Algunos
discos conviene escucharlos con los ojos cerrados. Para imaginar el
paisaje cantado, las letras musicalizadas, su aroma. Este me parece
uno de esos discos. Lo anunciábamos en julio y unos pocos meses
después ya lo teníamos en nuestras manos (bueno, exactamente en
nuestras manos no, todavía). Estos dos se lo pueden permitir: tomar
el tren y cantar en las estaciones y entre el ruido, de Los Angeles a
Chicago, revivir la música que habla de los trenes, los viajes, los
vagabundos, la depresión, la esperanza… a lo largo de los raíles
americanos, aunque ellos viajen cómodamente y no en vagones sin aire
para respirar o huyendo de la justicia y el hambre o encima de ellos.
No
es que encajen muy bien las voces de Billy Bragg y Joe Henry, pero
funcionan y te acostumbras al contraste. La de Billy es grave y
resuena, te da la sensación de que en cualquier momento va a lanzar
una de sus proclamas en defensa del obrero aplastado; la de Joe
aprieta las palabras y se contorsiona para explotar su expresividad.
Las dos, con sendas guitarras de afinación parecida, conviven en
diferentes capas de protagonismo en Shine a light. Field recordings
from the great American railroad (2016).
Ahí
en las estaciones, con murmullos de gente, silbatos, puertas que se
cierran, altavoces o el canto de algún pájaro extraviado Billy y
Joe y un pequeño equipo grabaron viejas canciones que hablan de
trenes con la luz al frente abriendo caminos, joyas como
Hobo's lullaby, Gentle on my mind, Early morning rain o The L&N
don't stop here anymore.
Bonitas canciones que mucho tiempo después se disfrutan mejor con
los ojos cerrados.
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