martes, marzo 18, 2025

BOOTLEG SERIES 131: DEE GEES

No sé cuánto duró esto, por qué surgió. Se ve que se lo pasaron en grande. Poco más hace falta saber. Se hicieron llamar Dee Gees y adoptaron el falsete de los hermanos Gibb con algo más crujido rockero para versionar el superéxito discotequero con el que Tony Manero rompía las pistas los sábados por la noche. ¿Bailamos ahora? ¿Llegamos alguna vez a hacerlo como se hacía antes? Grohl y los suyos aún más cool.

sábado, marzo 15, 2025

GREATEST HITS 356: JUST LIKE A MAN (DEL AMITRI)

Estoy de vuelta en la universidad al dejarme mover por el ritmo saltarín y las guitarras seductoras de Just like a man. Un compañero tenía aquel disco en la habitación donde estudiábamos, Change everything, del 92, con los cuatro hombres en recuadro de luz al fondo de la imagen. Allí supe de Del Amitri, una banda escocesa que tardé mucho tiempo, después, en conocer mejor. En cinco décadas solo completaron siete álbumes. No sabías bien si era un grupo británico o americano, te sonaba más a lo segundo. Esta canción la descubrí hace más de treinta años, y dirías que hoy mismo podría haber salido de fábrica.

jueves, marzo 13, 2025

SOUNDTRACK 289: BLUE LIGHTS


Belfast. No es la mejor ciudad para vivir. No es el mejor lugar donde ser policía. Pero allí tres novatos inician su periodo de prácticas en una comisaría patrullando con los veteranos, afrontando la rutina de la violencia o el desamparo: una antigua trabajadora social, madre soltera de un hijo mulato; una joven atrevida capaz de levantar la voz si no está de acuerdo; un joven tímido con mala puntería al que coge cariño el compañero más experimentado. Conviven con agentes con fama de raros, con superiores exigentes pero comprensivos, con colegas cobardes sin futuro en el cuerpo. Y del otro lado de la ley viven las mafias en las zonas prohibidas donde las luces azules de los coches policiales no deben entrar, las familias rotas por los años de delitos o la atracción irresistible del peligro y los bajos fondos.

Es Blue Lights. Los seis primeros capítulos de esta serie irlandesa (hay otra temporada con la misma duración) transcurren con una tensión latente, con el riesgo acechante en las acciones comunes o extraordinarias de sus policías. Es fácil encariñarse con las debilidades de sus personajes, también con su tenacidad, con sus fortalezas y debilidades. Y, como ellos, excelentes actores y actrices, el espectador siente cerca los demonios de su profesión, tratando de mirar con firmeza adelante cuando duele hacerlo hacia atrás.

lunes, marzo 10, 2025

BONUS TRACK 306: HAWKS AND DOVES (NEIL YOUNG)


Hasta hace unos años, cuando las discografías oficiales no tenían recovecos ni se confundían con incontables archivos lejanos rescatados para saciar el apetito de los coleccionistas más voraces, me empeñé en completar la carrera de Neil Young. Entonces lo oficial estaba bien delimitado, y a ello se podía añadir algún bootleg pirata de mejor o peor calidad de sonido. Me llevó bastante tiempo esa tarea desde mi bautismo en el universo Young, buscando aquí y allá hasta cerrar el círculo. Pero luego el propio músico decidió ir entregando con notable frecuencia grabaciones guardadas y protegidas, un archivo vasto que sigue goteando. 

Lo último que acaba de desvelar es Oceanside Countryside, una decena de versiones de canciones grabadas en sus álbumes de finales de los setenta con apenas variaciones respecto a las originales. Es de lo menos interesante de ese legado escondido e interminable de Young, aunque pertenece a una de las etapas más productivas y brillantes, con álbumes como Rust never sleeps o Comes a time. Esta última selección recuperada me devuelve a uno de sus discos que pasó más desapercibido, escaso de valor y relevancia y previo al comienzo de otra fase más osada e irregular, por no decir frustrante. Me refiero a Hawks and doves (1980).

