jueves, marzo 14, 2024

SOUNDTRACK 280: MARGARET QUALLEY

Quédate con esta cara, con esta chica, con esta actriz... me dije al descubrirla en Érase una vez en Hollywood: hacía el ganso en la acera esperando a que alguien la llevase a alguna parte, tonteaba con Brad Pitt, subía a su coche y lo conducía hasta la comuna del diablo. Una gacela con más de media piel al descubierto, salpicadas de colores en lo poco que la cubre, los gestos de pilla en un rostro infantil, una mirada que iba más allá de la seducción hacia terrenos prohibidos. Margaret Qualley. Después supe que es hija de Andie McDowell. Y la vi más decorosa, más tierna, como aspirante a escritora en otra película. La he vuelto a ver, transmitiendo siempre un encanto genuino, sin arreglos ni aristas, el que surge de la pureza, el que la convierte en una presencia adorable que amas como a una hermana, una amiga íntima, una novia fiel. La ves bailar en el vídeo de alguien a quien apenas conoces, retorcerse como un cisne revoltoso, la sonrisa preparada para atraerte a su cuerpo flexible, a un rostro fascinador. Margaret Qualley. (Caramba, ahora me entero de que el muchacho que se reconforta en los abrazos de la chica al final del vídeo es su cónyuge.)

martes, marzo 12, 2024

SOUNDTRACK 279: STOP MAKING SENSE

"Éramos realmente buenos. Qué lastima de banda."


El titular se imprime a raíz del 40 aniversario de aquel filme, aquellos conciertos, que el cineasta Jonathan Demme y el grupo Talking Heads grabaron y montaron para dar como resultado Stop making sense. David Byrne entraba en escena con una guitarra acústica, una percusión electrónica grabada en un magnetófono y comenzaba a cantar Pyscho Killer con el fondo de bambalinas de un teatro a la vista. En los temas siguientes se iba sumando un miembro más del grupo hasta completar la formación de los directos de aquella gira, un total de ocho componentes. Fueron cuatro conciertos seguidos a finales del 83, en Hollywood, en el ecuador, y apogeo, del tiempo que estuvieron unidos los Talking Heads... un grupo que (llámenme lo que quieran) nunca me pareció realmente bueno, y al que sigo sin encontrarle la gracia, con la excepción de tres o cuatro canciones.


Matiz a estas frases: sí, es justo decir que eran buenos, y a mí ni me gustaban ni me gustan; como, digamos, que películas como Oppenheimer o Anatomía de una caída son buenas en realidad, pero a mí no me gustan. Vale la comparación para decir que unas y otros (los Heads, estos con su electrizante batido de funk, pop y art rock, mezcla que dio contornos a la escena new wave) acaban por resultar extenuantes, empachosos. Una película como Stop making sense transmite ese dualidad que a algunos sentimos con este grupo: los TH forman una comunión vibrante y atrevida cuyo pulso acaba por ofrecer una explosión de agotamiento.

viernes, marzo 08, 2024

VOLUME ONE 656: VISIONS (NORAH JONES)


Quienes admiramos a Norah Jones sentimos que cada uno de sus discos nos transmite la sensación de un regreso al hogar, es como el reencuentro con un ser querido al que añoramos demasiado. Hablo por mí, claro, me atrevo a hacer colectiva mi experiencia. Nos (me) puede el aprecio incondicional, y si alguna vez nos (me) falla le perdonamos (le perdono) la decepción, el disgusto... Pero no, Norah no (nos) falla. Es esa amistad infalible, esa hermana del alma. Queremos a Norah Jones una vez más en las visiones de su nuevo álbum, el bienestar que nos regala una gran anfitriona.

Nuestra querida artista abraza en Visions (Blue Note, 2024) una atmósfera pop que, cuando le apetece, se inclina a superficies de soul: viento en segunda línea, sedosos coros femeninos. Parece por momentos regresar al entramado hipnótico que de la mano de Danger Mouse hacía tejido en Little broken hearts (2012), mas es un amago para despistar porque el álbum se acomoda en una confortable, que no facilona, armadura pop decorada de melodías finas, percusión deslizante y tiernos escalofríos que salen de una guitarra entrometida. Sobre todo ello, la voz reposada y abierta de Norah, los dedos estilizados sobre el piano, sus deseosos uuuuh uuuuh, diciéndonos cosas tan simples y tan puras como "todo este tiempo pienso en ti", "no quiero hablar de ello, solo quiero bailar".

