trabajos, dejó fuera de su último álbum, Surrounded by time, su propia Not dark yet, que recupera en una edición especial. Sorpréndete, porque su 'cover' coge un brío luminoso que te anima incluso a bailar sin dejar de pensar en ese crepúsculo. Bravo, Mr. Jones.

martes, diciembre 07, 2021

SOUNDTRACK 264: EL ÚLTIMO DÍA DE LOS SMITHS


"La realidad da asco. La música es un escape".

Los Smiths duraron poco y calaron mucho. Su relevancia es objeto de estudio. ¿Alguien los añora? El anuncio de la disolución de la banda de Manchester en el verano de 1987 es la premisa de esta película, El último día de los Smiths, que nos lleva a cuatro jóvenes atrapados en el aburrimiento de Denver y en la incertidumbre de sus vidas antes de dar relevantes pasos hacia destinos confusos: la huida de lo cotidiano, el ejército, el sexo, el amor. Es la identidad lo que les revuelve, la búsqueda de sí mismos mientras se autoengañan. Y en esto que Morrissey les dice que The Smiths se acabó: un trauma para ellos, para unos más que otros. Lo que se le ocurre hacer al amigo de uno de estos chicos es secuestrar al dj heavy metal de una emisora de radio para obligarle a pinchar en su programa música del grupo británico y reivindicar así su música y su huella.

Este es el mejor punto de la película, los únicos tramos en los que entre uno y otro, secuestrador y rehén, cobra importancia el poder de la música en las personas, su efecto catártico, su medicina anímica (aunque las canciones de los Smiths sean el vehículo, si se me permite lamentar). Es una pena que solo esta idea merezca salvarse de una película que promete más de lo que da, demasiado ajustada a arquetipos planos y trillados: la chica vestida como Madonna que anhela experimentar el sexo, el gay reprimido, la joven ladrona de casetes que se inventa un futuro luminoso para huir de sus tinieblas, su amigo enamorado de ella que se prepara para encontrase a sí mismo en el ejército, personajes que manejan actores más bien mediocres. Una curiosidad melómana, este filme, que daba para bastante más.

sábado, diciembre 04, 2021

BONUS TRACK 254: CODA (LED ZEPPELIN)


Este epílogo finiquitó a Led Zeppelin en 1982, dos años después de la muerte de su baterista, John Bonham, y de la consiguiente disolución del grupo, huérfano de la potencia rítmica de su compañero, solo reunido puntualmente 30 años después para una gira de supervivencia que dio como resultado el álbum en directo Celebration day. La coda de CODA es en realidad un rescate de temas que el grupo no había incluido en sus ocho álbumes de estudio anteriores y se digiere como un postre final de poco más de media hora para llenar el estómago de la energía imperecedera de una banda irrepetible.

Sí, la magnitud de Led Zeppelin se constata en sus obras capitales tanto como en su legado menor. Los descartes reunidos en CODA pertenecen a distintos años y discos, pero reunidos como colofón cuando ya nada juntaría a Plant, Page, Jones y Bonham adquieren un sentido unitario que, en otras circunstancias, bien podría haber prolongado la vida de la banda; desde el torrente inicial de We're gonna groove a la postrera maquinaria rítmica en solitario de Bonham en Bonzo's Montreaux. Hasta siempre.

viernes, diciembre 03, 2021

BOOTLEG SERIES 103: MARGO CILKER

Ya no exploro tanto entre la corriente continua de nombres que llegan a mí por primera vez. Cuando lo hago y me decido a dar primeras oportunidades, son pocas las sensaciones especiales que obtengo, un agrado por encima de lo común. Pero siempre hay alguno, un deleite nuevo y fresco. Este, por ejemplo, esta chica: Margo Cilker. Presentémosla. Nacida en California y asentada en Oregón, con una etapa de su vida en el País Vasco. Su primer disco es Pohorylle, de este otoño, y los músicos que la respaldan le dieron antes abrigo a Neko Case, Jesse Sykes, Beirut, Son Volt y Joanna Newsom. También a Sera Cahoone, que ejerce de productora en esta bella postal de sonidos americanos de Margo Cilker y parece ser el espejo en el que la joven cantante mejor se refleja. Vean, escuchen, esta limpieza.

miércoles, diciembre 01, 2021

LIVE IN 269: LEGENDARIO


Algunos artículos dan cuenta de aquello, recuperan hoy dos noches de hace más de cuarenta años, dos conciertos de aquella banda imbatible y su jefe supremo, titanes del Madison Square Garden. Bruce y su pandilla, fiebre desatada, orgasmo de rock and roll. Yo no puedo contarlo mejor. Léanlos: aquí uno, aquí otro. Y después escuchen el disco que ahora desentierra aquellas grabaciones, con película incluida.

Se me ha caído un concierto al que iba a ir este viernes, otro gigante pero sin adrenalina, que se ha puesto enfermo, el viejete gruñón. Bajón de ánimos. Quizá nos veamos pronto. Pero nos queda, siempre nos quedará Springsteen y la E Street Band. Y el resto no importa.

viernes, noviembre 26, 2021

VOLUME ONE 584: RAISE THE ROOF (ROBERT PLANT & ALLISON KRAUSS)

El primer romance entre Plant y Krauss dejó con los años una arenosa huella de amor otoñal. De su buena química musical, mezclada en el atmosférico laboratorio de T Bone Burnett, surgió un álbum consolidado en el capítulo de alabanzas, con premios encima y distinciones sólidas en el historial de ambas voces. Catorce años después, o dura aquel romance o la pareja ha renovado votos sin dejar aún el otoño. Aquel Raising sand era, y es, un muy buen álbum; hoy Raise the roof (Rounder, 2021) es tan bueno o mejor que su hermano mayor. Porque con nuevas versiones y un tema original Robert Plant y Alison Krauss siguen seduciéndose con misterio y sutileza, y Burnett ha vuelto a crear otro caluroso ambiente donde remover con sigilo y exquisitez las guitarras y arrastrar con finura las percusiones. Tener juntos a Bill Frisell, Buddy Miller, Dennis Crouch y a Jay Bellerose en el estudio eleva la exigencia de cualquier proyecto, y es imposible no llevarlo a la práctica con maestría. Este disco entra en vena con suavidad y recorre el cuerpo con placer, cuando gime Plant, cuando acaricia Krauss y cuando el vicio que producen sus canciones te atrapa sin remisión.

