Damos
la bienvenida a este hombre. Aplaudimos
el efecto resplandeciente, como los puntos de luz que su traje
desprende en campo abierto, que
crea la música que
recopila en su segundo álbum, Silver tears (New West Records, 2016).
Sí, una reunión acertada de canciones que beben de numerosos
manantiales sin ahogarse en absoluto, un trago de
agua natural. Veo esta
imagen de Aaron Lee Tasjan e imagino que puedo encontrarme, como
tantas otras veces al
indagar en las cosechas nuevas de rock americano que atrae hacia sí
el country, el blues o el folk, a otro aventurero con poco nuevo que
decir y de rápido olvido.
Me
equivoco al empezar con Hard life, y luego al
alucinar con temazos
como Ready to die y Refugee blues, o con
joyas como Success o
Where the road begins and ends. Porque en estas y en las demás
canciones no me despistan tendencias
artificiosas ni referencias evidentes, sino que celebro
con sorpresa no
tener que remitirme a nadie
en este ejemplo caleidoscópico de rock americano que, sí, otra vez,
se alía con sus hermanos del blues, el folk y el country. Hay un
poco de todo eso en Silver tears, en clave juguetona, y juro que no
soy capaz de citar a alguien a quien Tasjan me recuerde. Que no le
nublen futuras ambiciones.
Nota:
8,5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario