De vez en cuando necesitamos ordenar y ordenarnos, revisar y recomponer, desechar y conservar. O hacer sitio a lo que vendrá si contamos con poco espacio. Escogemos una tarde para acabar cansados de tanto vaciar cajones, romper papeles o meter en bolsas ropa que ya no sirve, cambiar cosas de sitio y pensarnos qué hacemos con esas otras que no nos atrevemos a tirar. Las (los) casetes.
Ahí están
repartidos en cajones y armarios. Ya no tengo ni cómo escucharlos. Algunos también
los tengo en cd, o en vinilo (esos no los tiro), o en mp3. Pero, ¿y los que continúan
solo en ese formato? ¿Los voy a convertir a otro? Porque te sorprendes entonces
por guardar discos que te preguntas por qué los grabaste en su día con lo malos
que te parecen ahora; o tratas de averiguar qué te gustó tanto entonces y ya no
te dice absolutamente nada; o no consigues recordar quién demonios es este tío
o este grupo que en día muy lejano de tu adolescencia o juventud llegaste a grabar
en una cinta.
¿Por qué tienes
aún guardado por alguna parte casetes de Helmet, Rollins Band, Killer Barbies, Jarabe
de Palo, Gary Moore, Kiss, Skunk Anansie o unas cuantas bandas que una vez
hicieron música en tu ciudad, que sabes, dirías con toda seguridad, que no vas
a volver a escuchar en tu vida?
2 comentarios:
El dia que cogi todos mis cassettes, los meti en una caja y los baje al trastero fue el mas triste de mi vida .... buenos o malos que mas da
Uf, yo no diría tanto, pero sí que me pongo a pensar, cuando abro los cajones y veo olvidadas las cintas, en los momentos en los que las grabé, qué escuchaba entonces, que hacía... y todas esas cosas. Ay, la nostalgia.
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