La escucha de este disco, entrega de un juego al despiste que practica Mark Lanegan desde hace unos años, abre en mí nuevas reflexiones sobre los caminos que toma o debe tomar un músico con el paso del tiempo, sobre el apego a sus orígenes o su apuesta por el riesgo, sobre la permanencia o la radicalización. Apruebo el cambio sin excesos ni traumas Lanegan no sobrepasa los extremos que cabría suponer en la lógica que ha acompañado a su carrera y que nos ha transmitido, aunque a veces se pregunta uno a qué responden ciertas colaboraciones o variantes de registro. Inclinaciones e inquietudes enriquecedoras del autor, debemos creer.
Tras el
insípido Black Pudding con Duke Garwood, el anodino Imitations y el descentrado
Ep No bells on Sunday, de este año, Phantom Radio (Vagrant, 2014) parece una
coherente continuación de Blues Funeral (2012), firmado también por Mark
Lanegan Band. Se repiten atmósferas oscuras adornadas con texturas pop y electrónica
y reaparecen viejos ecos bajo los que yace la raíz grunge (el inicial Harvest
home y el final Death trip to Tulsa). Aunque un poco inferior al funeral del
blues, esta radio fantasmagórica reafirma mi aprecio por músicos como Lanegan que
en lugar de ceñirse el traje de todos los días, apuesta por variar el vestuario
sin desentonar.
Nota:
7/10
1 comentario:
Mark navega sin mucha doreccion ultimamente. Se me hace raro este disco como tambien me paso con los de antes. No es que añore a los trees ... es que añoro a Isobell ....
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