jueves, diciembre 31, 2020

LIVE IN 254: ¡QUÉ BUENA MÚSICA!


Hasta aquí llegamos. Ponemos fin a un año para olvidar que no se nos olvidará. Hasta el próximo. La música nos ha dejado discos nuevos de alta calificación, un consuelo para días, semanas y meses grises: muchos notables, algunos sobresalientes. Buena salud a todo el mundo.

Rough and rowdy ways, Bob Dylan

Songs for our daughter, Laura Marling

My echo, Laura Veirs

Letter to you, Bruce Springsteen

Closeness, Native Harrow

Love is the king, Jeff Tweedy

Fetch the bolt cutters, Fiona Apple

Pick me up off the floor, Norah Jones

folklore / evermore, Taylor Swift

martes, diciembre 29, 2020

SOUNDTRACK 254: RECURSOS INHUMANOS


Pocos novelistas me producen tanta angustia, tanto vicioso desasosiego, como Pierre Lemaitre. Me pregunto no pocas veces por qué este hombre es tan enrevesado y cruel, por qué sus personajes llegan a extremos de fría perversión. Es una mente enferma, llego a pensar, un retratista del lado humano más sórdido. No te fíes de Lemaitre, los naipes que esconde en su juego te llevarán por el camino más insospechado y te conducirán a desenlaces imprevistos que en más de una ocasión te dejarán sin habla. Como en la saga del comisario Verhoeven. Como en Vestido de novia. Como en Tres días y una vida. La adaptación televisiva de una de sus obras, Recursos inhumanos, traduce en imágenes la prosa veloz, a veces adrenalítica, del autor francés, y la historia se ve impulsada por la habilidosa dirección de Ziad Doueiri y el sensacional trabajo de Eric Cantona al frente del reparto, amén de la puesta en escena y el pulido de los diálogos a cargo del propio Lemaitre.

Seis capítulos circulan por el antes, el durante y el después del desventurado Alain Delambre, un cincuentón que llega al límite de su insatisfacción por el prolongado desempleo por el que pasa y emprende una calculada venganza, aunque deje en el camino a las víctimas más próximas, contra una gran empresa sin escrúpulos, de las que estrujan las hojas de cálculo en que convierte a sus empleados para cuadrar cuentas o aumentar ingresos. Lemaitre, Doueiri y Cantona consiguen que te metas en el pellejo de ese antihéroe incauto, de un superviviente desesperado en un mundo cada vez más cercano a la inhumanidad.

domingo, diciembre 27, 2020

BONUS TRACK 230: PEARL (JANIS JOPLIN)

Desconozco si quienes conmemoraron los 40 años del asesinato de la estrella del pop más grande que Jesucristo se acordaron de brindarle un minuto de silencio dos meses antes a Janis Joplin, a quien una letal sobredosis de heroína apagó para siempre hace 50 años. Unas horas antes había cerrado la grabación de Pearl, álbum póstumo que vio la luz pocos meses después. Sola en un motel de Los Angeles se ahogaba en la muerte. Pearl es tan desgarrador y doloroso tanto por su condición de testamento como por la tristeza derramada que transmite la propia Janis, imbatible voz, eterna musa, colosal intérprete. 

La Fult Tilt Boogie Band la respaldaba en aquellas últimas sesiones. Move over la mueve sobre una ácida locomotora, Cry baby la envalentona entre lágrimas, Me and Bobby McGee la inmortaliza por cortesía de Kris Kristofferson, y Trust me la desnuda tan frágil como era bajo la furia y sus ropajes. A veces me paro a imaginar qué Janis Joplin (qué Jim Morrison también) tendríamos hoy si la música continuase siendo parte activa de lo que hubiera sido su vida longeva. Nadie le ha ganado aún y nadie lo hará.

jueves, diciembre 24, 2020

GREATEST HITS 259: CANCIONES

¿Cómo se mide la "importancia" de una canción? Una canción es bonita, intensa, inquietante, representativa, crítica, lenta, rápida, melosa, animada, alegre, divertida, estúpida... puede ser lo que tú creas, lo que tú sientas, pero ¿importante? Oigo a un locutor calificar una canción como "de las más importantes del año" (me cuesta calificarla como tal, canción). ¿Importante por qué? ¿Nos ha hecho ver las cosas de otra manera, ha cambiado nuestra percepción del mundo y de la vida? ¿Este año maldito no se comprende sin esa canción?

Estas canciones que he oído este año me han gustado mucho. A su manera me han ayudado a sobrellevarlo. Y no creo que ninguna sea "importante".