El álbum pasó por mis manos en formato vinilo cuando estaba por la labor completista de discografía, aunque la copia que poseo tiene una pegatina que indica que es un disco publicado "¡por primera vez en CD!". Los Crazy Horse se bajan del barco y se suben leales colaboradores de Young como Tim Drummond al bajo y Ben Keith en la steel guitar. En solo media hora, Neil Young recupera canciones compuestas cinco y seis años antes y compone otras nuevas que juntas dan sentido a un disco de country oscuro y atípico, inconformista y cambiante como su autor, con el extenso tema The old homestead como ejemplo de su inquietante atmósfera.

jueves, marzo 06, 2025

BONUS TRACK 305: I SHOULD COCO (SUPERGRASS)


Con algunos discos nos desplazamos por los pliegues del tiempo, retrocediendo a cuando sus canciones fueron parte de la banda sonora de una etapa significativa de nuestra vida. Supergrass fueron en su despegue "el sonido de la adolescencia" (tomo prestado el entrecomillado), aunque en realidad ya habíamos dejado atrás aquella edad en la mitad de los años universitarios. También le sentaba bien a aquellos días la energía contagiosa del trío de Oxford, un nervio incontenible que hacía que las canciones de su disco de debut, I should Coco (1995), oscilasen entre el descontrol punk y la artesanía pop. Alright quedará para siempre como la melodía del bienestar juvenil, el de las mañanas de pletórico despertar con ganas de compartir la felicidad con el mundo. Había furiosos temas que compensaban otras delicias más moderadas, como las deliciosas Time y She's so loose. A aquel primer álbum de Supergrass siguieron cinco episodios más; la racha se cortó en 2008, aunque la travesía en solitario de Gaz Coombes regaló otras entregas satisfactorias. Coco nos queda aún como el lejano eco de la adolescencia.

miércoles, marzo 05, 2025

SOUNDTRACK 288: LA NADA FIABLE GARANTÍA DEL OSCAR


Dejé de seguir la noche de los Oscars hace años, quizá cuando mis favoritas se quedaban sin el gran premio. Pero no dejé de ver las películas, las que ganaban y las que más me interesaban entre las que no lo hacían. Mi opinión vale poco, de cine entendemos tan poco como de fútbol o de política. Nos guiamos por lo que nos gusta y lo que no, más allá de sus virtudes argumentales y técnicas. Y a mí lo que ha ganado en los últimos años me gusta bastante poco o nada.

Me voy a 2016 para aplaudir indudablemente Spotlight; a partir de ese año las películas ganadoras me llevan desde la indiferencia (Moonlight, Nomadland) al tedio (Oppenheimer, Parásitos), van del disparate (Todo a la vez en todas partes) a la estupidez (Anora). Incluso las obras decentes caen en el olvido (La forma del agua, Green book). De cine, con miles de películas a nuestras espaldas, sabemos lo justo y necesario.

martes, marzo 04, 2025

SOUNDTRACK 287: UN COMPLETO DESCONOCIDO


El dylanismo puede darse por satisfecho, me atrevo a decir. Este creyente lo está. Porque, entre otras razones, no queremos que se nos desvele a Bob Dylan más de lo que él ha permitido y nosotros ya sabíamos. Conozcámoslo, pero con tal de que al final de la sesión siga siendo un completo desconocido. Con el mito intacto.

Vemos a un Dylan transparente explotando su misterio, no a un actor metido en su cuerpo y en su cerebro. Dylan y su desgana, su inspiración, su hartazgo, la manera de fumar, quitarse las gafas o subir a la moto. Pete Seeger orgulloso de haberlo descubierto, preocupado por el temor a perderlo. Joan Baez atrapada entre la admiración y el desprecio.

Aquel tiempo en el que llegó, un extraño en la ciudad, un mundo convulso, una crisis, una paranoia, la gasolina para los cantantes que protestaban, para la audiencia que escuchaba. Una guitarra en la que bailan los dedos, la canción para un moribundo, una voz que va más allá, que cruza la piel. Una chica a la que conquistar, una mujer que se pierde.

Sí, hay un par de hechos que no encajan: ella no se marchó en el ferry después de verlos cantar juntos en Newport, cuando comprendió que ya lo había perdido, que nunca lo tendría. Y no fue en Newport cuando el público gritó Judas y él no lo creyó, justo en el momento en que pidió tocar más alto que nunca. Pero fue allí, en ese momento, cuando al enchufar la guitarra y cabrear a quienes le escuchaban, cuando se convirtió para siempre en un dios.

 

jueves, febrero 27, 2025

SOUNDTRACK 286: POPEYE


¿Qué pasa con Gene Hackman?, me pregunté hace unos años. La respuesta me llevó a su retiro: desde 2004 no protagonizaba una película. A los 74 años dijo 'el cine se acabó'. En los ochenta y en los noventa llegó a protagonizar tres o cuatro filmes por año, y su carrera recoge más de cien créditos entre cine y televisión. No hace mucho vi una fotografía suya actual, una de esas imágenes furtivas que alguien roba a un famoso desaparecido cuando se lo cruza por la calle o lo ve a lo lejos saliendo de una tienda. No reconocí al actor: encogido, esquelético, irreconocible... la tristeza de la vejez extrema en el umbral de la línea de meta. Esa tristeza alcanza la brutalidad cuando hoy nos enteramos de que Gene Hackman y su esposa han sido hallados sin vida en su domicilio junto a su mascota también muerta. En el silencio de la soledad, en el desamparo de la enfermedad.

