jueves, junio 30, 2022

VOLUME ONE 606: THE SPUR (JOAN SHELLEY)


Al escuchar la música de Joan Shelley me parece que sus canciones se mantienen suspendidas en el aire y que nosotros, los oyentes, nos dejamos llevar hacia ellas para agarrarnos con un brazo, con los dos, con las piernas, para descansar en ellas. Hay cobijo en sus discos, calma, una sensación de bienestar que no es triste ni alegre, que no lleva al norte ni al sur. En The Spur (No Quarter, 2022), su sexto álbum, persiste esa ambivalencia, también la capacidad para extender el folk hacia distintos horizontes, revestido esta vez de un exquisito juego de guitarras de metálico eco y de cuerdas conmovedoras. A Shelley, que parece discreta, se le intuyen propósitos más ambiciosos, pero prefiere no explotarlos sino guardar la imagen de una autora delicada pero profunda, modesta pero sabia. Y uno puede aplicarle esos calificativos a canciones como Home, Like the thunder, Fawn o Amberlit morning, con el apoyo de otro especimen singular como es Bill Callahan. Y dejar que la música se consuma lentamente con suave placer.

Nota: 8,5/10

lunes, junio 27, 2022

C EST FINI


Desde que puso fin a sus días, parece haber suscitado una corriente de idolatría desmedida hacia su persona y su oficio. ¿Es que ahora es el baterista sobre el caben los más elevados elogios de la historia, las más lloradas despedidas del planeta y el más grandilocuente de los homenajes de la humanidad? Admito el cariño que hacia él se puede tener, como a la que fue su banda en general o al jefe de filas en particular; lo que considero excesivo es la magnificación de su legado, a lo que ayudan los cientos de canales que nos recuerdan sus últimos días, las últimas palabras, sus mejores canciones, el aprecio de sus colegas, las lágrimas de los fans... y (vale todo en la verbena de la globalización) los cinco bateristas que le inspiraron de joven o los otros cinco compañeros de baquetas con los que le hubiera encantado compartir escenario. Se fue, punto, y la vida sigue sin detenerse. O le encuentran sustituto, o la banda se va al garete, a ver si hay suerte.

domingo, junio 26, 2022

VOLUME ONE 605: MEET THE MOONLIGHT (JACK JOHNSON)


Ninguno de sus discos estará entre mis preferidos; no me acordaría de ellos si me viera en el caso de tener que quedarme con doscientos o trescientos de ellos nada más; ni siquiera lo incluiría a él, Jack Johnson, en mi lista de imprescindibles. Pero cada vez que escucho uno de sus nuevos trabajos me invade una ola de buen rollo, de buenas vibraciones, que siempre me entran esas ganas (si alguna vez fuera posible) de pasar un rato en su compañía, escucharle tocar la guitarra a la luz de una hoguera en la playa o verle surfear. Meet the moonlight (Island/Republic, 2022) sigue esa regla no escrita de querer agarrarse a sensaciones deseadas difícilmente alcanzables. Ha dejado pasar cinco años para terminar otro disco, otro hechizo de evasión hacia noches estrelladas con el oceáno delante y el cielo infinito. Jack es un tipo sencillo y atento, y su música vibra con esas cualidades, fresca siempre, más reposada y reflexiva desde All the light above it too (2017), aparentemente inocua, pero de una profundidad que cobra peso cuanto más se deja uno refrescar por ella. Y aquí basta pinchar más de una vez Open mind, One step ahead o Meet the moonlight para querer perderse en la playa y entre las olas. Otra vez.

Nota: 7/10

miércoles, junio 22, 2022

VOLUME TWO 114: FOALS


A Foals les tenía hecho poco marcaje (un par de discos de aceptable veredicto), pero en menos de una semana me he pegado a ellos como una sombra. A veces ocurre, la desconexión de lo demás y la entrega volcada a un solo objetivo que te pellizca, te seduce, te noquea.

Tomo prestadas las descripciones de una fuente de referencia para explicar la fórmula: "peculiar equilibrio entre agitado rock bailable y ambientes colocados"; "indie rock influenciado por pegadiza new wave, math rock y atmosférico post rock". Me valen. Y ahora, venga a soltar parentescos: TV on the Radio, The Cure, Talking Heads, Arcade Fire... los que cada uno encuentre.

