Parecen
impropios estos tiempos para la música, banalidad
secundaria,
pasión debilitada. Lamento notar
cómo se pierde
la capacidad de impresionarme con la fuerza evocadora de las
canciones. Entonces,
una canción te hablaba desde la funda del vinilo y la banda estaba
ahí para acompañarte toda la vida y darte
respuestas. Después, las canciones nacen y mueren enseguida y se
confunden en una marea revuelta de hartazgo
y resignación.
Debes
volver pues a aquella época, y está claro, ya, que no puedes o que
cuando más crees que te acercas ya no es como era entonces. Hay
fiebres que tardan en curar, en
el proceso crees que se han convertido en epidemias.
sábado, marzo 05, 2016
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