Los cambios traen nuevas costumbres, rizos que retuercen la vida. Hábitos y acciones se pierden en el camino, parpadea esa luz en el recuerdo, nacen desvíos y recompensas. Los cambios son así, no llevan instrucciones, hay que adaptarse a sus mecanismos y no todos los asimilamos de la misma manera. O no sabemos hacerlo. ¿Cuál es la manera correcta? El sentido común es siempre sabio. Pongamos esfuerzo. En eso estamos, en acostumbrarnos a otra realidad.
Echo de
menos un día entero para mí solo. Y otro para nosotros dos. Echo de menos
tumbarme una tarde donde sea y tragarme un libro o mojarme de una música que me
deleite. Y otra tarde para que leamos juntos o la música nos envuelva. Echo de
menos entrar y salir de calles desconocidas, recorrer carreteras y escuchar
otras lenguas. Pasear, abrir los ojos y los oídos los dos.
A ver si un
día de estos… O una semana de estas.
Y más tarde,
los tres haremos todo esto.
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