Nota: 8,5/10

lunes, noviembre 22, 2021

LIVE IN 268: ESTO ES UNA BANDA


Volvemos a la sala Mardi Gras para celebrar el oficio y la magia de crear música. Por allí acaban de pasar los coruñeses Luis Moro y Sertucha: el segundo con el apoyo de su guitarra, el primero con el de su banda, la Tribeca's Band, que entre varias virtudes tiene la de dar nombre a este blog. Todos se unieron al final para cerrar un doble concierto excelente. Horas después, saboreando aún las exultantes sensaciones que me había dejado la noche, me agarré a estos pensamientos.

La banda. O La Banda. Eso es lo que importa. Su conexión, su sangre. Habrá mejores músicos en la ciudad, pero estos cuatro juntos (cinco al final del bolo) son los mejores, insuperables. Como Crazy Horse uno junto al otro. O los Stones, claro. Luis, Pepe, Andy y Julio (y Aritz), la Tribeca's Band (y Sertucha). Si algún día pasan por su ciudad o su pueblo, pasen a verlos, no se los pierdan. Porque la música es su aire y el rock and roll su religión. Y toca comulgar.

domingo, noviembre 21, 2021

GREATEST HITS 282: MISTERIO (SERTUCHA)

Arranca este tema y te da un latigazo una guitarra que podría estrangular el mismo Neil Young. En el mundo libre se dedicaba al rock en aquel himno de finales de los ochenta que los rockeros de este mundo hacemos nuestro cuando nos entregamos a la religión de las guitarras eléctricas. Neil mendigaba en el videoclip de aquella canción, con un carrito a cuestas por las calles y entre la gente. Lo hace también Sertucha a otro ritmo, con menos vértigo, en la piel de un vagabundo con poco más que el mismo carrito para arrastrar apenas pertenencias. La música que lo acompaña es a ratos puro Neil Young. Misterio forma parte de un Ep del cantante gallego, Horizonte, con el que pone música a poemas de Kepa Arbizu. Una obra breve, otro gran trabajo.

sábado, noviembre 20, 2021

BONUS TRACK 253: FADE AWAY DIAMOND TIME (NEAL CASAL)


Cuesta encontrarse con un álbum de debut deslumbrante. Busquen algún ejemplo, sus favoritos. Yo hoy propongo este, con el que Neal Casal se dio a conocer tras haberse entrenado como guitarrista de apoyo en varias formaciones. El año era 1995 y el prometedor Casal contó con toda una mansión de Santa Barbara para demostrar su finura compositiva en su estreno en solitario. Quizá la brisa del Pacífico dio aliento a un disco que se alimenta en espíritu del florido ambiente musical que Los Angeles transmitía en el cambio de década entre los 60 y los 70, con Eagles, CSN y Jackson Browne como lejanas fuentes. Casal adquiere esa inspiración pero la manifiesta con más desaliento y con guitarras inconformistas, con una personalidad menos complaciente, como demostró más tarde a bordo de The Cardinals como banda de Ryan Adams, en el excelente conjunto que fue Hazy Malaze y más tarde en la hermandad de Chris Robinson, donde lo vimos exhibir su maestría en las cuerdas hasta su fallecimiento. Aquel Fade away diamond time transmite desde el título una nostalgia pesada que hoy revive en brillantes canciones geográficas como Maybe California, Cincinnati Motel o Detroit or Buffalo.

martes, noviembre 16, 2021

VOLUME ONE 583: HEAVY LOAD BLUES (GOV'T MULE)


Hubo una época en que acabé saturado de Gov't Mule. El prodigio me hartó, acabó con mi paciencia y mi interés. Guardaba (y guardo) sus primeros directos y los volúmenes Deep End plagados de bajistas invitados para honrar a Allen Woody. Luego me desconecté de Warren Haynes y Matt Abts, tan portentosos ellos que me abrumaban. Ahí continúa la mula girando sin descanso y grabando cada cierto tiempo. La última cosecha ha reactivado mi atención, quizá es que necesitaba adrenalina bluesera, la pesada carga del blues enfundado en el grasiento cuero rockero de Gov't Mule, como casi siempre ha sido. Y aquí está Heavy load blues (Fantasy, 2021), que versiona piezas ajenas e inventa nuevas partituras con la impronta contundente de la banda, entregada a largas travesías musicales que gotean sudor y ardor. La colección llega a agotar en algún momento, compensado siempre por la explosiva maestría de Haynes, Abts y sus colegas en momentos de incendiaria fascinación (Ain't no love in the heart of the city, Make it rain, I asked for water (she gave me gasoline)).

Nota: 7,5/10

lunes, noviembre 15, 2021

GREATEST HITS 281: CRAWLING BACK TO YOU (TOM PETTY)

"Recuerdo mis manos en el piano, verlas tocas. Recuerdo grabar los sonidos, el comienzo. Realmente no recuerdo haber tocado la toma, y eso es una buena señal. Si te desmayas, sobrio como una piedra, durante una toma, estás embelesado en la música. Y para mí esa es una de las mejoras cosas que hay. Es una de mis cosas favoritas que hicimos".

