No pretendía invertir tiempo ni espacio en reseñar este disco; lo hago en pocas líneas para dar prueba de la deriva a la que caen algunos grupos musicales.
Mumford
& Sons no lo podrían haber hecho peor. De la prometedora banda que firmaba
Sigh no more (2009) ya no quedan ni las cenizas en este Wilder mind (Glassnote,
2015). Babel (2012) ya era un rotundo resbalón. Se han inspirado en Kings of
Leon para transformar su sonido, se han querido parecer a Foo Fighters al enchufar
las guitarras, y se han parecido a Coldplay al terminar este álbum de producción
plastificada. Lo malo es que han tomado lo peor de cada uno de estos grupos. Huérfanos
de personalidad, aburridos, irrelevantes.
Nota:
2/10
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