Llegados
a este punto y en vista del rumbo reciente que ha tomado su obra, lo normal es
que ya no nos levantemos del asiento para celebrar a lo grande un nuevo trabajo
del Boss (verlo y sentirlo en vivo es otra historia, una experiencia siempre excitante
y grandiosa). Con High hopes (Columbia, 2013) también nos vamos a quedar
sentados. El disco no es tan flojo como temía, bastante inferior a Wrecking
ball (2012), casi parejo a Magic (2007) y bastante superior a Working on a
dream (2009). Al escucharlo te encuentras con una versión propia demencial, una
regrabación plomiza e innecesaria, dos temas insignificantes, tres correctos, dos
buenos y tres realmente excelentes, piezas marca Boss que reafirman la
imposibilidad de perder la fe en Bruce Springsteen.
Leyendo reseñas
sobre cómo se grabó este álbum que reúne nuevas mezclas de viejos temas, recupera
canciones descartadas en otros tiempos y recoge un par de versiones, con el productor
Ron Aniello en una parte del mundo jugueteando con los cortes, acompañándolos
de efectos y programaciones y Bruce y sus músicos en otra, de gira, dando o no
el visto bueno al material… (me) da un poco de pena constatar la facilidad con
la que, a distancia y fríamente, se fabrica un producto musical. Y eso se nota
en el disco, recargado de sonido, distorsionado de voces, cajón de sastre y de
estilos (rock, folk, gospel), un artilugio caprichoso.
Sí, “un
capricho del Boss”, rezan con acierto algunas crónicas. Al Jefe no le voy a
perdonar que confíe en Tom Morello para adornar canciones, a veces con discreción,
otras con irritación, como cuando destroza un gran tema como The ghost of Tom
Joad, en este álbum insoportable. Por lo demás, High hopes está bien. Pero me
quedo en el sitio.
Nota: 6,5/10
2 comentarios:
Batiburrillo absoluto de temas que parecen sacados de descartes con un exceso de irlanda a lo we shall overcome, discos ochenteros de glenn frey e intentos de adaptacion a los tiempos que nunca me llegan ....
Se ve que tampoco te ha convencido, quizá seas algo más duro que yo. Acabo de volver a escucharlo y lo que se añora son los tiempos que fueron...
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