Los recuerdos son del teclista Benmont Tench cuando habla de esta canción en el documental Tom Petty: Somewhere you feel free, que repasa cómo se gestó y grabó el álbum en solitario del cantante y compositor Wildflowers en 1994. El filme, que se puede ver íntegro en Youtube, es una entrañable semblanza no solo del fabuloso disco con el que Petty se quiso apartar creativamente de sus Heartbreakers (para en realidad seguir junto a ellos), sino también del alcance emocional que conserva, casi 30 años después, la obra del autor. Cuando en mitad del metraje suenan las primeras notas de Crawling back to you, Tench se conmueve con la manera de absorberse en el tema, de nadar sobre sus notas y su curso hasta la orilla. Siempre ha sido una de mis canciones favoritas de Tom Petty, una entre muchas razones por las que lo echamos de menos.

sábado, noviembre 13, 2021

VOLUME ONE 582: IMPOSTER (DAVE GAHAN & SOULSAVERS)


Volvemos con las versiones, abiertas siempre al debate. Vaya por delante que este ejemplo, con Dave Gahan y Soulsavers como firmantes, es merecedor de palabras notables. Aceptemos como el mejor de los cumplidos que el repertorio de 'covers' adquiere personalidad propia, alejada de los intérpretes originales en lo formal y lo espiritual, con leves huellas del origen y consistentes nuevas pisadas. Imposter (Columbia, 2021) es la tercer colaboración entre el cantante de Depeche Mode y el equipo que forman Rich Machin e Ian Glover, sociedad que exprime escondrijos sonoros del rock y la electrónica para crear climáticas texturas y evocadores paisajes. Este tercer encuentro, ahora en clave de versiones, se detiene en inevitables referencias como Neil Young o Bob Dylan, en respetables intérpretes como PJ Harvey, Gene Clark, Mark Lanegan o Cat Power e inesperadas recreaciones de temas como Dark end of the street, Always on my mind de Elvis o Smile, escrita por Chaplin

El experimento, al que Gahan confiesa haberse acercado desde el impacto de la primera vez que escuchó estas canciones para revisarlas como si el oyente fuera también la primera vez que las escucha, sin que le remitan a sus cantantes originales, consigue este propósito. Los temas cobran profundidad (A man needs a maid), a veces alcanzan prolongados éxtasis (Metal heart, la mejor pieza del conjunto) y dejan a su paso una estela de inquietante atracción.

Nota: 7,5/10

martes, noviembre 09, 2021

ANIVERSARIOS, NO SIEMPRE


¿Se ha puesto de moda la efeméride redonda (el año 20, 30 o 50, el año 15 o 25 desde la aparición de un disco, un libro, el fallecimiento de un mito...) o siempre ha sido así? Últimamente me tropiezo en periódicos, revistas y otras fuentes variadas con aniversarios de este tipo por distintos motivos, sea cual sea la relevancia del músico/autor/obra, y me pregunto desde hace un tiempo si todos ellos alcanzan la categoría de obligado-aniversario-digno-de-celebrar-con-una-reedición-y/o-material-extra. En ocasiones la efeméride se recuerda en acertados artículos de prensa que se detienen en el eco e importancia de la obra en cuestión, solo eso; muchas otras veces hay una edición especial en toda regla con más o menos contenidos nuevos, incluso sin recordarse tal redondo aniversario. ¿Está el mercado como para que el fan o el devoto se dejen convencer por celebraciones como estas y pasen por caja? La respuesta, seguramente, merece analizarse, y habría que ver cómo responden las ventas. No me entretendré en ello. Ahí van unos latigazos.

Hay triple disco por los 40 años del Tattoo you de los Stones: bien. Led Zeppelin IV cumple 50 años, y no veo aún edición especial, sí un buen artículo en El País. Medio siglo de L.A. Woman de The Doors, vale. Solo han pasado diez años de El Camino de The Black Keys, ¿hace falta ya una edición deluxe? La escandalosa (e insoportable) novela American Psycho cumple 30, vamos a repasar su impacto: pues vale, se han escrito novelas peores desde entonces. Pero, ¿merecen reediciones, remasterizaciones, actualizaciones... productos como estos, que no son los mejores trabajos de sus responsables? 

Más. A momentary lapse of reason de Pink Floyd, Cahoots de The Band, los debuts de Pretenders y Rory Gallagher, Diary of a Madman de Ozzy Osbourne, New adventures in Hi-Fi de REM, Benefit de Jethro Tull, Too fast to love de Mötley Crüe, Beautiful garbage de Garbage, Let it be de The Beatles, Time passages de Al Stewart... y más que habrá.

lunes, noviembre 08, 2021

BONUS TRACK 252: SILVER & GOLD (NEIL YOUNG)

La prolífica e infatigable carrera de Neil Young, con sus pros y contras, cimas y pozos, tiene entre sus riesgos el de dejar en el olvido trabajos que son elogiables, perdidos entre tantos arrebatos de su autor, un año amansado en clave acústica y al siguiente enfurecido con las cuerdas enchufadas. Los seguidores del maestro que busquen cada uno el suyo, su buen disco escondido, inadvertido y merecedor de una justa reivindicación. A mí hoy se me ocurre Silver & gold (2000), un álbum encajado entre dos grabaciones en vivo. ¿Por qué ensalzar esta obra? Young suena pacífico y delicioso en este disco, desde un retiro rural en el que mira hacia el pasado (su padre, una de sus primeras bandas, la mujer que ama) a través de canciones delicadas y evocadoras. Es un lujo la formación que lo acompaña: Ben Keith y Spooner Oldham en la steel guitar y los teclados; Duck Dunn en las cuatro cuerdas; Jim Keltner con las baquetas. Escuchas el álbum al calor de una hoguera o desde un porche al que le cae la luz de la tarde mientras descansas en una mecedora y te derrites de placer (Razor love, Buffalo Springfield again, Silver & Gold). De las obras (olvidadas) que hacen muy grande a Neil Young.

sábado, noviembre 06, 2021

LIVE IN 267: LA MARDI ETERNA


Volver a casa después de un tiempo lejos. Los Who y los Stones te abren la puerta. El público se saluda en el reencuentro y los músicos afinan los mástiles. La copa y la cerveza recuperan el sabor de siempre. Estamos de nuevo en la Mardi Gras, la mejor sala de conciertos de Galicia, acredita un premio reciente. Tocan Los Eternos. Y sientes que es el concierto ideal para meterte en el cuerpo la música en vivo.

