Qué bien sientan unas risas en tiempos de poca gracia. Me desarman y a la vez conmueven las que me provoca el humor incómodo, a veces descarnado pero en el fondo tierno, de Stephen Merchant, ese británico feo y larguirucho, socio del genial Ricky Gervais. En Hello Ladies, una serie que nace de su pluma, alejado de Gervais y para lucirse él solo nada menos que con el respaldo del canal HBO, Merchant interpreta a Stuart, un patoso inglés que busca a la mujer de sus sueños en Los Angeles. Y claro, su mujer ideal tiene que ser una imponente joven angelina, una modelo de bandera, un cañonazo de mujer, de esas que frecuentan clubes lujosos o fiestas pijas y que se rodean de personajillos dudosos o adoptan patéticos postureos. En cada intento por conquistar a una chica Stuart tropieza estrepitosamente por egoísta, por avaricioso, torpe, inoportuno, cruel e hijoputa ligón de pacotilla.
Hello
Ladies tiene algo de Extras (de Gervais-Merchant), sobre todo en la compasión
que siente hacia el actor anónimo fracasado, personaje que encarna la joven a
quien Stuart alquila una habitación y que, como él, se da de bruces en cada
oportunidad por convertirse en una actriz respetable. Ahí, y en el personaje de
su amigo Wade, abandonado por su mujer y que se niega a perderla, radica el
tono amargo y en cierto modo desolador de la serie.
Hello Ladies fue
cancelada por HBO tras el octavo capítulo. Y poco después, el año pasado, se
convirtió en película, con el propio Merchant.
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