martes, junio 29, 2021

DYLANOLOGÍA


De fanatismos hemos escrito algo en este blog. Fanáticos moderados somos, con un punto de locura si la pasión lo requiere en algún momento. Algo debemos tener de filias intensas en nuestros gustos para sobrevivir a la grisura. Optamos por la mesura en todo caso, controlada entre los límites de la devoción, para no cegarnos ni atiborrarnos, para sentirnos racionales cuando nos asalta un arrebato de sinrazón. Dylan viene al caso. El viejo Bob.

He comprado esto que me anunciaba la revisa Uncut. The Complete Bob Dylan. Tengo mucho de Dylan entre mis propiedades, sé mucho de su vida y su obra, y siempre hay momentos en los que quiero leer, escuchar y saber más. ¿Quién no entre mis gemelos de fiebre musical? En este volumen el dylanófilo se encontrará algunos aspectos curiosos y unos cuantos rankings sobre los que discutir y debatir.

Entre los primeros datos, hay músicos de acompañamiento más longevos, personajes secundarios de portadas de discos, indumentaria icónica, peinados, los alias utilizados en su carrera, los primeros valedores, spots publicitarios, referencias a otros músicos en letras... Los listados repasan los mejores singles, directos, bootleg series, álbumes, versiones de otros músicos, intervenciones en películas, libros y programas radiofónicos del Theme Time Radio Hour... Todo muy entretenido, escrito y evaluado por expertos en la materia.

miércoles, junio 23, 2021

VOLUME ONE 575: QUIETLY BLOWING IT (HISS GOLDEN MESSENGER)


Confío en lo infalible. Con o sin cambios, pero firme, auténtico y placentero. Hiss Golden Messenger y la música que no flaquea. Y buenas canciones, repito: canciones que caen como caricias por la espalda, que llaman a alguien para compartir. Quietly blowing it (Merge, 2021), nueva muestra del mérito. Lo simple es mágico, te hace nadar con Sanctuary, Glory strums o ese pastel que lleva por título el rótulo de este disco. Hoy tocó telegrama. ¿Para qué hablar más? Dale al Play.

Nota: 8/10

lunes, junio 21, 2021

SOUNDTRACK 257: WHAT DRIVES US

"Te tienes que subir a una furgoneta si quieres triunfar en este negocio".

La furgoneta es la clave, la excusa de este documental/reportaje mitómano promovido y dirigido por el ubicuo (con tendencia el cansancio) Dave Grohl. La frase que encabeza este post sale de boca de Ringo Starr, pero la proclama no garantiza el éxito: ¿cuántos miles de furgonetas han desgastado sus ruedas y el motor pero los músicos que las condujeron quedaron en la cuneta? No basta con el mensaje, pero en todo caso, What drive us es una producción entretenida y en algún momento emocionante que toma como punto de partida la importancia que en una carrera musical tuvieron aquellas viejas furgonetas que las bandas alquilaban o compraban para apretar en ellas sus instrumentos y equipos y viajar cientos y miles de kilómetros en sus primeras giras, sin saber si un día llegarían a ser estrellas de rock y, por supuesto, a ser conducidos por chóferes en grandes autobuses sin cargar más sus guitarras al hombro o a viajar en avión con todo lujo de comodidades de un bolo a otro.

Por el documental, narrado con fórmula testimonial, repasan aquellos primeros días de cervezas y convivencia apretada en furgonetas Slash y Duff, Brian Johnson, Steven Tyler, Ben Harper, The Edge, Jennifer Finch, Lars Ulrich, Ringo, Flea... y los Foo Fighters con Grohl, entrevistador presente que también acompaña las primeras experiencias sobre ruedas del joven trío Radkey. Hay algún desvío en la ruta para detenerse en capítulos personales de superación o para relatar las primeras sensaciones sobre un escenario, los primeros ensayos, los sueños de juventud. Sientes de alguna manera la ¿perdida? inocencia de una banda que comienza a tocar, los días salvajes y, sí, también el poder incorruptible del rock and roll.

sábado, junio 19, 2021

VOLUME ONE 574: WHAT THE FLOOD LEAVES BEHIND (AMY HELM)