Vaya bolazo. Te felicitas eufórico, te das abrazos, agradeces a los músicos su dedicación cuando les compras el disco. Los Eternos se salen, cabalgan por la pradera o cruzan el desierto en tren. Llevan a Johnny Cash en la mochila, a Gram Parsons, a Neil Young, y a Andrés do Barro. Se lo pasan en grande y te lo hacen pasar en grande. No hay mejor música que esta, te dices. En la noche de regreso a la Mardi.

martes, noviembre 02, 2021

TOMA DE TIERRA


Esta es una triple relación con la música: como oyente y narrador, como trabajador y como músico y creador ("el relato periodístico, el industrial y el artístico", lo explica el autor en la introducción a los 80 capítulos, divididos cada uno en tres partes). Toma de tierra (Libros del KO) es un anecdotario, un diario, un libro de memorias. Se vive, se recuerda, se añora. Se disfruta sobre todo, como crónica de una profesión y como ejercicio de nostalgia. Escribe Bruno Galindo, de paseo por los músicos que entrevistó, por los artistas que promocionó; en las pocas horas que compartieron y en su relación de años. De Bono a Andrés Calamaro, pasando por Debbie Harry, Manu Chao, Iggy Pop, REM, Bowie, Miles Davis, Sabina, Patti Smith, Prince... El relato, el triple relato, abarca cuatro décadas, por eso en el presente nos deleitamos con las discográficas del pasado, las noches sin fin y fiestas sin límite, la compra de vinilos y la escucha de casetes, la aparición de los mp3 y las descargas en internet, la irrupción de Operación Triunfo y otra forma de vivir la música. ¿Existe todavía el rock?, te preguntas. ¿Puedo seguir disfrutando de la música en un festival? ¿Cuándo volveré a escuchar lo próximo que me vuele la cabeza?

viernes, octubre 29, 2021

BOOTLEG SERIES 102: MOJO GALLARDO


Esta conexión junta a Fran con José Manuel. Con la música como hilo y en el rodaje de los años. Ocurrió que hace un tiempo, allá (o allí) en Jerez de la Frontera, formaron parte de una banda así como yeyé que versionaba alegres canciones. Y si la música tiene la culpa de acercar pasiones, agitarlas y transformarlas, una cosa lleva a la otra inevitablemente, que en este caso fue un grupo tributo a los Beatles, uno más sí, un cuarteto desbordante de adoración, como no podía ser de otro modo. Y más tarde los dos, Fran Pena y José Manuel Peña, un gallego y un andaluz, fomaron un dúo acústico que se cansó de tocar allá por el sur canciones que todos conocíamos, canciones para animar la fiesta y entregarse en grupo. Hasta que ahora, después de grabar también sus propios proyectos en solitario, son Mojo Gallardo y tienen su primer disco, Conexión.

Cuentan en los créditos que por el cuerpo de este álbum discurren gotas de sangre que bien podrían ser de Jayhawks, de Rufus Wainwright, de Los Brincos, de Teenage Fanclub, de The Beatles, ¡cómo no! Más de unos que de otros (los venerables escoceses toman la delantera), pulido pop de cuidadas melodías y pinchazos guitarreros. Pena y Peña se turnan las voces con extrañeza al principio y con naturalidad según avanza el disco, y se arropan con la generosidad de buenos amigos. Invitan a escuchar una y otra vez más de un par de buenos temas: Violeta pálida, Me dejo llevar, Tus canciones de ayer. Me gusta esto, mucho: "Lo hicimos de corazón para colarlo en las vidas de la gente y alegrarlas un poco". Qué loable generosidad, la música libre y compartida, todos conectados por las buenas canciones, las de Mojo Gallardo.

SOUNDTRACK 263: EL ABUELO SPENCER


Cuando veo una película con Spencer Tracy me acuerdo de uno de mis abuelos. Veo en el actor el rigor del semblante que tenía mi abuelo Luis, los rizos de su pelo blanco, la mirada hundida, la autoridad de la experiencia. Pero esos parecidos no son la única razón por la que sitúo a Tracy en el olimpo de los actores clásicos de Hollywood. Me entusiasma este hombre, la serenidad que transmite, una picardía cariñosa, la del abuelo que casi todos hemos tenido. Y si repaso las 33 películas que he visto de él entre las casi 80 que ha protagonizado (entre 1930 y 1967) no encuentro ni un solo título mediocre, ni una interpretación mejorable; de Furia a Vencedores o vencidos, de Capitanes intrépidos a Adivina quién viene este noche, Tracy siempre sobresale.