-Bone of contention, Lucinda Williams

-Loved so little, Matt Berninger

-The mystery of you, Jim White

-The shape of your name, Heath Cullen

-The kids are having none of it, Frazey Ford

-Time machine, Alicia Keys

-Dance of the clairvoyants, Pearl Jam

-Hope we meet again, Laura Marling

 

viernes, diciembre 18, 2020

VOLUME TWO 107: PARA SIEMPRE TAYLOR


No puedo saber si somos pocos o muchos los que este año hemos dado la bienvenida a nuestros hogares a una visitante que no esperábamos, Taylor Swift. Su doble sesión creativa de 2020, folklore y evermore, álbumes grabados bajo candado sanitario, anunciados por sorpresa y separados por medio año que la apartan del luminoso camino que hasta ahora la ha consolidado en la fama y el éxito para transformarla en una reposada autora arropada por texturas otoñales e invernales, son para mí una de las mejores noticias musicales del año. La oferta se confunde, más bien se funde, o se complementa, y un disco remite al otro. De los dos sale un mismo vapor que se disuelve en los ambientes apartados y naturales a los que traslada su musica frágil y a la vez consistente, de una elegante delicadeza. La voz y el mensaje limpio de esta chica inusual (extraordinaria a su manera) me han dado un poco de abrigo en este año frío. Me gusta reconocerlo. folklore me gusta más que evermore, pero si unas canciones de un disco se entrometieran en el otro y de este saltasen otras para su álbum hermano, no advertiría los cambios. Se agradece, Taylor.

martes, diciembre 15, 2020

EL TIEMPO DETENIDO DE BUENA MAÑANA


El ajetreo de los días, la urgencia de los deberes cotidianos y el vicio por seguir consumiendo música actual no me dejan tiempo para entregarme a ese placer acogedor de hacer que el reloj se detenga en un disco viejo para repasarlo, para saborearlo. Ocurre que a veces me cuadra pasar frente a un antiguo café bien conservado en el que el desayuno se acompaña de un suave hilo musical clásico, con temas a los que el rock y el pop dieron creación en la década de los setenta. Ese tiempo que ocupan cinco o seis canciones mientras el café calienta el cuerpo se detiene en ese café. Lo paran Jefferson Airplane, Derek and the Dominos, Crosby, Stills & Nash, Donovan, America. Otro día son The Band, los hermanos Allman o Van Morrison. Vuelvo a casa, allí me esperan esas canciones para congelar el tiempo.

domingo, diciembre 13, 2020

PAUL IS NOT DEAD


Teorías al margen, Paul is Alive. 

Ahora que recordamos que John murió hace 40 años, conviene recapitular, y aplaudir, que en cuatro décadas Paul ha grabado casi una veintena de discos de estudio, en algunos, con y sin Wings, dejando muestra de su talento compositivo y de su inquietud creativa (Band on the run, Flaming pie, Driving rain, Chaos and creation in the backyard). Me he preguntado más de una vez qué música haría Lennon si siguiera vivo... porque la que engorda la carrera de McCartney, con altibajos y momentos culminantes, con pasos cambiantes, es un ejemplo de coherencia que merece todo el aprecio incuestionable que tenía cuando los Beatles aún tenían vida.

Digo esto porque en 2020 Paul ha grabado McCartney III, que como McCartney y McCartney II hace cincuenta y cuarenta años respectivamente, son trabajos creados por completo por Paul en solitario, él al frente y a cargo de todo. Sí, hoy un beatle sigue grabando discos y... ¿le importa a alguien? No diré mucho más, tan solo que esta tercera entrega de absolutismo mccartneyano a la que me resulta difícil darle un análisis, encontrarle una reseña, me gusta mucho. Y bien que me alegro. De que Paul siga vivo.

jueves, diciembre 10, 2020

VOLUME ONE 554: SEASONAL SHIFT (CALEXICO)


No me gusta la Navidad y evito los discos navideños que los músicos (incluso los que más aprecio) graban para versionar villancicos o canciones propias de estas fechas a las que distintas culturas se abrazan desde tiempos remotos. Pero hay excepciones, muy pocas, y Seasonal shift (Anti-, 2020), que acaban de cocinar Calexico, es una de ellas. ¿Disco navideño? Bueno, sí, o más bien no del todo. Sí y no. Puede ser. El caso es que cuando Calexico tienen algo que decir, nuevo o viejo, experimentos o versiones, siempre me pongo de buen humor. Y digo (vuelvo a decir), qué buenos son.

Explica Joey Burns que con el paso de las estaciones, los cambios que se producen en el mundo tienen resonancia en nuestro interior y que lo que en principio iba a ser la grabación de un EP de seis canciones (probablemente con piezas que habrían tenido perfecta cabida en cualquiera de los últimos álbumes del grupo) se convirtió en algo más, donde temas que aluden a la Navidad tienen permiso para estar. Y así, aunque suenan campanas y la banda pasa por su engrase multicultural cortes de protagonismo navideño que antes cantaron John Lennon y Tom Petty, Seasonal shift se parece más a un álbum de Calexico en toda su esencia. En este año de cambios, en este año en que el mundo que conocemos cambia.

Escucharlo es una delicia, vaya que sí. Desde esos temas marca de la casa (Heart of downtown, Peace of mind) hasta esas deliciosas piezas compartidas con Gaby Moreno (My burrito sabanero) o el fado lloroso que se apropia Gisela Joao (Tanta tristeza). Así que este año, una vez más, nos unimos a esas voces finales que en todos los idiomas nos desean una feliz Navidad, para celebrar de nuevo a Calexico.

