sábado, agosto 28, 2021

BONUS TRACK 246: ERIC CLAPTON (ERIC CLAPTON)


¿Cuál es el mejor disco de Eric Clapton? Pregunta para claptonólogos (sic) y para los que no lo son. Yo pertenezco al segundo grupo, no viví aquella fiebre que convertía al guitarrista en un dios, como se leía en las paredes de las calles. Con o sin mayúscula, evito la divinidad; muchos o muy pocos, según se mire, merecen el rito de la devoción. Piensen: de su carrera en solitario, sin formar parte de una banda efímera, ¿cuál es el mejor álbum de Clapton? A mí me pasa que no encuentro sobresaliente ninguno. Queda dicho, repito: sobresaliente, ninguno; notables, unos cuantos.

Quizá se deba a que el virtuosismo incuestionable de Clapton me deja frío, ese don que tiene para que su guitarra excepcional suene cotidiana y natural, sin la prepotencia del exceso. Me gustan sus discos de los setenta, desde luego, pero no me derrito por ninguno. Y me cuesta elegir uno superior entre ellos: un día pienso que el primero, este de la foto; otro día digo Slowhand; otro, Blackless; o No reason to cry. Hoy digamos que Eric Clapton (1970). Aquí te encuentras precisamente a ese guitarrista excelso que entra en la habitación sin hacer ruido y se marcha sin dar un portazo. Venía de girar con Delaney & Bonnie, por eso su disco de debut parece el paso por el estudio de aquella sociedad tan sabrosa y más que blues lo que se encuentra es un poco de ese brebaje rico de estilos (folk, R&B, rock, blues) que Clapton siempre ha destilado. La firma compartida da buenos resultados (con Leon Russell para Blues power, con Bonnie Bramlett para Let it rain) y ya empezaba a tomar prestradas las delicias de JJ Cale (After midninght).

martes, agosto 24, 2021

HOY MUERE UN POCO EL ROCK & ROLL


 ... Y a mí me da pena que Charlie (1941-2021) ya no vuelva a estar más ahí detrás, al fondo.

¿Mueren los Stones? Aunque nunca lo harán, hoy agonizan.

lunes, agosto 23, 2021

VOLUME ONE 578: STAND FOR MYSELF (YOLA)

Quizá se hayan dado cuenta de la escasez de reseñas de música fresca colgadas en este blog en las últimas semanas. Pocas novedades de interés, la verdad, y entre las escasas elegidas no hay motivos para la euforia. Quedémonos con una aceptable, el segundo álbum de Yola, Stand for myself (Easy Eye Sound, 2021). Esta británica amparada desde hace dos años por el abrigo retro que Dan Auerbach ha sabido tejer muy bien en su estudio y con su sello para dar a conocer nuevos valores o rescatar músicos curtidos que apenas tuvieron repercusión, repite con el productor y músico de The Black Keys para su nuevo trabajo, una continuación tan apreciable como el debut. Pero de este segundo álbum, con el añejo regusto de soul y R&B, a uno le queda la sensación de que la faceta vocal de Yola no está a la altura del impecable trabajo instrumental, cuya responsabilidad cae sobre veteranos músicos de sesión con los que Auerbach sabe rodearse. Igual es una impresión particular. En todo caso, hay temas en los que se lucen muy bien una y otros, Yola y su equipo: Barely alive, Starlight, Now you're here.

Nota: 7/10

viernes, agosto 20, 2021

SOUNDTRACK 261: OLIVIA, LA HIJA DE VEDDER

Quedémenos por ahora con la anécdota. Eddie Vedder, amigo de Sean Penn, para quien compuso música para su película Into the wild, ha cedido una canción coescrita con su otro amigo Glen Hansard para el último film dirigido por el actor y cineasta, Flag Day. El tema no lleva la voz ni de Eddie ni de Glen, sino de Olivia Vedder, 17 años, hija del líder de Pearl Jam. My father's daughter, se titula, y parece encajar con la complicada relación paterno-filial que la película cuenta, entre el propio Penn y su propia hija Dylan. No está mal el tema, veremos qué tal el film de Penn, quien tras varios aciertos patinó con su anterior dirección.

 


lunes, agosto 16, 2021

LIVE IN 265: KRAUSS Y PLANT... 2ª PARTE

Raising sand (2007) es un buen disco, en mi opinión no tan grande como la crítica y los premios acreditaron en su momento, cinco Grammy incluidos. Supuso el encuentro entre una celebrada cantante de country y bluegrass y quien fuera vocalista de Led Zeppelin, Alison Krauss y Robert Plant, que de la mano de T Bone Burnett en la producción (y con formidables músicos de sesión) formaron una pareja musical muy bien compenetrada. Aquel álbum de versiones (de temas de Gene Clark, Tom Waits y Townes van Zandt entre otros) desprendía una calidez climática confortable. El disco tendrá continuación, Raise the roof, una descendencia con los mismos protagonistas en la que volverán a poner solidez nombres como Buddy Miller, Bill Frisell, Marc Ribot, David Hidalgo y Jay Bellerose. Un solo tema original se sumará a nuevas versiones. Este adelanto, de una canción de Lucinda Williams, vaticina otro buen trabajo.

viernes, agosto 13, 2021

SOUNDTRACK 260: EL ÚLTIMO CONCIERTO DE PULP


El género documental, con toda su capacidad para jugar con la narración, es capaz de hacer que te interesen o te gusten temas y protagonistas que por lo general no son de tu interés o tu agrado. Por ejemplo, Pulp. El documental Pulp. A film about life, death and supermarkets consigue que me interese durante hora y media por el grupo británico, que nunca me ha gustado. La banda, uno de los más reconocidos exponentes del brit pop que se había formado bastantes años antes de su eclosión, dejó de grabar discos en 2001 después de siete trabajos. Hasta 2012 siguieron tocando en algunos festivales y aquel año decidieron despedirse para siempre con una última gira que terminó en la ciudad que les vio nacer, Sheffield. El documental de Florian Habitch recoge ese concierto final, pero ese éxtasis musical de entrega y agradecimiento en el Motorpoint Arena no es lo mejor.

Lo mejor es, como justificando una de sus canciones más conocidas, Common people, los momentos en los que el filme se detiene en la gente corriente de Sheffield: en las ancianas que van al supermercado, en los vendedores de carne, los afiladores de cuchillos, el vendedor de periódicos... en los fans que quieren despedir a Pulp, como esa joven enfermera y madre soltera de Atlanta que viajó desde tan lejos a Inglaterra solo para ver en vivo a Jarvis Cocker... en los miembros de la banda, con sus dolores de huesos, su equipo de fútbol o su destreza para cambiar un neumático pinchado, como el propio Jarvis antes de decirnos que toda esa gente corriente, él entre todos ellos, sigue con sus vidas adelante.

BONUS TRACK 245: LONG MAY YOU RUN (THE STILLS-YOUNG BAND)


En 1976 Crosby, Stills, Nash y Young seguían sin llevarse bien. Pero abrieron un paréntesis a sus diferencias, contuvieron los caprichos de sus egos y probaron a reducir de protagonistas sus proyectos. Stephen Stills y Neil Young, que habían sido los pesos duros de Buffalo Springfield y no habían acabado bien, se juntaron para grabar en Miami un álbum bajo el nombre The Stills-Young Band, en realidad músicos que tocaban con Stills a los que se sumaba Young. Long may you ran, se tituló el álbum. Ahí acabó la aventura y se cerró el parántesis (por iniciativa de Young con una nota de despedida antes de que el trabajo estuviera a la venta), reabierto puntualmente en las décadas siguientes para que los cuatro músicos volvieran a tocar juntos.