Hoy recuerdo a Spencer Tracy (ese hombre que además de su familia tuvo a la gran Katherine Hepburn por el amor de su vida, el ancla para salir a flote de los remolinos del alcoholismo, de lo que escondía entre las sombras) porque después de mucho tiempo he visto una de sus películas, una que antes no había visto: El caso O'Hara (John Sturges, 1951), un buen drama judicial en el que su estrella vuelve a resplandecer desde lo alto. Al verlo, vuelvo a ver también a mi abuelo.

miércoles, octubre 27, 2021

BONUS TRACK 251: UP TO OUR HIPS (THE CHARLATANS)


Después de Stone Roses y antes de Oasis estaban, por ejemplo, The Charlatans. Y muchos más, claro. En el llamado grupo de segundones hay no pocos miembros que tendrían pleno derecho a formar parte del bloque de jefes de fila, a ser actores principales. Ahí estarían, de nuevo, The Charlatans. Por diversas causas (el éxito excesivo de otros, el momento mismo en el que se dieron a conocer, los favoritismos de la prensa, la campaña de imagen, la poca pericia para atraer al público) hay bandas que se citan detrás y se olvidan pronto. Solo rescatándolas de ese olvido cruel se advierten esas cualidades que despertaron pasiones más reservadas y merecían atenciones más gloriosos. Y eso pasa con los Charlatans. Se puede probar con este disco, Up to our hips (1994).

Es el tercero del grupo. Los Stone Roses estaban casi desechos tras miles de broncas y los Gallagher empezaban a armarlas gordas, publicidad mediante. En medio, The Charlatans con este álbum a mitad del camino entre unos y otros. Tim Burguess canta con sigilo y misterio, envuelto en sábanas psicodélicas y ritmos funk que hacen excitante su enfoque rockero. Hace mucho tiempo que no escucho bandas británicas que suenen como aquellas que hace casi treinta años orbitaban alrededor de Manchester.

domingo, octubre 24, 2021

BONUS TRACK 250: UNDUN (THE ROOTS)


No se fíen mucho de mi gusto al leer este post. Es que yo de rap, lo justo. De hip hop, un poquito. No tengo estudios suficientes en la materia como para ponerme a explicar, analizar, comparar o relatar el disco de un grupo o músico de rap. Me gustan unas poquitas cosas y ahí me quedo; los expertos y entendidos que se extiendan cuanto quieran. La música, en el fondo, no hay que explicarla, analizarla, compararla o relatarla, sino sentirla. Y como en rap, hip hop y tantas variantes hermanas voy escaso y no soy quién para desentrañar sus virguerías, hoy lanzo este disco a este blog para dejar constancia de lo mucho que me gusta. A The Roots los conocí cuando se juntaron con Elvis Costello para grabar un álbum en 2013. Dos años antes habían terminado el decimocuarto de su prolífica carrera. Aquí está: Undun, potente e impetuoso, también travieso y desconcertante. Y ya.

BOSS & COUGAR

De uno se dice que es el maestro del otro, un faro cuya luz siempre ha seguido. Al otro se le ha llamado discípulo, o hermano menor, a veces más inspirado que el genio... según cuándo. Uno ha triunfado a escala planetaria, es la voz de una nación, el rey del estadio, el jefe de todo esto. Otro es el chico más popular del pueblo, un héroe al que puedes confundir con otros tipos especiales. Y ahí los ves, en el otoño tardío de sus vidas rasgando sus guitarras y grabando juntos, cantando por los días gastados, quizá desperdiciados. Muy americano. La canción formará parte del nuevo disco de John Mellencamp, ya en 2022, y suena muy a Mellencamp, apaciguado por los años. Springsteen la cubre de la melancolía que inspira verlo ahora, mayor, cansado. Aplaudo.

jueves, octubre 21, 2021

LIVE IN 266: LIVING... THE STONES

Así es como funciona la empresa, la marca, y así la vida mira a la eternidad cuando se va desvaneciendo. Adiós, Charlie, le dicen los chicos. Aún sigues con nosotros, my darling, hasta que nos juntemos todos de nuevo. La reedición oportuna de Tattoo you, que cumple 40 años, no solo repesca el mejor álbum de los Stones en los ochenta, rescata también canciones perdidas antes nunca oídas y juguetea con material guardado y añadidos. Me encanta (me rejuvenece del alguna forma) encontrarme con alguna de esas antiguas canciones que hoy parecen incluso recién extraídas del horno por estos señores tan mayores. Como ocurre con Living in the heart of love.

domingo, octubre 17, 2021

BONUS TRACK 249: IF I COULD ONLY REMEMBER MY NAME (DAVID CROSBY)


Pocos se acuerdan quizá de aquel primer disco de David Crosby, que cumple medio siglo. En pocos álbumes más se juntó tanto lujo musical: la aristocracia de los sonidos de Los Angeles y San Francisco cuando las flores y los hippies habían marchitado ya su inocencia. En pocos discos se consumió tanta coca como en este. Allí estaban casi al completo Jefferson Airplane y Grateful Dead, tres de las cuatro esquinas de CSN&Y, y Joni Mitchell para ayudar al bufón Crosby a expulsar sus fantasmas. Henry Diltz y Gary Burden diseñando la cubierta crepuscular, el sol distante y gastado sobre el mar superpuesto con el primer plano arenoso del medio rostro de David el tocapelotas, el autodestructivo, tratando de recordar su nombre.

Crosby tardó 18 años en volver a grabar en solitario (sí lo hizo con Graham Nash, con quien mejor se entendió del cuarteto mágico) y en los últimos siete años ha registrado cinco trabajos. Cada pieza tiene destellos sueltos de voz, instrumentos y composición, pero nada es perdurable, queda un difuso recuerdo blando. Nada alcanzó después la excelencia de aquel If I could only remember my name (1971), con su autor hundido tras la muerte de su pareja y en el trampolín del que se arrojaría al pozo de las drogas más duras. Es uno de esos álbumes irrepetibles de los que emana el olor de una época que se consume, en el que los temas parecen fluir improvisados sobre tarareos que derivan en agónicos lamentos o frases liberadoras. No sabes distinguir si lo que escuchas es triste o eufórico, si lleva a la depresión o exalta la belleza. Una obra fundamental, que se deshace en el horizonte fundida con el sol que invita al anochecer.