Hay un ambiente muy acogedor que envuelve este disco. Quizá a uno le invade ese sentimiento solo con pensar que ha sido grabado en el granero que Levon Helm convirtió en estudio en su casa de Woodstock. Allí su hija Amy se crió entre campo y música, y allí ha grabado What the flood leaves behind (Renew Music, 2021), un álbum que de haber tenido entre cinco y diez generosos minutos más sería más redondo. Amy Helm me parece una artista encantadora. Con la banda Ollabelle entre 2004 y 2011 y en solitario de 2015 hasta este año, en el que ha vuelto con sus hijos a su hogar desde la ciudad. En ella encuentro un fuerte vínculo con la inspiración más pura de la música americana de raíces, traducido en cuidadas canciones donde bailan juntos el folk, el blues, el soul y el country, que Amy doma y mima con su voz viva y cordial. De esa unión han salido tres discos magníficos. El último está a la altura de los demás, con Josh Kaufman (Bob Weir, The Hold Steady) como productor al mando de exquisitos músicos. Nada sobra en esta obra (ya digo, quizá se echa en falta uno o dos temas más o más extensión en algunos), donde sobresalen joyas como Verse 29, Wait for the rain y una de esas canciones vitalistas que ya tienen ganado el trono de lo mejor del año, Are we running out of love?.

Nota: 8,5/10

miércoles, junio 16, 2021

VOLUME ONE 573: HARDCORE FROM THE HEART (JOANA SERRAT)


Duele tragar una decepción, causa picor en la garganta y se añora el suave sabor que antes habían dejado los primeros bocados. A pesar del revés, seguiremos pendientes de todo cuanto haga Joana Serrat. Su afianzada soltura para componer, el mérito de no encasillarse en nada ni rebajarse a concesiones y una coherente evolución de su estilo son motivo de confianza y atención. Nos detenemos en Hardcore from the heart (Great Canyon Records, 2021), un álbum que incita a la insistencia, a buscar destellos de brillantez, que los hay (Demons, These roads, que podríamos ubicar en un disco de Fleetwood Mac con la voz de Stevie Nicks). Pero acabamos cegados, confusos y aturdidos. Algo saturados del eco denso que propaga la textura sonora. Si el mayúsculo Dripping Springs (2017) no merecía reparos, su nuevo trabajo, de nuevo grabado en Texas y con el apoyo de músicos de bandas y nombres como Midlake, Kurt Vile, Sharon Van Etten o Mercury Rev, sí los tiene. En resumen, queda que a lo largo de estos sobresaltos del corazón que Joana comparte me siento como en un disco de Lana del Rey, a quien la catalana ha expresado atracción. Es en esta comparación atmosférica donde me pierdo y me desengancho. Hasta la próxima.

Nota: 5,5/10

lunes, junio 14, 2021

BOOTLEG SERIES 98: TONI MONSERRAT... FROM COAST TO COAST


Esto es un viaje, una aventura, una experiencia. Es la vida. De los kilómetros nace la música: de emociones en la carretera, de la soledad al volante y de la compañía en las paradas para repostar. A bordo de un Cadillac del 73, de San Francisco a Nueva York. La lírica del asfalto, un disco hecho en el camino. ¿Rock americano? Desde Mallorca o desde cualquier parte del mundo.

Si no leyeras los créditos de TransAm, escritos en inglés, creerías que este álbum se grabó en un estudio de Nashville con un diestro y sensible vocalista y compositor bien respaldado por envidiables músicos cargados de sesiones y kilómetros. El autor, el conductor del Cadillac, es Toni Monserrat, firmante satisfecho de un trabajo que evidencia que el amor por un género musical penetra hasta las entrañas y se transmite con pasión. A bordo de un coche viejo.

A través de Milanamúsica Records nos alegramos de que el rock americano de corazón y bien trabajado tenga pasaporte nacional. Toni Monserrat, con años de bagaje por carreteras y escenarios, ha volcado en TransAm su gusto por el folk rock y el country rock que en las autopistas y caminos de los Estados Unidos, entre los estados que unen San Francisco con Nueva York en uno u otro sentido, encuentra genuina expresión. Creo que los Jayhawks, con Louris y Olson enlazando voces, y Tom Petty, descansan en este disco junto a Toni y sus músicos, entre ellos Tim Easton para un par de temas. Quizá el autor, inspiradísimo en cortes como Comin' over y Collision course, lleve otros guías en el equipaje. Qué buen disco.

Y como tantas otras veces, con o sin música de fondo... ¡cuántas ganas de llenar el depósito y perderse!

viernes, junio 11, 2021

VOLUME ONE 572: HI (TEXAS)


Que te esperes poco a nada y te encuentres con bastante más que suficiente merece satisfacción. Esto pasa con Hi (BMG, 2021), el nuevo trabajo de Texas, un disco realmente agradable y entretenido, de los que dejan con ganas de más incluso. Más no le pido... así debería ser todo.