Nota: 8/10


jueves, marzo 07, 2024

GREATEST HITS 335: GERONIMO (TEN TOWERS ft. FIORDY)

No les puedo contar mucho del responsable de esta canción. Lleva la firma de Ten Towers, tras la cual se esconde un tal Sebastian Forslund. No estoy seguro, la verdad, pues la pista de este grupo/artista entra y sale, desaparece en cuanto se le busca, son escasos los datos firmes, y la música salpica alguna plataforma con más Ep que largas duraciones. El caso es que un día me tropiezo con esta canción, Geronimo, y (seguro que a ustedes les pasa muy de vez en cuando) me siento atrapado en ella, dentro de su aura entre la húmeda vegetación de un bosque en otoño. No sé bien qué hechizo tiene, uno que te reconforta con el entorno y del que sientes que podrías vivir siempre con él.

miércoles, marzo 06, 2024

VOLUME TWO 123: THE CRYSTALS

No es raro confundirse, ver una imagen como la de la izquierda y preguntarse de qué grupo femenino se trata: ¿las Ronettes, las Shirelles, las Crystals, las Supremes, las...? En este caso la respuesta es The Crystals, que no tenían una poderosa voz o presencia al frente como otras bandas vocales de chicas contemporáneas tan lejos como en los años sesenta, pero dejaron para el recuerdo algún que otro hit que trascendió aquellos días y nos acompañó en diversas fuentes los años siguientes. El suyo fue la preciosa, contagiosa, Then he kissed me, sin descartar en menor medida Da Doo Ron Ron o There is no other like my baby.

Ahí las tenemos, estas chicuelas vestidas para la graduación del instituto, futuras madres ejemplares, amigas del barrio que en los callejones (en Brooklyn se encontraron) se juntan para cantar y tontear con algún chico. Fueron una de las primeras bandas que produjo y amparó Phil Spector, cuyo muro sónico inconfundible se advierte en unos cuantos de sus éxitos. Como muchos de aquellos grupos parecidos, su historia quedó relegada a lo anecdótico, a la brevedad de sus canciones, y presenta lugares comunes en su desarrollo hasta su final disolución: cambios de formación, olvido del productor, urgencias mayores en la vida de cada miembro.

Al escuchar tantos años después de su breve auge a The Crystals es imposible no sentirse un poco ingenuo, soñar con aquellos bailes de una juventud que vimos en las películas y creer que el mundo era maravilloso.

sábado, marzo 02, 2024

VOLUME ONE 655: GALLAGHER & SQUIRE


Vuelo directo a Manchester. Conexión Gallagher-Squire, Oasis-Stone Roses. Trayecto limpio, sin sobresaltos, rápido y placentero, sin tiempo para la nostalgia, sin caer en lo intempestivo ni pecar de pereza. Liam estira los versos y se deja caer apático ante el micro sin desgastar su marca de agua; Squire hace escorzos con la guitarra para darle un poco de mala leche al perfil melódico de las canciones. Podrían vender pastillas, suavizantes y detergentes como los de la cubierta de su disco, Liam Gallagher & John Squire (Warner Music, 2024). A veces flotan, de nuevo como antaño, los Beatles, a veces incluso Hendrix empaña la cara más psicodélica de la música. Un latigazo de electricidad hacía falta, se echaba de menos; le llena a uno de fuerzas. "Los jóvenes de hoy son unos putos vagos que quieren un éxito inmediato", ofrece Gallagher para un titular. A él le llegó como un rayo ese éxito, y era un puto joven, éxito del que aún vive. Y solo de escucharlo un rato junto a su amigo John renacen Morning Glory o Second coming.