Son de Oxford y su academia musical les ha educado con el gusto por combinar la contundencia con la elegancia, el jolgorio con la trascendencia... cerebro y corazón bien conjuntados. Acaban de terminar su séptimo álbum, Life is yours, y no es el mejor. Quédense, si quieren probar nuevas experiencias, con Total life forever (2010) y las dos partes de Everything not saved will be lost (2019), y luego sigan.

domingo, junio 19, 2022

GREATEST HITS 290: THE CHANGELING (THE DOORS)

Me pregunto, de nuevo en la vorágine que adquiere este tema según avanza, a qué grita malhumorado Jim Morrison, por qué se retuerce extasiado confesando cómo ha cambiado, cómo cambia, cambios, cambios... Cierto, sus versos han dejado de ser seductores, su voz se agrieta y envejece, ahí la escucho cansada y esforzándose por no parecerlo con su dueño sentado en el retrete desde donde grababa su último álbum. La banda tenía ya fisuras, era la crónica de una muerte anunciada, que Morrison sellaría pocos meses después de dar carpetazo al fantástico L.A. Woman. El disco se abría con este torrente blusero que crece hasta el estallido cuyo eco se pierde en la lejanía. The changeling... que viene a mí en la noche que se agota en la barra de un bar.

 

martes, junio 14, 2022

LIVE IN 280: EL MOCAMBO


En ausencia de emociones en carne y hueso, queda el consuelo de imaginarlas en la distancia de los auriculares, en el lujo de una edición especial, con limpieza de sonido, la recuperación de un documento milagroso... Ausente en la celebración de su tiranosáurica resistencia, el remedio es la desconexión con marcha atrás, en el retorno a lo que un par de noches fueron sesiones fugitivas en El Mocambo de Toronto. Allí, con solo 300 personas delante, se colaron los Stones hace 45 años para demostrar que en un escenario, pequeño o grande, nadie les empata. No soy de gradilocuencia en la calificación, pero hay veces que plegarse a la evidencia, al deleite natural, a decir que esto o aquello es brutal o colosal, no tiene alternativa.

Esta edición novedosa de un concierto celebrado en 1977 concilia cualquier disputa, cura heridas, depura cargas y nos emborracha del brebaje celestial del rock and roll. Con dosis como Tumbling dice, Hand of fate, Worried about you, Brown sugar, Hot stuff, Fool to cry o unos cuantos blues cochambrosos que aún se mantienen en pie. Como Mike, Ronnie y Keith.

domingo, junio 12, 2022

VOLUME ONE 604: FIRST CONGREGATIONAL CHURCH OF... (KULA SHAKER)


Hay reapariciones inesperadas que son siempre bien recibidas. Ejemplo, Kula Shaker. Está dispersa su producción (6 discos en 26 años), pero cada vez que se reagrupa la banda de Crispian Mills no deja grietas o desenfoques, y aunque hoy la música pop y la música rock están más amenazadas que nunca por la caída en la insignificancia, su nuevo material es cuanto menos un ejercicio de fe digno de tener en cuenta. Curioso, el éxito que tuvieron con su primer álbum, K en 1996, parece hoy anecdótico; probablemente nadie incluya su último trabajo en un artículo con las recomendaciones para escuchar estos días si quieres estar a la última o ser cool o dártelas de listo entre los colegas. Pues First congregational church of eternal love and free hugs (Strangefolk, 2022) es una demostración más de que Kula Shaker, sin proponerse altas ambiciones, saben cultivar una fragancia de psicodelia con la que darle a su rock revoltoso y contagioso una estimulante atemporalidad. Así han sido y así parecen seguir. El álbum, vendido como doble e interrumpido por breves fragmentos hablados de una misa ficticia (la única parte que sobra), bien podría encontrar alguna comparación beatleiana, tomarse algún desliz progresivo y, desde luego, salir airoso de los juicios expertos. La ingeniería contemporánea no disimula un retorno nostálgico a los últimos años sesenta, un luminoso viaje atrás que se festeja.