Incluso en sus peores películas él sobresalía con un gesto, con una ironía, una mirada, una pose. Podía ser bruto y encantador, cínico y simpático, entrañable y desagradable. Piensen en otro actor como él, de antes o de ahora; difícil dar con uno igual. Repaso la lista de sus películas y las he visto casi todas. Siempre estaba bien, en algunas sensacional. Algunos de sus personajes lo inmortalizan, le sobreviven hasta la eternidad como hitos de la pantalla; puede que muchos estemos de acuerdo en cuáles. Yo nunca lo olvidaré por su Harry Caul de La conversación; su Anderson de Arde Mississippi, Little Big Daggett de Sin perdón; y, sobre todo, Popeye Doyle de The French Connection.

lunes, febrero 24, 2025

VOLUNE ONE 685: THE LAND WE KNEW THE BEST (CHRIS ECKMAN)


Las emociones que desprende un disco a través de la imagen de su portada no siempre acompañan con su escucha. La obra de Chris Eckman en solitario sí consigue esa sintonía: la música que te sugiere la fotografía principal de sus álbumes cuadra con lo que escuchas: una paz general alterada por algún ajetreo oculto en la distancia, aislamiento, reposo. Coged su última muestra, The land we knew the best (Glitterhouse Records, 2025). La cinemascópica imagen de una cabaña solitaria entre los troncos apilados delante y la profundidad de un bosque que se hunde en un valle guarda un disco de temblorosa belleza, probablemente el mejor de su carrera: un nuevo acto de fe para quien admira a este músico superlativo al que una vez, ya lejos, conocimos en los Walkabouts.

Precioso álbum el de esta tierra que parecemos conocer tan bien. Esa imagen frontal es un paisaje de Eslovenia, donde reside desde hace años Chris, donde se rodea de músicos de la capital para su música más privada, que llega como un susurro y se queda como un escalofrío. Tiene una sabia profundidad este trabajo, emerge con solo escuchar cómo flotan o hierven Genevieve, Buttercup o Laments, con solo dejar que Chris Eckman lo abarque todo con la voz de la experiencia.

Nota: 9/10

jueves, febrero 20, 2025

VOLUME TWO 130: DEACON BLUE


Hace unos años me sorprendí a mí mismo en una discoteca poco acorde con mi edad y mis gustos, aunque había una razón de peso para estar allí: enfrente tenía a los Deacon Blue. Solo con mencionar a esta banda se me enciende una sonrisa; y la nostalgia de aquellos días en los que la música nos acompañaba de otra manera, cuando nos entregábamos a ella de un modo más... puro y emocional. Algunas de sus canciones aún siguen haciéndome cosquillas en la nuca. Acabo de reescuchar su colección de éxitos con temas inéditos Our town, un lanzamiento de hace treinta años, y sigo recreándome en la admiración por este grupo.

Cierto, Deacon Blue no serán recordados entre los más relevantes formaciones de la música británica (no es necesario), pero el éxito que tuvieron al comienzo de su carrera y la modestia y la autenticidad con la que han vivido de la música los hace ejemplares. Cuando aparecieron a mediados de los ochenta aportaron algo de brillo y limpieza a un música en el Reino Unido que se dispersaba en distintas direcciones, algunas erráticas; también se abrazaron a un impulso de controlada épica que hacía músculo con pop, folk y soul. Los primeros álbumes, los fantásticos Raintown y When the world knows your name, los convirtieron en superventas, admiradísimos por el público, bien tratados por la prensa. 

Y aunque la banda se separó una temporada en los noventa, volvió a encontrarse para grabar cada cierto tiempo, nada que alcanzase la inocencia prometedora con que había nacido, pero sí trabajos dignos aunque no tuvieran mucho eco y que les permitiesen seguir girando para satisfacción de una audiencia que se deleitaba en los tiempos más jóvenes. Ricky Ross escribió para otros y grabó para sí mismo, siempre acompañado por Lorraine McIntosh. Aquella noche llegaron a mi ciudad, y a mí se me puso la piel de gallina cuando cantaban aquello de "This is my country, and these are my reasons".

domingo, febrero 16, 2025

VOLUME ONE 684: MR. LUCK & MR. DOOM (THE DELINES)