Nota: 7,5/10

martes, diciembre 08, 2020

GREATEST HITS 258: BEAUTIFUL BOY (JOHN LENNON)

Yo tenía 7 años y supongo que rara vez veía las noticias en la tele. Pero de aquel día, entre niebla y humo, en blanco y negro, permanece disperso el recuerdo de aquella noticia que daba el telediario. Un joven se había acercado a un músico muy famoso y le había disparado, a la puerta de su casa. No sabía quien era aquel John Lennon, tardaría unos años en escuchar su música (o quizá no, quizá aquellos días escuchaba sus canciones en la radio, que las pinchaban una tras otra)... Pues 40 años han pasado desde aquel crimen ante aquel edificio fantasmagórico de Nueva York, junto a Central Park. Y sé muy bien muchas cosas de aquel Lennon, al que aún hoy sigo sin encontrar simpático. Pero un genio, sí, un genio capaz de crear cosas como esta.

sábado, diciembre 05, 2020

LIVE IN 253: REGRESO A GREENDALE


En esa cabeza loca y versátil que sostiene a Neil Young con cinco décadas de carrera a sus espaldas, cinco decenas de discos y un vasto archivo de grabaciones -ahora recuperadas cada cierto tiempo-, hay episodios exultantes (muchos) y episodios bochornosos (pocos). Entre los primeros (los segundos han sido señalados de pasada en algún post de este blog y hoy no merecen rescatarse) me gusta acordarme de Greendale (2003), un álbum con el que en formato de ópera rock (o algo parecido) el autor quiso relatar una historia de corrupción, activismo medioambiental y conflictos políticos y familiares en el inventado pueblo de Greendale. Young, muy generoso estos últimos años con las reliquias de su legado, ha publicado hace muy poco un concierto de la gira de aquel disco con su legenaria escudería, Crazy Horse.

Cuando tuve Greendale en mis manos hace dieciete años quedé unos días narcotizado por la densidad de su discurso y el filo granuloso de su música; ahora que regreso a aquella historia ficticia se repiten sensaciones, quizá con las que más disfruto del genio vacilante y revoltoso de su autor. Entrar en este álbum conceptual que roza los 80 minutos en diez canciones, y que el propio Young convirtió también en película, no es muy diferente de echarse encima una dosis de la mejor descarga eléctrica de Neil y sus jinetes, como las que había en Ragged glory (1990), el trabajo con el que guarda más parecidos. La tropa en círculo, absorta, ajena a su entorno, en una dimensión de comunión espiritual, lleva Greendale en estudio y en vivo a una explosión de éxtasis.

jueves, diciembre 03, 2020

LO QUE HAY QUE ESCUCHAR... ¿POR QUÉ?


Leo un reportaje con este titular: "Los 17 discos de rock y pop que hay que escuchar ahora mismo". ¿Ahora mismo ya, o llegaré tarde? ¿Por qué 17 y no 10, 25 o 19? ¿Debo escucharlos, me conviene o tengo que hacerlo para no sentirme al margen, desorientado sin saber qué rock y pop de calidad se escucha ahora mismo? Ya puestos, ¿por qué no comprar esa música, adquirirla, como se nos pide pagar por un coche nuevo o la última gama de un teléfono móvil?

En el campo de la comunicación es frecuente encontrarse hoy con enunciados de carácter imperativo que en el fondo no son más que meras recomendaciones, consejos, gustos compartidos en unos casos, o informaciones bien explicadas con datos orientativos en otros. "Lo que no te puedes perder de...", "Si aún o has visto o escuchado... a qué estás esperando", "(determinado número de) libros, series, películas, discos que no debes tardar en leer, ver, escuchar", "si no sigues esto, es que estás fuera de onda". El lenguaje usado para dirigirse al lector en estas noticias, crónicas, reseñas o piezas de información tiende, en mi opinión, a atribuir al emisor un tono o postura de superioridad sobre el receptor que, a fuerza de repetirse, consigue molestarme. Porque, ya digo, no son más que posturas personales, juicios subjetivos cuyo comunicador parece urgir al público a prestarle atención ya, a él mismo que es perfecto conocedor de LO QUE HAY QUE ESCUCHAR de inmediato. Unos medios se dirigen a un público específico, otros lo hacen a una audiencia general, pero a ambas se les transmite esa urgencia por conocer, y sumar entradas lo antes posible en la edición digital, claro.

El reportaje aludido es interesante tanto para el lector poco atento a la materia como para el que sabe bien de lo que le hablan, para el que es fácil de convencer como para el riguroso y selectivo. Se explica en cada álbum de pop y de rock quién es su firmante y por qué "es tan bueno" ese último trabajo suyo que hay que escuchar ya. Y así, te encontrarás con dioses resucitados, secundarios olvidados, bandas legendarias, clásicos reeditados, últimas sensaciones, exóticos desconocidos e inquietos músicos a reivindicar. Pasen y vean, ahora mismo.