Nota: 7,5/10

jueves, junio 09, 2022

GREATEST HITS 289: THE CHALLENGE (CHRISTINE McVIE)

Me hubiera gustado encontrar una actuación grabada de esta canción, un videoclip para ver en acción a Christine McVie. Conformémonos unos minutos con este audio. Lo merece The challenge, un diamante fabricado con esmero por su autora y lucido con esa elegancia que deja una larga estela de distinción. Esos coros suaves que acompañan a Christine arrastran como bendita marea hacia el núcleo de esta canción perfecta. El año era 1984. El álbum, el primero que firmaba ella (se había estrenado más de una década antes con su apellido natural, Christine Perfect) después de que otros miembros de Fleetwood Mac ya se hubieran lanzado a solitarias aventuras. El disco llegó y pasó sin hacer ruido, es una curiosidad sin más. Pero contiene esta especial The challenge.

martes, junio 07, 2022

LIVE IN 279: VIEJO BLUES

El blues es siempre viejo, pero escucharlo cada cierto tiempo, ese blues gastado y harapiento, renueva. Cuestión de edad. La vejez no es agotamiento, no es la recta final antes de la meta; que nos lo cuenten Taj Mahal, Ry Cooder o Charlie Musselwhite, que entre los tres suman 233 años y, de "nuevo", nos brindan con un disco a cuatro manos y otro en solitario unas reponedoras gotas de "viejo" blues.


Mahal y Cooder se conocen desde que eran adolescentes y tocaron juntos a finales de los sesenta. Reencontrados casi sesenta años después, han echado mano del libro de partituras para guitarra y armónica de Sonny Terry y Brownie McGhee para crear una pieza de añeja artesanía, Get on board, y rescatar, con esas viejas canciones, la aspereza acogedora del blues.  

 Musselwhite, que entre sus últimos trabajos tiene dos excelentes colaboraciones con Ben Harper, vuelve a quedarse solo con su guitarra y armónica en el disco Mississippi son, al calor de áridos paisajes y caminos plagados de perdedores, perro viejo entre los trovador de la carretera.

El blues no tiene edad. Es metálico, suena a óxido y desprende calor, sabe a tierra y huele a sudor humano. Es el blues, y no tiene explicación.

jueves, junio 02, 2022

BONUS TRACK 263: RIOT ACT (PEARL JAM)


Este ejercicio es recomendable: escoger un disco de una de tus bandas favoritas de entre los que menos hayas escuchado y ponerlo en contexto, compararlo con aquel al que sucede y con el que precede, situar al grupo en un camino intermedio entre su origen y su presente, ubicarte tú mismo en el momento en que este álbum vio la luz. La prueba de hoy es Riot Act (2002), de Pearl Jam

No tiene canciones que hayan sido demasiado interpretadas por Vedder y compañía en vivo; es fácil, así en frío, quedarse con dos o tres temas memorables; probablemente sería el último o el penúltimo en mencionar si citas de carrerilla y sin orden la discografía de la banda... Sin embargo, Riot act, que escogía a un segundo productor, Adam Kasper después de Tchad Blake, tras el fin del periodo fructífero con Brendan O'Brien, sí tiene más de dos o tres canciones de altura (Save you, Love boat captain, Ghost, You are, All or none) y se revela todavía como un trabajo de brumoso lustre en la obra de Pearl Jam. El sonido es quizá el más robusto de entre sus discos, con un Matt Cameron contundente en las baquetas que rompe los escenarios atmosféricos que dibujan sus compañeros.Venía después de seis discos de estudio, antecede a otros cuatro, y estaba a las puertas de la gloriosa magnitud que adquiriría el grupo.

miércoles, junio 01, 2022

Y VAN...


Y van... 44 discos de estudio, 4 directos. Todo esto (Them aparte) en 55 años. La incontinencia reciente de Van Morrison (nueve álbumes grabados entre cuatro paredes desde 2015, uno de ellos doble y todos generosos en número de canciones) suscita el debate sobre la calidad de sus productos. Mi postura es esta: no advierto señales de agotamiento. Ojo, sí se nota que tal fabricación continua de canciones (versiones u originales) lleva el riesgo del olvido, del goce efímero, de pasar página pronto sin mantener vivo el recuerdo de lo que se ha leído justo en la página anterior. Son estos últimos discos del león de Belfast muy disfrutables, más que notables algunos, siempre buenos todos; en clave blues, en tono jazz, de timbre soul, con esencia R&B, como el más fresco What's it gonna take? (2022). Me sorprende haber visto alguna puntuación tan baja, me indigna incluso; es lo que tiene tener vicios personales que no te quieres quitar de encima. Por los siglos de los siglos... amén. Alabado sea Van.