"Miss Doom vivía en un coche y limpiaba casas". "Sentado en el bordillo viendo como se quema nuestra casa". "Lorraine ha vuelto a la ciudad, en un sótano de la carretera". "Nancy y el chulo de Pensacola, ella tenía 16 años cuando empezó bajo sus dominios". "JP y yo huimos juntos una temporada". Así empiezan canciones en el nuevo álbum de The Delines. La literatura cinematográfica de Willy Vlautin y el relato melancólico de Amy Boone arman historias con mujeres que salen de la cárcel, hombres rutinarios, parejas en busca de salidas, obsesiones que conducen a dramas, corazones rotos destinados a tener roto el corazón... Crean una música que respira en noches lluviosas o atardeceres sombríos, entre la soledad y el abandono. Y una banda mayúscula acompaña a Amy y Willy, The Delines.

Mr. Luck & Ms. Doom (Decor, 2025) es hermano mellizo de Colfax, de The Imperial y de The sea drift. Es decir, sus temas y canciones podrían ser intercambiables sin alterar lo más mínimo el sentido y la consistencia que alcanza cada disco. Es tan adictiva su arquitectura que consigue que su música sea impecable y sobrecogedora, que parezca perfecta a veces (Left hook like Frazier, Nancy & The Pensacola pimp. Mr. Luck & Ms. Doom, Don't miss the bus Lorraine). Son este grupo soberbio de Portland mi nuevo reto ilusorio, aquel ante el que algún día me gustaría estar delante para que sus canciones me traguen.

Nota: 9/10 

viernes, febrero 14, 2025

GREATEST HITS 355: A COMMON DISASTER (COWBOY JUNKIES)

A este desastre ordinario que cantan los Cowboy Junkies le sienta bien un ambiente como el de esta grabación. Un pequeño escenario apagado, un hilo de confianza que une a la banda con su público. Siempre me gustó el aire acogedor que tienen las cuerdas crujientes de los Timmins. Margo, la veterana a quien mejor sientan las canas, manda en escena como una jefa incuestionable. Parece que el tema va a rebosar de sus bordes, pero nunca va más allá de un maravilloso éxtasis controlado.

 

jueves, febrero 13, 2025

BONUS TRACK 304: A GHOST IS BORN (WILCO)


Con el disco del huevo, A ghost is born (2004), Wilco dio un paso más adentro en el terreno de la experimentación explorada dos años antes con el celebrado Yankee Hotel Foxtrot. La banda se alejaba más del confort de la esencia americana de sus semillas y se explayaba por ambientes menos confortables, impredecibles, donde alternaba la suavidad con la distorsión, con temas que arrancaban sin que el oyente supiera qué dirección tomarían. Jeff Tweedy, entonces con la cabeza poco estable, entraba en las canciones de puntillas y dejaba que la música fuera dilatándose o erupcionando. Aún faltaban por llegar las guitarras climáticas y nerviosas de Pat Sansone y Nels Cline, pero se estrenaban los inquietantes paisajes que salían de los teclados de Mikael Jorgensen.


 

Es un disco desconcertante este del huevo, del fantasma naciente. Dos cortes van más allá de los 10 minutos, entran en trance con desigual fortuna, pues uno se permite el capricho de hacer sonar un pitido en distorsión. Otros acabarían convirtiéndose en fijos de los repertorios en vivo, como la beatleiana Hummingbird o la hechizante Handshake drugs. Caerían en el olvido pequeños tesoros como Theologians o Company in my back, que anticipaban aún a distancia las texturas más reconocibles de la banda. Sigo sin agarrarme bien a este álbum, al que veo como el capítulo de transición hacia la etapa más luminosa de Wilco.

lunes, febrero 10, 2025

VOLUME ONE 683: BEAUTIFUL WOMAN (SARAH KLANG)


En momentos de oferta saturada o de indecisión en la elección me lanzo a lo desconocido, por intuición o corazonada. No siempre acierto, pero lo que más me gusta es encontrarme con alegrías imprevistas, con ejemplos de lo anónimo o desconocido con los que no tienes expectativa alguna y te dejan como poco un grato sabor de boca. Ha pasado con Sarah Klang. Sueca de Goteborg, que a la altura del quinto disco almacena en media hora una muy agradable muestra de indie pop (o indie folk, lo que prefieras) en Beautiful woman (2025). Exploración de la mujer en diversas edades, con distintos estados, preocupaciones y aspiraciones, el álbum de Sarah Klang deja sensaciones amistosas y se proyecta con esperanza hacia la música modesta en grandes cantidades que aún está por descubrir y ensalzar.