viernes, octubre 15, 2021

QUIQUE EN EL FONDO DEL VALLE


Disfruto aún cuando está en el escenario y se desvive con la descarga eléctrica de su música, atado en comunión extática con el relato de sus canciones y el grito eufórico del público que lo adora. Pero ya no disfruto cuando lo que ha compuesto se derrama en el estudio para quedar guardado en un disco nuevo. Ya no sé de qué me habla, qué me está contando. Sí, se explica a sus anchas en las libretas que los medios le abren y comparto buena parte de lo que siente al hablarme de cómo nacen sus canciones o cómo los duendes danzan para inspirarle. Lo siento Quique, me has gustado y te respeto, por los buenos tiempos en las salas. Ahora me aburres, me agotas en el sur de tu profundo valle. Un poco me duele.

lunes, octubre 11, 2021

BONUS TRACK 248: LA CANCIÓN DE JUAN PERRO (RADIO FUTURA)


Algunas bandas no se deben olvidar nunca aunque ya no estén con nosotros. Su música no perece y en ella hay raíces que hoy aún se extienden y nos acompañan. Radio Futura. Fue un grupo que llevé a todas partes en unos cuantos años de la década de los ochenta, con su escuela de calor, el chino, el jardín botánico, los 37 grados y su negra flor. De su obra, limitada a seis álbumes de estudio y un directo, merece un lugar de oro en las vitrinas del pop nacional La canción de Juan Perro (1987). ¿Se han parado alguna vez a pensar lo asombrosamente bueno que es este disco?

Me he reencontrado con esta obra como si regresase a un lugar lejano de mi infancia y lo descubriese tal cual lo dejé, sin ningún cambio, con los recuerdos vivos de un tiempo del que se pierden otros detalles pero no ese lugar en sí, su aroma, su aire. Y ocurre con aquel cuarto disco de los Auserón y Enrique Sierra, del que aún hoy recuerdo (y canto) al 97 o 98 por ciento las letras de Annabel Lee, A cara o cruz y 37 grados, y los acordes precisos de La negra flor, y me pierdo flotante en Luna de agosto y El hombre de papel. El grupo voló a Nueva York para grabarlo y tras la tibieza inicial que se le dedicó, su acogida comercial y crítica empezó a dispararse. En aquellas brillantes canciones descansa el alimento más sabroso del que ha bebido el rock latino. Hoy no sabría decir a qué podría sonar Radio Futura si continuasen activos. Quizá sea mejor recordarlos como la gran banda que fueron.

viernes, octubre 08, 2021

VOLUME ONE 581: A SOUTHERN GOTHIC (ADIA VICTORIA)


No me voy a poner puntilloso, y tampoco he profundizado lo suficiente como para creerme que cuento con algo de erudición en la materia: desde la distancia geográfica y cultural, desconozco si el Sur gótico en los Estados Unidos, o lo gótico y sureño del país, suena así, como lo escribe, lo canta y le da música Adia Victoria en su tercer disco, A Southern Gothic (Atlantic, 2021). Obviando estas precisiones identitarias, me quedo con este álbum en su conjunto, un bálsamo hechizante, un exquisito caldo de blues y folk húmedo y pantanoso que de forma indiscutible se mantendrá entre las mejoras escuchas de este año.

¿Razones? Una: Adia Victoria, joven culo inquieto sumergido en paisaje, imaginería y sentimiento del Sur americano en el que se crió, de South Carolina a Nashville; voz zigzagueante que arratra sudor y sensualidad. Dos: Un sonido metálico e intrigante que empapa este disco de ambiente fantasmagórico y a la vez acogedor, de bajos y percusiones que introducen al oyente en escenarios enigmáticos, del que buena parte de culpa tiene el productor T Bone Burnett. Tres: Una sensación, y esto ya es terreno de cada oyente, que transmite la música cruda y cerebral para perturbar placenteramente el estado de ánimo. Compruébese en Magnolia blues, Far from Dixie, Deep water blues, Carolina bound. Matt Berninger, Jason Isbell y Margo Price, entre los invitados.

Nota: 9/10

lunes, octubre 04, 2021

VOLUME ONE 580: SONORA (LOS ETERNOS)


Dejen que insista: ¡qué buen rock americano se hace en esta España nuestra! Repito, permítanme: ¡qué buena música suena en nuestra amada Galicia! Hoy, Los Eternos. Si lo dice Cudi, ¿quién soy yo para llevarle la contraria? "Cuando empezamos a hacer country con temas propios y versiones, había muy pocos grupos enfocados a este estilo. El cambio ha sido radical, en cualquier sitio hay un grupo que hace versiones de Johnny Cash. Hay muchísimos grandes grupos de música americana y country en Galicia, tenemos una gran cantera", contaba al atender a un periódico el miembro de una de esas bandas de la lujosa cantera gallega hace dos años y medio. Entonces, el grupo de Cedeira se reunía tras una larga pausa que a muchos les pareció una eternidad para presentar Vientos solitarios y fusionar sus guitarras americanas con textos escritos en castellano. Ahora, soplan brisas de hondura y nostalgia en Sonora (2021), un trabajo que supera al precedente. Milana Música y Ferror Records nos envuelven el regalo para abrirlo y celebrarlo una y otra vez, una valiosa joya más con raíces que brotan de las carreteras americanas y sus cielos imponentes, de donde nacen canciones para llevarnos hasta cualquier lugar de la infinitud.

El cofre reluce en cada nota, en cómo una steel guitar culebrea para llorar en un estribillo o hacer vibrar una estrofa, en eléctricas que tiemblan de emoción. Un tesoro que a finales de los sesenta habrían firmado los Byrds, que en los noventa hubieran grabado los mejores Jayhawks, del que en cualquier tiempo se habría sentido orgulloso Johnny Cash, sí. Ayer me deshice con Borracho y El vals de los quebrantos. Hoy me elevo con El tiempo o Dime a dónde vas. Y mañana me fliparán...