Nota: 7,5/10

martes, febrero 27, 2024

LIVE IN 299: PJ 2024

Estamos en la cuenta atrás. Dirigiéndonos hacia la materia oscura, a un agujero negro, a las profundidades de la fidelidad musical. Veinte, treinta años después, más, nos volvemos a reunir, a bailar en congregación alrededor de la hoguera de nuestra pasión. Unidos para siempre con el hilo de nuevas canciones, en el sudor de próximos conciertos. Crecemos hacia el infinito en el aura de la satisfacción, seguros de que no habrá lugar para la decepción porque nosotros y vosotros ya hemos llegado demasiados lejos. Pearl Jam.

domingo, febrero 25, 2024

BONUS TRACK 285: BAVARIAN FRUIT BREAD (HOPE SANDOVAL & THE WARM INVENTIONS)


No acierto a situar el momento en que me fulminó una canción de este disco, no sabría decir cuál (quizá Suzanne, quizá On the low) ni cómo (en un anuncio, en una película); el caso es que cuando supe por primera vez de Hope Sandoval a través de Bavarian Fruit Bread (2001) anduve obnubilado con sus canciones, en un estado de hipnosis o confusión que me tenía encadenado al álbum. Aquella sensación de asombro y deleite duró lo que tantas otras similares causadas por la música o por un disco en un momento dado. Hope se fue difuminando como parecía hacerlo su voz en una atmósfera de polvo y balanceo (con Mazzy Star reapareció pocas veces, con los Warm Inventions que horneaban aquel pan de frutas bávaro en solo dos trabajos más hasta 2016, no tan fascinantes). Pero si aquella vez aún no se ha apagado en tu disco duro de emociones embriagadoras, cualquier otra vez mucho más adelante consigue trasladarte a aquel mismo estado de placer.  

miércoles, febrero 21, 2024

VOLUME ONE 654: DUSK (GABY MORENO)


Sobre un buen grupo de artistas latinos de los últimos veinte años se juntan varias líneas de estilo que dan riqueza a su música. Mantenemos el adjetivo "latino" injustamente, como si nos obligaran a ello estrofas en castellano, ciertos ritmos que nacen de percusiones o acordes de cuerdas, cuando en realidad lo que tenemos es una generosa y, casi siempre, bien ordenada combinación de folk, blues, pop, rock y soul en armónica convivencia. Desde Guatemala, largo tiempo asentada en Estados Unidos, Gaby Moreno conjuga premios y bendiciones, culto y prestigio, buenas amistades y meritorios discos. El más reciente, Dusk (Cosmica Artists, 2024), navega en todas esas aguas estilísticas, a caballo entre dos idiomas, sinuoso en conjunto, con saltos para vibrar y reposo para soñar.

Nota: 8/10

sábado, febrero 17, 2024

GREATEST HITS 334: LOW (CRACKER)

De tanto que tardas en saber de una banda, crees que ha podido disolverse. Pero parece que no. Han pasado diez años del último disco de Cracker y ni un rumor has oído, ni una falsa o cierta noticia. Te encuentras de nuevo con ellos en la escasa oferta de cds que muestra una pequeña tienda de música en el casco histórico de una preciosa ciudad castellana que te pilla de paso. Un disco para el camino, aquel álbum que tenías algo olvidado. Cracker de nuevo con su crujido eléctrico, ese rock equidistante entre la furia juvenil y la controlada madurez. Lowery y Hickman, aquellos con los que saltaste más de lo que te imaginabas una noche en Santiago, te alegran el viaje. Con canciones como esta, Low.

jueves, febrero 15, 2024

VOLUME TWO 122: LOLA KIRKE


Kirke
. Esa es la clave, el apellido de quien fue baterista de Free y Bad Company. Después Kirke apareció unido a Jemina, una de las girls de Girls. Y a Lola, otra hija del músico. Y a Domino, la tercera niña de Simon. Quedémonos con Lola Kirke, a quien no llevamos ni un mes siguiéndole la pista. Salió de la nada en un par de películas menores: Gemini y Broken diamonds (antes, sin percatarnos, se dejaba ver en Perdida y en Barry Seal, y, antes y después, en varias series que no hemos tenido ocasión de ver), tan segura de sí misma que dominaba el encuadre y ensombrecía a todo el reparto, corpulenta e imponente, de ojos azules que esclavizan a quien los mira con atención, inmediata devoción. Londinense como su padre, pero criada en New York, Lola es también cantante, ahí nos lleva nuestra investigación aliada con el azar. Estamos en ello, descifrando enigmas, desvelando encantos. Esta rama de su carrera la sostienen dos álbumes que acabarán por entrar en nuestro radar, y un muy reciente Ep donde comparte canción ni más ni menos que con Rosanne Cash. Así luce Lola Kirke, valiente y vibrante, desinhibida y sin depilar, cabalgando al trote del country y el pop. Vamos detrás de ella.

