La ambición que caracteriza el proyecto Sonic Highways, surgido de la incontinencia creativa de Dave Grohl, se traduce en un leve desequilibrio en sus resultados. Notable muy alto a la serie de la HBO, aprobado al álbum, el noveno del grupo.
El líder
de los Foo Fighters ha querido expresar su amor por la música y los músicos con
los que creció, y que de algún modo inspiraron a él y a su banda en su carrera,
a través de un apasionante viaje a ocho ciudades estadounidenses y su herencia
musical. La serie recoge esos viajes, un repaso a cada entorno (muy bien
filmado y ágilmente montado) y la grabación de un tema del disco en un
legendario estudio de cada ciudad, con el que se cierra cada episodio.
Grohl no
me cae especialmente bien, me carga: sabe rodearse bien y presume de sus
amistades, disfruta actuando como un tipo demasiado guay que trabaja mucho y
colabora aquí y allá. Pero aprecio parte de esa hiperactividad, como cuando
rodó el documental Sound City sobre el célebre estudio de Los Angeles o ahora
cuando crea y dirige la serie Sonic Highways. El experimento es una forma diferente,
muy atractiva y bien hecha de promocionar el nuevo disco de su banda. Y de
manifestar el agradecimiento íntimo que siente por la fuerza emocional de la
música.
Un
párrafo sobre el disco, Sonic Highways (Roswell, 2014). Foo Fighters no me
seducen mucho, nunca lo hicieron, y seguirán sin hacerlo. Sí, más de una
canción funciona (Something from nothing, Outside), las guitarras se te meten
dentro y te agitan, te hacen saltar y sudar, pero también hacen agotadoras las canciones.
Porque Grohl grita de más cuando alcanza el clímax y algunos temas padecen una
tendencia nada disimulada a la épica trascendente.
Nota:
6,5/10
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