domingo, abril 19, 2020

VOLUME ONE 533: FETCH THE BOLT CUTTERS (FIONA APPLE)

Apéndice libre, verso suelto. Esta forma de describir a alguien o a su obra sirve para tratar de definir a quien escapa de definiciones y categorías, a quien en su propia esfera da forma a un estilo o a un mundo que difícilmente se ajusta a clasificación. Fiona Apple encaja en estos términos. La Fiona Apple de Fetch the bolt cutters (2020), su quinto álbum en 24 años, una creación compleja y personal que surge de la más clarividente independencia, es ese anexo aislado, esa línea sin atar que no se parece a nada (o a casi nada) de lo que has escuchado antes, que no sabes hacia dónde va a girar en una misma canción, que construye y deconstruye con asombroso ingenio y hace del riesgo una irresistible arma para sorprender. ¿Pero qué está haciendo esta mujer?, te preguntas más de una vez. Dejarte con la boca abierta preguntándote si es un fenómeno de la naturaleza o una insensata, si tiene algún sentido lo que hace.

Escuchando este álbum, alejado de las atractivas atmósferas de sus primeros tres discos, accesibles y a la vez osadas, y más próximo a la expetimentación turbadora de su anterior obra, de 2012, he emparentado más de una vez a Fiona con Tom Waits, otro verso libre de obra retorcida y desconcertante. Y no solo porque haya percusiones arcaicas en el desarrollo del disco o suenen los ladridos de unos perros, también porque Fiona estira y retuerce la voz, se enfada, se deshace en un torrente de versos y voces que cambian y se cruzan, rompe las canciones, pasa de la aspereza a la caricia en viaje de ida y vuelta y consigue, y esto es lo mejor, que no te dejes caer en la indiferencia. Con Waits te rindes a la belleza de lo extraño, lo que no puedes manejar; con esta Fiona Apple también.

La neoyorkina lleva años alejada de las luces que tanto la apuntaron en la segunda mitad de los noventa, cuando los huesos de su palidez y un pasado traumático la convirtieron en un producto al que exprimir en los despachos y los escenarios. Enseguida se cansó de aquello, de falsedades y peligros. La música que llevaba dentro era demasiado compleja para ser popular o recibir la aprobación. Hoy, siempre a distancia y con el respeto ganado, es una artista única y triunfal.

Nota: 8,5/10

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