La
noticia del día (de ayer) es que los Stones han vuelto al estudio,
que tienen material nuevo grabado una década después del que habían
reunido en el excelente álbum A bigger bang. El próximo disco será
Blue and lonesome y estará a la venta a comienzos de diciembre.
Jagger, Richards, Watts y Wood prometen blues, semilla de inspiración
y creación siempre y ahora, cuanto más viejos son, algo que nunca
han dejado de fabricar bien. Por eso vuelvo hoy a Let it bleed, por
ejemplo.
Estamos
a finales de 1969. El disco se empezó a grabar un año antes y en
ese tiempo ha habido turbulencias: Brian Jones es despedido de la
banda y muere ahogado en su piscina pocos días después. Mick
Taylor le sustituye. (Cada uno toca en dos temas). La novia que Jagger tenía entonces, Marianne
Faithfull, entra en coma por culpa de sus abusos de consumo mientras él trabaja
en una película en Australia. Así que el trabajo se graba a trozos
bajo la producción de Jimmy Miller tras el fantástico Beggars
banquet.
Y
la música de Let it bleed… pues dos bombazos narcotizantes como
Gimme shelter y Monkey man, un viaje psicodélico como Midnight rambler, el
himno de estilo elegíaco en que se convierte You can't always get
what you want, y blues y country para abrigar la grabación. Qué bien me
ha sentado este regreso al pasado. Con la mejor banda del planeta.
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