El disco es apreciable, es una lástima que el tiempo lo convirtiera en anécdota. Lo que no lo hace notable es el desequilibrio y la sensación de cierto descuido. Los temas de Young, cinco, encajarían en cualquiera de sus álbumes de aquella década, y destacan Midnight on the bay y Fontainebleau. Los cuatro de Stills hacen flojear el conjunto, pese a momentos de inspiración guitarrera en Black coral y Guardian angel. Young aún descargaría su huracán al año siguiente, mientras Stills no levantaría cabeza tras un par de estupendos primeros discos.

miércoles, agosto 11, 2021

SOUNDTRACK 259: THE CAMINO VOYAGE

El Camino de Santiago en una barca. Esta es una historia muy bonita, la cuenta el documental The Camino Voyage. Cuatro irlandeses se embarcan en un bote tradicional de no más de ocho metros de eslora para llegar desde Dublín hasta Santiago de Compostela a través del Mar Céltico, el Golfo de Vizcaya y el Mar Cantábrico. Solo ellos y el mar implacable, con la fuerza de sus brazos para remar y la voluntad invencible de llegar al final del camino. Navegaban entre olas y descansaban en la costa, cada uno en una tienda de campaña hasta el día siguiente. Conocían a gente que les animaba, que les ayudaba, cantaban viejas canciones. Cubrieron el reto, el sueño, en tres etapas, una por año, cuando tenían el tiempo libre para echarse al mar y pelear contra sus caprichos.

Uno de los bohemios peregrinos del mar es el músico Glen Hansard, que se unió en sustitución de otro remero en la tercera etapa, desde Pasajes en el País Vasco hasta A Coruña en Galicia, desde donde el grupo, con la barca sobre un coche, llegó a Santiago. Danny Sheehy, poeta, decía junto a la catedral que al año siguiente arreglarían la embarcación y volverían al mar para bajar hasta Portugal. A mediados de 2017, el bote artesanal volcó a la altura de Foz de Minho y Sheehy murió; sus tres compañeros (Brendan Begley, Liam Holden y Brendan Moriarty) fueron rescatados con vida y trasladados a un hospital.

Hansard, que solo había remado aquel tramo un año antes, utilizó imágenes del documental, dirigido por Donal O'Ceilleachair, para acompañar el vídeo de su canción Good life of song, una de las maravillas que contiene su disco de 2019 This wild willing. Tengo ganas de nadar, de remar.

lunes, agosto 09, 2021

LIVE IN 264: CHARLIE


Charlie
no viaja. No hay gira con Watts. La noticia se conoció hace unos días. La salud obliga a evitar viajes, conciertos y esfuerzo físico a un hombre de 80 años. Sus compañeros Mick, Keith y Ronnie, de 78,77 y 74 años, sí actuarán como toros sobre el escenario en una ruta por Estados Unidos el próximo mes, acompañados a sus espaldas por Steve Jordan. La pregunta es: ¿irías de nuevo a ver a los Stones sin Charlie en la batería?

"Los Rolling Stones no existirían sin Charlie Watts", reconoció en su día Richards. Sí, ese señor sentado en el fondo que parece tocar la batería siempre al mismo compás, que no sabes bien si está sonriendo o concentrado o le duelen los huesos, es el hilo invisible que mantiene en bloque la conexión musical de la banda más grande de todos los tiempos, el pegamento que da sintonía a un vínculo que va más allá de la relación personal y musical.

Vale, pero los Stones van a salir otra vez de gira, y sin Charlie, lo que viene a cuestionar la frase de Keith Richards. Los Rolling Stones darán conciertos, existirán, sin Charlie Watts. Sí, a mí me resultaría muy extraño, algo antinatural incluso, ver al grupo sin Charlie detrás. ¡Salud!

jueves, agosto 05, 2021

FREAK GIRL GOLD MEDAL


Nos admitirnos tod@s un@s a otr@s tal como somos, sobre todo quienes más nos importan y queremos. En las rarezas, en los vicios grandes y pequeños, en graciosas frivolidades o pasiones incontrolables que a veces nos irritan están también nuestros encantos, el factor único e irremplazable que no encontramos en nadie más y acabamos por adorar. Un@s somos fieles a listas escritas para dejar constancia de las cosas que pasan por nuestra vida; otr@s trasnochamos un día sí y otro también para no perdernos las pruebas de los Juegos Olímpicos y anotar con distintos colores en una libreta series, rondas, resultados y medallistas. Pasarán las horas y los días y batallaremos con el sueño y el cansancio. Merece la pena. Al final habrá premio. Medalla de oro. Porque hay cosas que todavía nos siguen volviendo loc@s. Hoy tendrás 38 y nos volverán a separar diez años, y a veces no sé quién es más adulto de los dos, cuál actúa más como un niño. No me importa, campeona. Aquí seguimos.

miércoles, agosto 04, 2021

BONUS TRACK 244: PARANOID (BLACK SABBATH)

Abramos una puerta para Black Sabbath, apenas mencionado en este blog. No me va el rollo Sabbath, nunca me atrajeron ni Ozzy Osbourne ni su música, me parecieron siempre más interesantes otros aspectos de su entorno: cómo nacieron en la llanura grisácea de Birmingham a finales de los sesenta, el impacto que causaron en los jóvenes entonces y en la prensa, que los masacró al principio, y la huella influencial que dejaron como germen o fuente del heavy metal y multitud de bandas. El circo de excesos, los mensajes macabros, la brujería, el satanismo y la destrucción fueron signos de identidad que me provocaron la indiferencia y me alejaron del grupo en sus distintas etapas. Ozzy es un payaso sin gracia. No me gustan los discos de Sabbath, pero sí admito que Paranoid (1970), su obra más referencial e inspiradora, me cautiva. Su tosquedad y sus limitaciones, pero también la contudencia rítmica, tienen un innegable poder para hipnotizar, con piezas reconocibles como Paranoid o Iron Man y con temas más ambientales como Planet Caravan o Hand of doom. Cuando me llega del pasado alguna de esas canciones, con la fuerza de su ritmo y los riffs secos de Iommi, me trasladan a viejos antros de la noche en mi juventud que cayeron en el olvido y echaron el cierre. Tiempos en que nos creíamos un poco heavies.

lunes, agosto 02, 2021

LIVE IN 263: MIGUEL RÍOS, A CORUÑA 2021


Agosto de 2021. Razones por las que he disfrutado como un loco de un concierto de Miguel Ríos.

Porque fue el primero después de un océano de 19 meses sin música en vivo, aunque tuviera que estar sentado a 20 metros del escenario, separado a un metro y medio de quienes tenía más cerca, y con una mascarilla puesta que me impedía mostrarle la satisfacción de mi rostro a los músicos.

Porque el artista me dio la bienvenida como el padre a un hijo del rock and roll.

Porque al calor de su banda, Black Betty Trio, el rockero se confunde con el bluesman.

Porque muchos de sus clásicos siguen dándote escalofríos (El blues del autobús, El río, Santa Lucía).

Porque algunas de sus canciones nuevas, con las que ha regresado tras un largo tiempo como los sabios que aún no lo han dicho todo, también te ponen la piel de gallina (Cruce de caminos, El blues de la tercera edad, Para que yo me llame Ángel González).

Porque recordó a un hombre que ayudó mucho a los músicos de la ciudad. 

Porque todavía hace falta que confíes en un músico más que en un sociólogo o un político para oír decir que las fronteras y la prostitución, el maltrato y el crimen sin sentido están mal y que la atención al prójimo no tiene precio.

Porque me dio las graciñas, carallo.

Porque me hizo reír.

Porque se le vio feliz.

 

domingo, agosto 01, 2021

BOOTLEG SERIES 99: THE NEW BASEMENT TAPES


El experimento pasó algo inadvertido, un encuentro como de puntillas, sin apenas alcance pese a su exquisitez, aunque surgiera ni más ni menos que del descubrimiento de canciones inéditas que en 1967 Bob Dylan había escrito para sus celebradas cintas del sótano. El proyecto se llamó The New Basement Tapes, un supergrupo con letras mayúsculas comandado por el productor T Bone Burnett, enrolado a mediados de los setenta en la Rolling Thunder Revue del mismísimo Dylan. A Bob se le agradece en el disco, el único legado de la banda fugaz, grabado en 2014, "su confianza y generosidad". Durante dos semanas se juntaron Elvis Costello, Jim James, Taylor Goldsmith, Marcus Mumford y Rhiannon Giddens, y no olvidemos al sensacional percusionista Jay Bellerose. De sus talentos y sensibilidades nacieron esas nuevas grabaciones del sótano, una veintena a caballo entre el rock y el folk. Nada sobra, nada falta (esta vez ni siquiera molesta Costello). Manjar.