Seguramente a mí me paso lo que a muchos, que desconectamos de la banda tras sus tres primeros álbumes, allá por 1993, y que lo que vino después nos causó indiferencia. Quizá Texas empezó a ser el grupo de Sharleen Spiteri, presente en todas las portadas, a partir de White on blonde en 1997, un buen álbum con el que los escoceses se desmarcaban del pop rock para pegarse el sello de pop soul. ¿Se comió ella al grupo, aunque Texas siempre ha podido presumir de estabilidad? No tanto, pero los trabajos siguientes carecían de la solidez de aquel giro estilístico. Y Hi, sin alejarse mucho de los márgenes trazados por la banda desde hace más de dos décadas, luce como una traje elegante y brillante de pop, con barniz dominante de soul y algún fleco de country inesperado pero bien acoplado. Escuchen Mr. Haze, Heaven knows, Sound of my voice o You can call me y reconcíliense de alguna forma con Texas.

Nota: 7,5/10

martes, junio 08, 2021

GREATEST HITS 267: A SORT OF HOMECOMING (U2)

De cuando las canciones de U2 eran pura y dura emoción, tiempo atrás, demasiado. Así empezaba aquel fuego inolvidable y el grupo regresaba al hogar después de sus mayores conquistas lejos de casa. Eno y Lanois orientaban y la música ahora llegaba a un punto de ebullición sin barreras: la furia asimilada, la mecha de la grandeza próxima (Joshua..., Rattle...). Esta versión en directo de A sort of homecoming tiene más limpieza que la grabada en el álbum y retrata a una banda de este planeta. Ves aún a tipos accesibles, lejos de la divinidad. Éramos todos más jóvenes, nos sentíamos enormes con U2.

sábado, junio 05, 2021

VOLUME ONE 571: WHERE THE SPIRIT RESTS (CHRIS ECKMAN)


Los que guardamos con cariño la música de The Walkabouts, nunca hemos perdido de vista a Chris Eckman. Una de las banderas de la banda de Seattle, perezosa en la última década, reside desde hace tiempo en Eslovenia, en Ljubliana. Antes y después del inicio del descanso indefinido del grupo, Eckman no ha dejado de trabajar en proyectos paralelos (Dirtmusic, The Strange, entre unos cuantos) o respaldado con la producción a distintas formaciones europeas, la mayoría balcánicas, entre las que no debemos olvidar a los Bambi Molesters. Su capítulo de trabajos en solitario incluye un manojo de discos muy atractivos, el último ejemplo este Where the spirit rests (Glitterhouse, 2021). La postal brumosa de la cubierta conduce a una música lánguida y atmosférica que se deshace en niebla y calima, con la voz más raspada de Eckman (siempre conmovedor) como timón de un álbum de predominio acústico relajante y a la vez inquietante, apropiado para acompañar paréntesis para la reflexión.

Nota: 8/10

miércoles, junio 02, 2021

BONUS TRACK 240: WHATEVER YOU SAY, SAY NOTHING (DEACON BLUE)


Al final fui a ver a los Deacon Blue. Fue hace algo más de dos años (lo conté aquí) cuando hicieron parada en mi ciudad. Y la noche fue como esperaba, un trago de nostalgia por el tiempo que ha pasado desde aquella ola de pop rock de facturación escocesa en la década de los 80 y parte de la de los 90 y por los años que llevan encima Ricky Ross y compañía. Fue que entraran listas para estallar las notas al piano de Real gone kid y ponerse a saltar sin parar los cuatro minutos que dura esta joya curativa de canción. Un poco de esa emoción musical se siente todavía con los primeros discos de Deacon Blue, entre ellos este cuarto Whatever you say, say nothing (1993), a pesar de que se advierten matices que lo diferencian de los predecesores: menos melódico, más guitarrero. El sexteto de Glasgow, con alguna pausa larga en su carrera, ha mantenido una coherencia de identidad elogiable, sin la euforia y la energía de sus comienzos, pero con propuestas fiables. Whatever... parece buscar un espectro más amplio de público (quizá por el concurso de Paul Oakenfold en la producción), contiene esencias más atmosféricas y consigue levantarse con momentos de vigor como Your town u Only tender love. No es su mejor disco pero refuerza mi admiración por ellos.