Me
gusta Alicia Keys. Oírla y verla. ¿Un disco? Me debato entre su
debut con 20 años, Songs in A Minor, y As I am. ¿Una canción?
Empire state of mind, sin
duda, por el subidón
que me da. No voy a pisar más allá de donde no debo porque tengo
lagunas y asignaturas pendientes en R&B y esos terrenos
resbaladizos por donde el soul, el jazz y el hip hop juegan a hacerse
manitas, pero sigo a Alicia Keys y a unos pocos de su entorno porque
de entrada me hacen
creer que bajo el éxito que lucen
y las capas que lo
acompañan hay un talento que se resiste a ser cuestionado.
Y eso pienso al
escuchar Here (RCA, 2016), su sexto álbum.
Al
contrario que el facilón, complaciente y demasiado fabricado disco
anterior, Here no parece dirigido a convencer al público poco
exigente de Keys porque juega a mezclar géneros y atmósferas, a
introducir instrumentos y sonidos poco habituales en su obra previa
(guitarras acústicas, percusiones secas o programadas que
descolocan) o a dejar que entren interludios hablados. Alicia y
varios productores apuestan por un arreglo desconcertante de los
temas, que pese a un perdonable bajón hacia el final del álbum,
regala alguna canción estupenda (Blended family, Illussion of bliss)
o bárbara (The gospel, Kill your Mom) donde ella, reina de un New York que hierve, se deja el alma en
la interpretación.
Nota:
7,5/10
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