martes, febrero 13, 2024

THRILLER


Tenía 9 años, y la televisión era una herramienta capaz de sorprendernos. Emitieron aquel vídeo, el de aquel bailarín vestido de rojo al que se le unían los muertos salidos de las tumbas. Me regalaron el disco, en aquella tienda de electrodomésticos. Me lo aprendí de inicio a fin, me sabía algunas letras, desgasté la aguja... no recuerdo si bailaba en mi habitación como lo hacía aquel chico negro al que la piel se le iba poniendo más pálida. Beat it, Billie Jean, The girl is mine y Thriller, por supuesto. ¿Hubo entonces una canción tan perfecta?

Mi hijo tiene 8 años y en la carretera que nos ha llevado de viaje ha pedido pinchar varias veces Thriller, y Smooth criminal, y Black or white. Y conoce Beat it y Billie Jean. No estamos en 1982, pero no tienen importancia los relojes si todavía aquel chico, en su voz que no se apaga, consigue fascinar de alguna manera a un chaval por cómo canta o cómo se mueve. Escalofríos, emociones, el mecanismo de la música.

viernes, febrero 02, 2024

BONUS TRACK 284: WE USED TO THINK THE FREEWAY SOUNDED LIKE A RIVER (RICHMOND FONTAINE)


Cada vez que me he cruzado con este grupo me ha dejado la sensación de que funcionaba a medio gas, o que se quedaba a medio camino. Notaba que sus discos se apagaban según avanzaban, que a las canciones les faltaba un impulso final para quedarse en la memoria. Pero el misterio de Richmond Fontaine descansa quizá en su discreta solvencia o en una profesionalidad sin alardes, una carrera sin sobresaltos. No retengo un álbum por encima de otro (me deben faltar tres o cuatro por escuchar); hoy podríamos dedicarle unos segundos a este trabajo que se inspira en el flanco izquierdo de los Estados Unidos, el área boscosa y lluviosa de Pacific Northwest que recorre Washington y Oregon, base del grupo en el que el sensible oficio de Willy Vlautin compone frágiles canciones. Creer que la autovía suena como un río... algo bueno puede esconder este título, sí. Finura, también crudeza; evasión flotante, soñar despierto. Que esta banda pase tan desapercibida no debe conducir a la indiferencia.

GREATEST HITS 333: MEANT TO BE (WILCO)

Hay canciones que al escucharlas acompañadas de imágenes nos invitan a saltar, nos animan a bailar, hacen que queramos volar, abrazar a alguien, lanzarnos al agua, tumbarnos al sol, reír o sonreír, escapar, escondernos... y ¿por qué no?... patinar.


lunes, enero 29, 2024

VOLUME ONE 653: POLAROID LOVERS (SARAH JAROSZ)


En poco tiempo, hay vocalistas que forman parte íntima de ti, mujeres a las que un día te cruzas en los caminos de exploración musical y pronto se te pegan para no soltarte de ahí en adelante. Digamos una de ellas, por ejemplo, Sarah Jarosz, todavía una joven de Texas que en Nashville ha encontrado reposo para sus pasos. Tiene caliente su séptimo álbum, una abrigada colección de excelentes composiciones que se abren desde el sosiego a terrenos más espaciosos, a públicos más amplios. Sarah tendía a expresarse en acústico, con reposo y delicadeza, y en este Polaroid lovers (Rounder, 2024) no se pierden esas cualidades, sí se desvía un poco el enfoque, más robusto de sonido, un americana más pop que se inyecta de elegancia y fina sensibilidad. Jarosz canta en las alturas y puntea las cuerdas de vicio. Es tierna y sólida, y en este gran disco cuenta con una alineación de lujo que en el lloriqueo de las eléctricas eleva las canciones a bellas cimas de emoción y entusiasmo (Jealous moon, Dying ember, Mezcal and lime y esa celestial Days can turn around que revive la divina Harvest moon de Neil Young). De ti ya no nos apartamos, Sarah.

Nota: 8,5/10