Un día en la
vida, al menos, te sientes atrapado entre las montañas, tragado por la
insignificancia, bendecido por la naturaleza. Yo estuve allí, dices, y nada te
lo va a quitar. Apagas el motor en una curva, gritas en el silencio sin que
nadie te oiga, te sientes en la cima del mundo, al alcance del cielo si
levantas las manos.
martes, septiembre 24, 2013
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