Nota: 8,5/10


viernes, octubre 01, 2021

BONUS TRACK 247: SOUTHSIDE (TEXAS)


Apuesto a que muchos nos enamoramos hace 32 años (¡dios, 32 años!) de aquella chica que con 21 años cantaba que no quería un amante, que solo necesitaba un amigo. Su flequillo caído a un lado, la forma de echárselo atrás para despejar la frente, la curva de su tabique nasal, la carne sensual de los labios... Era Sharleen Spiteri y se ponía al frente de un grupo nuevo que sonaba muy americano pero había nacido lejos del desierto, en la lluviosa Glasgow. Tomaron su nombre del film Paris, Texas, inspirados por las metálicas cuerdas dolientes de Ry Cooder para aquella inmortal banda sonora de la obra maestra de Wim Wenders, y esas guitarras afiladas adornaban aquel fantástico single inicial, I don't want a lover, y algunos temas más de su álbum de debut. Y qué debut, Southside (1989), que 32 años después se me deshace como fruta jugosa en el paladar.

El tema de presentación era una garantía pegajosa, pero los demás singles, y los que no lo fueron, eran tanto o más dignos de adicción: Thrill has gone, Everyday now, Fight the feeling. Fue un estreno ejemplar, irreprochable. Texas firmaron dos buenos discos más, Mothers heaven y Ricks Road, antes de apostar por un público más amplio que abrazase más el pop; el cambio me distanció del grupo, aunque en todos estos años Sharleen y Johnny McElhone han guardado espacio en sus álbumes para un par de estupendas canciones. Ella aún peina bien su flequillo, menos revoltoso a los 53 años.

lunes, septiembre 27, 2021

BOOTLEG SERIES 101: I'LL BE YOUR MIRROR

No sé a ustedes, a mí no me ha gustado este tributo. Vuelve por tanto ese debate sobre las formas en que se ha de rendir un homenaje en esto de la música. 


O soy yo o es el disco homenajeado, el célebre plátano de la Velvet, los que hemos cambiado desde la primera vez que nos conocimos. Ambos, tal vez. Verán, en su día yo tendría una edad que rebasaba la adolescencia y ya habían pasado más de dos décadas desde que Andy Warhol había envuelto en monda de plátano a la Velvet Underground y a la gélida alemana Nico Päffgen. El disco me gustaba más por lo que hacía resbalar ella de su voz pétrea que por los trotes y galopes de Lou Reed y compañía, aunque me dejaban traspuesto piezas como Venus in furs y, sobre todo, el chute de Heroin. Con lecturas y escuchas posteriores comprendí mejor el alcance de aquella vanguardia inspiradora.

Así que ahora, mucho tiempo después, toca reintrepetar el disco aquel con variada alineación en sus créditos. Escójanse una docena de nombres que cuyos estilos encajen con la música zigzagueante de la Velvet, mejor que sean de buena presencia y reconocido respeto en la última década, atrevidos, extravagantes, ruidosos, algún peso gordo que pasase de refilón por aquellas fiestas lisérgicas de la Factory. La elección me parece coherente, sin que me chirríen Michael Stipe con Sharon van Etten, Kurt Vile con Andrew Bird, pero la ejecución da cuerpo a un álbum de mucha pompa y escasa sustancia, tan aburrido como olvidable (¿lo es el plátano de Warhol, tanto tiempo después?).

Salvamos a Matt Berlinger con Waiting for my man y a Kurt Vile & The Violators con Run Run Run. Destrozamos a St. Vincent con All tomorrows parties y a Courtney Barrett con I'll be your mirror. El resto (Iggy Pop, Van Etten, Stipe, Thurston Moore, Fontaines DC, Bird, King Princess) se pierde en la bruma del tiempo que nos cambia.

miércoles, septiembre 22, 2021

LA MÚSICA NO ES LO MÁS IMPORTANTE

Debería extenderme en hablar de este libro. O no, mejor que cada uno lo lea y se entregue a extensas reflexiones. Conviene extraer de su lectura muchas conclusiones sobre cómo somos o cómo la música nos hace y nos va cambiando. O quizá no, solo unas pocas verdades con las que nos sintamos plenamente convencidos. La música es importante, desde luego. O no, no lo es tanto. Depende, según. Contradicciones. Sí. Nuestra música querida nos ha llevado por un mar constante de síes y noes, de dudas y certezas, de adoración y rechazo a lo largo de los años que vamos cargando encima, incluso para el mismo concepto, el mismo grupo, un mismo disco, ese mismo género.

Uno siente un manguerazo de limpieza cuando lee La música no es lo más importante (Libros.com), aguda, certera y entrañable reflexión confesional que el periodista y compañero Javier Becerra hace de las contradicciones que en sus más de cuatro décadas de exploración han puesto molde a su pasión por la música, en tiempos enfermizos de fanatismo o en reposados años de tolerancia. Lo dicho, podría detenerme en muchas de sus ideas y planteamientos, que bien merecen como poco ser meditadas con la misma sensatez con que son expuestas, pero son tantas las dianas en las que Becerra da en el centro que animo a descubrirlas, y muy probablemente compartirlas, con la dedicación a estas páginas. Porque en sus capítulos, guiados por la estela de las experiencias personales con la música, el autor se cuestiona sobre el criterio, el nivel de exigencia, la actitud rockera, la autenticidad indie, las masas consumidoras, la devoción del fan y el poder maravilloso de las emociones que provoca la música... de Joy Division a Xoel López, de los Héroes del Silencio a Camela, de Los Planetas a Iron Maiden.

No son pocas las conclusiones que uno mismo puede guardarse tras leer esta abierta y a la vez íntima confesión. Quédense con esta como guía: disfruten de la música, no la hay buena ni mala, respeten los gustos de los demás y no se crean mejores; la música no es lo más importante de nuestras vidas, no, pero está siempre ahí y la necesitamos.

domingo, septiembre 19, 2021

VOLUME ONE 579: FROM DREAMS TO DUST (THE FELICE BROTHERS)


La relación que tenemos con las bandas que nos gustan mucho al comienzo de su andadura suele llevarnos a diversos grados de aceptación. La siguiente evolución es recurrente: éxtasis en el descubrimiento, indiferencia por decepción en los años de maduración, acogedora reconciliación cuando el grupo se aproxima a la mayoría de edad. Sirve para resumir, por ejemplo, mis vínculos con los hermanos Felice. Estamos de celebración entonces, porque From dreams to rust (Yep Roc, 2021), noveno álbum de su historial, asienta a la familia en una tercera fase de refrescante inspiración.

Permitan un rápido repaso. Ian, James y Simone se criaron en las montañas Catskill y tras haber mamado el sabor de las raíces del folk en los entornos rurales que moldean los perfiles de la Americana se recorrieron calles y estaciones de metro de Nueva York para saber hasta dónde podían llevarles sus guitarras, percusiones sencillas y un acordeón. En aquella música, tosca a veces, descuidada y a ratos festiva pero de fuerte sentimiento, confiaron para dar forma a unos primeros discos que, impregnados de polvo y campo, parecían revivir a The Band y a aquellos meses de encierro con Bob Dylan en Big Pink. 


Con Celebration, Florida (2011), apostaron por el riesgo de la experimentación y el disparo salió muy torcido. Fue en ese momento, sin Simone a bordo (bien asentado con The Duke & The King y poco después en solitario), cuando The Felice Brothers se me resbalaron, se oscurecieron el tiempo que duró un par de insulsos discos más. Undress (2019) y ahora From dreams to dust devuelve a Ian y James con un nuevo grupo de acompañantes, retirados en una vieja iglesia que les ha servido para grabar un disco y revestidos por una seguridad en sus canciones que revitaliza la nobleza de sus primeros años con mayor brío sonoro. Ahí están Valium, Inferno, Jazz on the Autobahn o We shall live again para demostrarlo.

Nota: 8/10

miércoles, septiembre 15, 2021

SOUNDTRACK 262: MODERN LOVE, 2


El amor es único y universal, tanto da cómo se exprese y manifieste, cómo surja y cómo perdure, a quién o a qué se ame, cómo nos haga reír o llorar. Nos lo recuerda de nuevo la serie Modern Love en su segunda temporada, en otros ocho capítulos para vernos retratados tal cual somos cuando el amor pilota nuestras vidas. Si la primera entrega contenía un par de episodios sobresalientes y deliciosas historias, la segunda alcanza la misma altura e incluye un capítulo, el primero, que se eleva a la categoría de absoluta obra maestra. John Carney (Once, Begin again, Sing Street) comanda la serie para Amazon y dirige tres piezas, las tres que salen de Nueva York y estrenan como escenarios Inglaterra e Irlanda, allí donde Minnie Driver y un coche (y Van Morrison) nos abrazan con fuerza al curso caprichoso de la vida.

 

Todo brilla en Modern love: actores nuevos y viejos, guiones ágiles que evitan lo convencional y la reiteración, personajes admirables (la humorista exitosa y su amigo del alma, el soldado traumatizado, la pareja separada que se reencuentra, la noctámbula, los desconocidos que conversan en un tren y esperan volver a citarse cuando ese virus extraño pase de largo... y Minnie Driver y su coche, por dios). Un consejo: engánchense quienes aún no lo han hecho.

domingo, septiembre 12, 2021

BOOTLEG SERIES 100: THE SAND BAND


He tenido un flechazo. Quiero conocer más sobre The Sand Band y muy poco encuentro. El único álbum que grabaron, All through the night, cumplió una década este año y el grupo ha editado su edición por el décimo aniversario. Hasta aquí han llegado y nada más. No hubo más estudio, sus miembros fundadores se dispersaron para girar o tocar con otras bandas y pocas veces más se han vuelto a juntar. Me quedo con ganas. Surgieron de Liverpool y aquel primer disco posee un eco embriagador que te deja ligero y adormecido por la hipnosis. Es uno de esos álbumes con los que uno desconecta de cuanto tiene alrededor, en los que se pierde en el balanceo de capas de voces insinuantes y guitarras dramáticas. Pienso en unos Twilight Singers arenosos, incluso en unos Oasis ralentizados. Me dejo llevar.

miércoles, septiembre 01, 2021

GREATEST HITS 280: THUNDERSTRUCK (AC/DC)

(Septiembre de descanso. A quienes se pasen por este blog les dejo una selección de canciones para que la música les dé buena compañía un rato. Hasta pronto.)

Cuenta atrás.

Diez...

A mí no me gusta AC/DC, pero Thunderstruck le encanta a mi hijo, que se quita la camiseta siempre que suena la canción y agita la cabeza. Se me acaba pegando, qué duda cabe, y hasta gustando un poco. Thunderstruck. ¡Viva el rock and roll!

 

GREATEST HITS 279: SAVE ME (AIMEE MANN)

Nueve...

Aimee Mann era una desconocida para mí antes de Magnolia, poderoso film coral para el que su director, Paul Thomas Anderson, pidió canciones a la chica. Save me, nominada al Oscar, conmueve tanto como la película mientras Aimee acompaña a sus personajes.

 

GREATEST HITS 278: ONCE (LIAM GALLAGHER)

Ocho...

A la final de un campeonato de chulos los dos llegarían empatados por méritos. En el desempate apostaría por Eric, el rey Eric del ManU, un futbolista como ningún otro. Subcampeón Liam, épico incluso lejos de su hermano: véase y escúchese, Once.